Estas imágenes revelan que las liebres americanas son carnívoras
En un giro irónico, los mamíferos también se alimentan de cadáveres de lince canadiense, uno de sus principales depredadores, según un nuevo estudio.
Por primera vez, una serie de fotografías revelan que las liebres americanas del Yukón canadiense consumen carne para suplementar sus dietas durante los largos inviernos en uno de los lugares más gélidos del planeta.
En los meses estivales, los mamíferos se alimentan de vegetación, pero cuando la nieve cubre el paisaje y las temperaturas descienden a -30 grados, las liebres hambrientas se alimentan de carroña, así como de diversas especies de aves.
Y, en un irónico giro de la selección natural, las liebres también se alimentan de cadáveres de lince canadiense, su principal depredador, según explica Michael Peers, candidato a doctor en ecología de la Universidad de Alberta, en Edmonton, que dirigió un nuevo estudio sobre el fenómeno en Bio One Complete.
«Resultó desconcertante observarlo la primera vez», cuenta Peers, que cree que las liebres aumentan su ingesta de proteínas durante épocas más duras. «No tenía ni idea de que comieran carroña».
Peers descubrió a las liebres carnívoras por accidente, cuando colocó cámaras junto a cadáveres de liebre cerca del monte San Elías en la frontera de Alaska. Esperaba que aparecieran depredadores para alimentarse de las ofrendas, pero, en lugar de eso, dos años y medio de grabaciones desvelaron que las liebres se alimentaron de 20 de los 161 cadáveres observados.
Las insólitas imágenes sugieren que los animales no se clasifican tan fácilmente como herbívoros y carnívoros y que las liebres americanas consumen carne con regularidad.
Alimentos emplumados
Peers señala que los científicos habían documentado a liebres que comen carne —y su inclinación a la violencia— ya en 1921, pero eran solo informes de campo anecdóticos y esta es la primera ocasión en que se graba una conducta carnívora.
Otros científicos se han acercado bastante. En 2010, mientras estudiaba las poblaciones de mamíferos en la provincia de Ontario, el biólogo Kevan Cowcill colocó latas de sardinas abiertas parcialmente por todo el bosque boreal. En lugar de lobos y martas, sus cámaras trampa captaron a liebres alimentándose del pescado.
«Se levantaban sobre las patas traseras y sacaban las sardinas de la lata, que estaba clavada al árbol», recuerda Cowcill, que no publicó sus observaciones en una revista científica. «Había visto una junto a un cadáver, pero asumí que solo estaba mordisqueando los huesos, ya que he encontrado muchos huesos y astas con marcas de dientes de liebres y roedores. Quizá también se estuvieran comiendo la carne».
Uno de los hallazgos más extraños entre los datos recientes, según Peers, es que las liebres se comían las plumas de los cadáveres de un ave denominada gallo canadiense. Se desconoce si sus estómagos son capaces de digerir dichas plumas, que podrían ser una fuente de fibra.
«Se sabe que muchos animales que asumimos que son herbívoros en realidad consumen carne», afirma. «El motivo de que sea un nuevo descubrimiento es el consumo de las plumas de la carroña. Eso sorprendió a muchos ecólogos».
Según él, la indigestión intencionada de las plumas —compuestas mayoritariamente de queratina y con poco contenido de proteínas— es muy habitual en mamíferos.
También le sorprendió descubrir que las liebres defienden sus cadáveres de otras liebres. Peers cree que la razón de que no encontrara liebres en cadáveres más grandes —un uapití, por ejemplo— es por la competencia. Al ser tan pequeñas, no tienen muchas probabilidades de alimentarse de un cadáver en el que ya hay osos o carcayúes. Pero algo de un tamaño similar, como otra liebre, es perfecto.
Un menú variado
Muchos más estudios de Norteamérica han desdibujado la línea que divide a carnívoros y herbívoros.
Se ha observado a conejos de cola de algodón comiendo carroña de urogallos en los Apalaches, vacas alimentándose de huevos y polluelos de aves en Wisconsin, a castores devorando salmón en Alaska, y a ciervos de cola blanca en las Dakotas atacando nidos de aves terrestres.
Según Rudy Boonstra, ecofisiólogo de la Universidad de Toronto en Scarborough que descubrió esta conducta igualmente sorprendente a finales de los 80, se ha observado a otros vegetarianos que viven en entornos fríos, como los suslics árticos, cazando lemmings. «Es bastante impresionante», afirma Boonstra, un coautor del nuevo estudio. «Estos herbívoros no son herbívoros verdaderos».
Mientras estudiaba lemmings de los territorios del Noroeste, Boonstra observó ardillas que cazaban lemmings sacándolos de sus madrigueras y llevándolos a sus propios refugios para consumirlos.
Galería: Animales del Ártico
«Lo primero que hacen es comerse el cerebro», dice. «En invierno, la mayor parte de estos herbívoros tienen una dieta carente de proteínas e intentan compensarlo».
Boonstra añade que la conducta de los suslics árticos plantea una pregunta apremiante. ¿Buscan y matan presas las liebres americanas?
No hay pruebas de ello, todavía, y Peers dice que tiene pensado seguir adelante con la investigación. Pero, a juzgar por experiencias anteriores, el menú de la liebre americana podría ser más paleo de lo que nos imaginábamos.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.