Estos cangrejos se fabrican "sombreros" con esponjas
Estos creativos crustáceos pasan horas elaborando sus sombreros que, según revela una nueva investigación, podrían protegerlos de los depredadores.
Los sombreros ridículos no son solo cosa de la nobleza británica: los cangrejos Lauridromia dehaani también marcan tendencia con sus gorros. Ahora, una nueva investigación desvela por primera vez cómo estos crustáceos forman coronas tan exquisitas. Las casi 130 especies de los denominados «cangrejos esponja» de la familia Dromiidae reciben ese nombre porque llevan «sombreros» hechos con esponjas vivas. Los animales se cortan un pedazo de la esponja que moldean hasta que encaja y lo transportan a la espalda mediante unas espinas especiales en las patas traseras. Supuestamente, esta conducta repele a los depredadores: las esponjas no son precisamente apetecibles y suelen contener venenos.
Muchos cangrejos se camuflan de manera similar con fragmentos de aquello que los rodea, pero los cangrejos esponja son bastante intrigantes para los científicos porque son muy primitivos y cuentan con un sistema neurológico mucho más simple que cangrejos más modernos. Por eso es impresionante que muestren este tipo de utilización de herramientas, aunque se sabe poco acerca de cómo escogen o crean sus gorros.
Sombrereros meticulosos
Para su investigación, Keita Harada, del Acuario Shirahama, y Katsushi Kagaya, fisiólogo animal del Centro Hakubi de la Universidad de Kioto, montaron un experimento empleando esponjas artificiales en el laboratorio.
El equipo escogió esponjas de melamina —el mismo material que el de las esponjas para limpieza doméstica— porque es fácil de conseguir y se hunde en agua de mar. A continuación, colocaron tanques experimentales en los que ofrecieron a 38 cangrejos Lauridromia dehaani tres tamaños de espuma diferentes y grabaron qué hacían los animales con ellos.
La primera sorpresa es que los cangrejos recurrieron primero a la espuma artificial, lo que sugiere que, en caso de apuros, los cangrejos pueden emplear cualquier cosa para cubrirse el cuerpo.
La grabación reveló que los cangrejos pasaban mucho tiempo diseñando sus sombreros. Una media de 50 minutos para cortar el fragmento del tamaño adecuado y hasta cinco horas excavando minuciosamente el agujero en el que encajaría su cuerpo, según la investigación, publicada en febrero en bioRxiv.
En general, tenía lugar durante la noche, lo que podría ser una adaptación para evitar a los depredadores diurnos. Además, cada cangrejo contaba con su propia técnica para diseñar el estilo del sombrero, lo que sugiere que los rasgos de la personalidad podrían intervenir en el planteamiento de su arte. Algunos optaron por cortar un fragmento grande y reducirlo a un pedazo más manejable, mientras que otros cortaron un fragmento de tamaño mediano.
Por lo general, cuanto mayor era el cangrejo, más grande era el fragmento de esponja que escogían para trabajar. Sin embargo, los cangrejos más grandes no parecían mostrar tanto interés por las esponjas.
«Cuando los cangrejos son más grandes que unos [nueve centímetros], optan por no escoger la esponja», cuenta Kagaya por email. Sospecha que, cuando los cangrejos son más grandes, la labor de sombrerería no les aporta una defensa suficiente como para que el gasto de tiempo o energía valga la pena.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.