Estos nidos artificiales ayudan a los albatros a luchar contra el cambio climático
Las aves se enfrentan a amenazas crecientes por el cambio climático, pero los nidos artificiales podrían darles tiempo para adaptarse.
El albatros de corona blanca no se aparea en cualquier lugar ni con cualquier albatros. Prefieren hacerlo en el mismo sitio cada año y con la misma pareja. Pero en Albatross Island, en el estrecho de Bass, cerca de Tasmania, los científicos han comprobado que el cambio climático podría estar afectándoles.
El aumento de las temperaturas dificulta la supervivencia de los polluelos de albatros. Un estudio de 2015 determinó que los polluelos son propensos a sufrir sobrecalentamiento. El aumento del nivel del mar y las lluvias cada vez más torrenciales también dificultan que las aves construyan nidos seguros que permanezcan intactos.
Aunque las aves también han sufrido el impacto de la industria pesquera y podrían tardar más en encontrar comida, un grupo de conservacionistas de World Wildlife Fund (WWF), el grupo australiano CSIRO Marine Climate Impact y el Tasmanian Albatross Fund dicen que existe una solución viable –aunque cara– para ayudar a las aves a adaptarse.
Llevaron nidos artificiales, unos reforzados con hormigón celular y otros mezclados con fibras de coco, a la isla en helicóptero el pasado julio. Se fabricaron aproximadamente 120 nidos. Ahora, WWF ha anunciado que los nidos parecen estar funcionando. Las parejas reproductoras que usaron nidos artificiales tuvieron un 20 por ciento más de éxito a la hora de criar a sus polluelos que otras que emplearon nidos naturales.
«Solo es una prueba inicial», afirma Nikhil Advani, especialista principal en cambio climático, comunidades y biodiversidad de WWF, «pero son muy prometedores para ayudar a la especie».
En todo el mundo, la UICN clasifica al albatros de corona blanca como casi amenazados, pero en Australia se consideran vulnerables.
Según Advani, inicialmente el equipo de conservacionistas y científicos no estaba seguro de si las aves adoptarían los nidos artificiales. Pero no solo los aceptaron, sino que las aves los «personalizaron» añadiendo su propio barro y vegetación como si la misma pareja los hubiera fabricado.
«Algunas especies pueden adaptarse a los cambios del clima pero, para hacerlo, tienen que tener un buen hábitat», afirma Advani.
Aunque los nidos seguros son solo uno de los problemas a los que se enfrentan los albatros de corona blanca, Advani espera que ayuden a los polluelos a llegar al mundo en un lugar más estable.