La gran barrera de coral podría estar muriendo a mayor velocidad de lo que pensamos
Los arrecifes Patrimonio Mundial morirán debido al estrés por calor a no ser que se ponga freno al calentamiento global, según un nuevo estudio de la ONU.
Los arrecifes de coral del mundo, desde la Gran Barrera australiana a las Seychelles en las costas del este de África, se encuentran en grave peligro de desaparecer por completo hacia mediados de siglo a no ser que se reduzcan lo suficiente las emisiones de carbono como para ralentizar el calentamiento de los océanos, según advierte un nuevo estudio de la UNESCO.
Además, esto tendrá graves consecuencias para millones de personas.
Se ha documentado ampliamente la disminución progresiva de los corales, arrecife por arrecife. Sin embargo, el nuevo estudio es el primer examen global sobre la vulnerabilidad de todos los sistemas de arrecifes del planeta y presenta un panorama nefasto. De las 29 áreas de arrecifes Patrimonio Mundial, al menos 25 habrán experimentado para el año 2040 dos fenómenos de decoloración grave por década. Esta frecuencia «matará rápidamente a la mayoría de los corales presentes e impedirá una reproducción exitosa, necesaria para la recuperación de los corales», según ha concluido la UNESCO. En ciertas zonas ya está ocurriendo.
Para el 2100, la mayoría de sistemas de arrecifes habrán muerto, a no ser que se reduzcan las emisiones de carbono. Para esa fecha habrán desaparecido ya otros muchos. «Se proyecta que el calentamiento supere la capacidad de supervivencia de los arrecifes en una o tres décadas para la mayoría de los lugares Patrimonio Mundial que contienen arrecifes de coral», según afirma el informe.
En los últimos tres años, 25 arrecifes —que comprenden tres cuartos de los sistemas de arrecifes del mundo— experimentaron varios fenómenos de blanqueo en lo que para los científicos ha sido la secuencia de decoloración de corales más grave hasta la fecha. La Gran Barrera de coral ha sufrido un golpe especialmente fuerte. Entre otros arrecifes que han sufrido graves blanqueos se encuentran las Seychelles, Nueva Caledonia, a 1.210 kilómetros del este de Australia, y Hawái y Florida, en Estados Unidos.