La isla Decepción, un volcán activo antártico y el hogar de miles de pingüinos
La misteriosa isla Decepción está llena de biodiversidad pese a su aspecto desolado e inhóspito.
En un diminuto rincón en una de las regiones más duras y frías de la Tierra, una fuerza terrestre continúa cambiando el paisaje: un volcán activo.
La isla Decepción, que nació a partir de la caldera de un volcán y está ubicada cerca de la punta de la península antártica, ha entrado varias veces en erupción desde que los humanos llegaron por primera vez a las islas Shetland del Sur en torno a 1820. El volcán activo alberga una amplia variedad de vida silvestre y ha escupido en repetidas ocasiones ceniza y lava ardiente en las gélidas aguas del océano circundante. Una violenta erupción hace 10.000 años provocó que la cima del volcán se derrumbase y formase una caldera inundada en el centro de la isla.
Desde su descubrimiento, la isla ha acogido a brutales grupos de cazadores de focas y ballenas que la usaron como base de operaciones. Con el aumento de la caza de ballenas pelágicas, se enviaron flotas de naves con tecnología de rastreo eficiente y equipo de procesado de ballenas a bordo en viajes de varios meses a la Antártida y la isla no se necesitó como base de operaciones balleneras, aunque algunas de las especies de ballenas de la zona habían sido cazadas prácticamente hasta la extinción en la década de 1930.
Aunque la vida en la isla puede parecer desoladora e inhóspita, un abanico diverso de especies todavía vive allí. Debido a la actividad del volcán, 18 especies de musgo y líquenes que no se han registrado en ningún otro lugar de la Antártida viven en la isla. Ocho aves marinas anidan allí, entre ellas una colonia de pingüinos barbijos en Baily Head. La colonia está compuesta de más de 10.000 parejas reproductoras de pingüinos, el grupo más grande de la península antártica y posiblemente uno de los más numerosos del mundo.