Los zorros árticos, unos animales muy difíciles de grabar
El zorro polar o zorro ártico es un animal increíblemente fuerte, capaz de sobrevivir a las gélidas temperaturas del Ártico
El zorro polar o zorro ártico es un animal increíblemente fuerte, capaz de sobrevivir a las gélidas temperaturas del Ártico, que pueden alcanzar los -50 ºC, en las tierras desarboladas en las que habita. Tiene plantas peludas, orejas cortas y un hocico chato, todas ellas adaptaciones importantes para vivir en un clima tan frío. Los zorros árticos viven en madrigueras y evitan el azote de las fuertes nevadas refugiándose en los túneles que cavan en la nieve.
Esto es Svalbard, en el Ártico Alto. En invierno, casi todo es blanco, incluidos los zorros árticos. Su color le permite confundirse con la nieve y el hielo, omnipresentes en la tundra. Con el paso de las estaciones, el pelaje del zorro también cambia, adoptando un aspecto marrón o gris que le permite ocultarse entre las plantas y las rocas de la tundra estival.
Millones de aves migratorias llegan en primavera, aves con las que el zorro espera darse un festín. Este zorro se aventura a los peligrosos acantilados en busca de comida y descubre un huevo perdido, pero las aves lo advierten y deciden atacar al intruso. El zorro escapa a tiempo, captura una presa y regresa a su guarida, donde le espera su familia, la vigésima generación de zorros que usa esta madriguera. La familia solo se come una parte de lo que trae el padre. El resto se almacenará para el otoño y la primavera, cuando las aves se hayan ido.