Te enseñamos las diferentes celebraciones del Año Nuevo alrededor del mundo
De Cáceres a Tailandia, estas son algunas de las tradiciones de Año Nuevo más peculiares del planeta.
¿Sabías que en el Piornal, Cáceres, las personas lanzan nabos a un hombre vestido de demonio mientras éste recorre la localidad? Aunque sus raíces no están del todo claras, la tradición simboliza la expulsión del mal. Esta es tan solo una de las muchas celebraciones de Año Nuevo del mundo que quizá no conozcas.
En Japón, por ejemplo los monjes budistas hacen sonar campanas 108 veces para limpiar los pecados del año. En la localidad de Nishinomiya, también en Japón, los visitantes ponen monedas en un enorme atún para tener prosperidad en el año venidero. Los italianos empiezan el año nuevo en enero zambulléndose en las gélidas aguas del río Tíber, en Roma, y también comen lentejas en fin de año. Los balineses celebran el Nyepi, el Día del Silencio hindú, con una «Batalla de Fuego». La celebración, que tiene lugar en marzo, marca el inicio del año nuevo según el calendario balinés.
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Para celebrar el Año Nuevo chino en primavera, los acróbatas de Chiang Mai, Tailandia, realizan la danza del león subidos en lo alto de un poste. Este baile trae buena suerte y espanta a los espíritus malignos. Su duración es de una semana, determinada por el calendario lunar, siempre entre finales de enero y mediados de febrero. Pero para muchos, el Chunjie (Fiesta de la Primavera) son 40 días de celebración. El viaje que implica se ha descrito como la mayor migración humana anual del mundo.
En el otro extremo del mundo, los daneses tiran platos contra las puertas de las casas de sus amigos y familiares en el día de Año Nuevo. La idea es ahuyentar a los malos espíritus y atraer la buena suerte hacia el hogar. Tras el lanzamiento, los trozos rotos se apilan en la alfombra de la puerta de las casas, así que cuantos más haya, más amigos se entiende que tiene la familia. Además de esto, en Nochevieja los daneses también saltan encima de la silla siguiendo las doce campanadas, algo que también se cree que trae buena fortuna.
En Grecia, una tradición muy extendida en Nochevieja es el de colgar una cebolla en la puerta de entrada de la casa, simbolizando el renacimiento de cara al nuevo año. En algunos hogares griegos también se rompe una granada, un fruto que según creen atrae la prosperidad.
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Los panameños también despiden el año con una curiosa tradición: quemar muñecos que representan a personajes populares a los que se quiere satirizar. Igual que en España comemos 12 uvas, los filipinos se hacen con 12 frutas diferentes de forma redondeada - esta forma representa la prosperidad - y las ponen sobre la mesa o se las comen.
Desplazándonos hacia el norte de Europa en el mapa, los finlandeses, funden el hierro de la herradura de un caballo para atraer la buena fortuna. Según la forma que adquiere al enfriar de nuevo la herradura en agua, así se presentará el nuevo año. En Rusia, sin embargo, prefieren bañarse en las gélidas aguas de ríos o lagos para renovar la energía para el nuevo año.
Sin embargo, para pasar a remojo el año nuevo no hace falta salir de nuestras fronteras. En las Islas Canarias, su suave clima ha convertido en tradición recibir el Año Nuevo con un chapuzón en el mar. Esta tradición simboliza la pureza y la renovación, un ritual que, según cuentan los lugareños, trae suerte para todo el año al darle la bienvenida con una revitalizante experiencia para comenzar con buen pie.