Unos rescatadores reúnen a una cría de perezoso con su madre
El bebé, hallado solo en una playa costarricense, fue devuelto a su madre gracias a la creativa idea de sus rescatadores.
En una playa costarricense donde se unen la selva y el mar, de repente empezaron a sonar en un altavoz los gritos grabados de un bebé perezoso perdido.
Los voluntarios del Jaguar Rescue Center, sin ánimo de lucro, recorrieron playa Coches durante horas, emitiendo los sonidos con la esperanza de atraer a la madre del bebé.
Unos turistas habían descubierto al bebé en la playa el día antes, cubierto de arena y hormigas, y lo llevaron al centro. Un veterinario reveló que era un perezoso bayo, una especie de perezoso tridáctilo, de pocas semanas de edad y en buen estado de salud. Pero el joven no habría sobrevivido a una noche solo expuesto a la intemperie.
Una búsqueda visual de la madre fue infructuosa. Sabiendo que los perezosos reconocen el llanto de sus bebés, el fundador del centro y biólogo residente Encar García grabó las vocalizaciones del huérfano en su smartphone, trasfirió los archivos a un altavoz portátil y envió un equipo afuera al día siguiente.
Sobre las 5 de la tarde, los voluntarios vieron cómo un perezoso descendía de un árbol. Levantaron a la cría hacia él y aceptó al bebé de inmediato. Los dos compartieron un tierno momento que hizo que a los rescatadores se les saltaran las lágrimas, según contó García.
Peligros para los perezosos
Las perezosas bayo solo suelen tener un bebé de cada vez, al que cuidan hasta que tienen seis meses de edad.
Esta hembra, que no se habría sentido cómoda en el suelo, probablemente usó su agudo sentido del olfato para confirmar la identidad del bebé y a continuación ocultó su rostro para minimizar el contacto con humanos, según explicó la experta en perezosos Monique Pool, directora de Green Heritage Fund Suriname.
«Aplaudo lo que hizo el Jaguar Rescue Center, ya que los bebés tienen muchas más probabilidades de sobrevivir con su madre», dijo Pool en un email.
El episodio prueba los peligros de ser un bebé perezoso en la selva, según añade Sam Trull, director del Sloth Institute, un centro de rescate de animales salvajes en la costa pacífica de Costa Rica.
Muchos perezosos mueren electrocutados en tendidos eléctricos, por atropellos o ataques de perros, y la destrucción del hábitat los desplaza. E incluso en circunstancias óptimas, un bebé patoso siempre puede caer de un árbol.
Un buen plan
García dice que emitir el llanto de un bebé perezoso es una técnica comprobada que ha funcionado antes.
«Una vez, tuvimos un bebé durante ocho días», dice. «Finalmente, pudimos encontrar a la madre».
En 2017, su centro de rescate acogió a 150 perezosos huérfanos o heridos. En lo que va de 2018, han acogido a unos 100. Criar a un perezoso tridáctilo bebé es un gran desafío, en parte porque las hojas que les gusta comer son difíciles de conseguir.
Pero los beneficios valen la pena. Incluso tras 17 años en su puesto, a García todavía le conmueve la tierna escena que presenció en la playa aquel día.
«Para mí, fue como revivir el primer rescate», cuenta.