Protección y regeneración de ecosistemas, una oportunidad social
Estado a principios de 2023 de un área destinada a un proyecto de regeneración del ecosistema tras incendio en Sotalbó, Ávila, ocurrido en el año 2021.
Aunque sería una tarea difícil encontrar un área natural que no necesite actividades de protección o restauración, es importante el reconocimiento del deber del ser humano para poder actuar. La naturaleza y más concretamente los espacios naturales protegidos son esenciales para nuestro bienestar. Esta protección y cuidado en general, aunque lento acaba siendo beneficioso también para la población local.
El biólogo conservacionista y Explorer de National Geographic, Ignacio Jiménez, está convencido de que la restauración y protección ecológica es una de las actividades e industrias con mayor potencial de crecimiento de la actualidad. “Sin ecología no hay economía”, afirma Jiménez.
“Es una necesidad trabajar para que los espacios naturales protegidos no sólo no pierdan parte de sus valores sino para recuperar algunos de los que perdieron en el pasado. Es el equivalente a la restauración de un edificio histórico donde se invierte en recuperar las partes que se perdieron con el paso del tiempo y la actividad humana negativa”, explica Jiménez.
(Relacionado: De desierto tóxico a parque natural. ¿Qué ha pasado?)
La protección y la regeneración ambiental no son lo mismo
El calentamiento global y el cambio climático supone una mayor amenaza a los ecosistemas que nos rodean. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado 2021-2030 como: La Década para la Restauración de los Ecosistemas, sin embargo, debemos diferenciar la protección de la regeneración de ecosistemas.
Sonia Monferrer es educadora ambiental de Fundación Global Nature y señala que, la protección de espacios naturales no requiere necesariamente una acción física mientras que la regeneración sí. “Puedes proteger los ecosistemas con una legislación o información a la ciudadanía, pero cuando estás regenerando requiere de una acción física, supone entonces recuperar todo aquello que se ha perdido y volverlo a naturalizar o devolverlo a lo que era antes, es decir supone una acción humana”, explica Monferrer a National Geographic España y añade que se pueden regenerar espacios naturales a través de la plantación forestal o incluso eliminando especies invasoras, mientras que la protección puede implicar actividades como educación ambiental o la implementación de leyes, para prevenir cualquier daño hacia la flora y fauna.
Los espacios protegidos producen, almacenan y depuran nuestra agua, mantienen los suelos de los que proceden nuestros alimentos y producen el oxígeno que respiramos. Mitigan los efectos del cambio climático, almacenando millones de toneladas de carbono; a la vez que albergan a las especies que constituyen la rica biodiversidad de nuestro país.
De acuerdo con la legislación española, corresponde al Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente la declaración y protección de espacios naturales que carezcan de continuidad ecológica, entendida esta como: la capacidad de los seres vivos y sedimentos de moverse de un lugar a otro. La continuidad ecológica suele verse afectada a causa de la degradación de los suelos o la presión urbanística.
Por el contrario, corresponderá a las Comunidades Autónomas la declaración y protección de aquellos espacios naturales que sí tengan continuidad ecológica. Es decir, aquellos espacios naturales donde los sedimentos, seres vivos y especies biológicas puedan circular sin impedimentos.
España es el país con más espacios naturales protegidos de la UE, el 30% del territorio forma parte de esta Red Natura 2000, una red de espacios protegidos para la conservación de la biodiversidad dentro de la Unión Europea. Jiiménez destaca que, “hay abundantes estudios que muestran como el contacto frecuente con la naturaleza es esencial para nuestra salud física y mental, a la vez que las áreas naturales nos ofrecen oportunidades de ocio y diversión, y generan oportunidades de empleo a los habitantes de nuestras regiones menos pobladas. Finalmente, las áreas naturales protegidas nos conectan con nuestras raíces rurales como sociedad”.
Plantación de árboles para la creación del sumidero de carbono en el Municipio de Aínsa (Valencia) 2022.
Elementos indispensables
Sonia Monferrer señala que todos los proyectos que se lleven a cabo deben contar con un proceso participativo. Para la educadora ambiental, la toma de decisiones tiene que venir desde la misma población y trabajar juntos para proteger y regenerar el medio ambiente que les rodea. En poblaciones como Aínsa (Aragón) realizan distintas actividades educativas y de integración, como la replantación de árboles para la captación de CO2 con estudiantes o la depuración de aguas a través de canales de plantas.
“Creíamos necesario enseñar a cuidar nuestro medio ambiente al municipio y nuestra comarca, el cambio de mentalidad ha sido notorio, antes la gente cambiaba la rueda del coche y la dejaba ahí en el suelo o lanzaban cualquier cosa al río”, señala su alcalde, Enrique Pueyo, quien reconoce que los habitantes carecían de educación ambiental, necesaria para que la población sepa cómo proteger y actuar ante cualquier problemática medioambiental.
Aínsa está muy cerca del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y ha estado trabajando también en el proyecto de recolección y depuración de aguas, para poder afrontar las sequías del verano y aprovechar reutilización del agua en los regadíos y consumo potable. “Ahora la población reconoce que el agua no se depura por sí misma y que debemos de accionar nosotros mismos para lograrlo”, comentó el alcalde.
Cada vez se suman más proyectos promoviendo y reconociendo la importancia de la educación ambiental. Laia Mingueza, Jordi Jon y Sanne Derks son exploradores de National Geographic, , subvencionado con una Beca Meridian de la National Geographic Society con un componente educacional y un proyecto multimedia. La zona de trabajo de los exploradores fue afectada por un incendio ocurrido en el 2021, cerca del pueblo de Navalacruz (Ávila) afectando a más de 22 000 hectáreas. Jon señala que, “el proyecto que se iniciará en otoño 2023, tendrá una estrecha colaboración con personas, asociaciones y colegios de la zona afectada, invitando a los alumnos y habitantes a participar en las actividades para concienciar”.
(Relacionado: Parque Nacional de Doñana: un paraíso para las aves en peligro)
Cómo se pueden sufragar los proyectos de regenaración de espacios naturales
La realización de los proyectos ambientales además de necesitar una participación colectiva, necesitan de la ayuda económica de organismos, debido a los costes tan elevados que pueden implicar.
En España se han realizado a lo largo de los años múltiples proyectos ecológicos con financiamiento principalmente público, proveniente de fondos europeos. Podemos mencionar ejemplos como, el Parque Marjal Pego – Oliva, ubicado de la Comunidad Valenciana, donde han realizado distintos proyectos ambientales, uno de ellos recibió un presupuesto que asciende los 700 000 euros proveniente de fondos europeos para controlar la población desmesurada de jabalíes, erradicación de arruís, una especie invasora de cabras del norte de África, y conservar especies amenazadas.
En el mismo parque, la Fundación Global Nature con apoyo de la financiación europea, adquirió 24 vacas y un toro de raza rústica, para introducir el rebaño de manera artificial en el espacio natural valenciano, y de esta manera crear un entorno medioambiental para atraer aves migratorias y especies amenazadas. El cuidado de los animales insertados está a cargo de Francisco Panella, único ganadero de la zona. "Antes las vacas eran salvajes y ahora son mansas, es un orgullo haberlo logrado solo, aunque me gustará que hubiera más ganaderos”, mencionó Panella, quien trabaja diariamente en el parque.
En Asturias, El Parque natural de Somiedo también ha recibido ayuda financiera, El Principado ha invertido 851.676 euros en la restauración de las escombreras de la antigua mina de mercurio María de la Encarnación, en Caunedo (Somiedo). Los trabajos financiados con fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, están actualmente en proceso. El alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández, indica que, “el proyecto estará terminado para septiembre 2023, y además de la descontaminación, contará con una restauración paisajística a través de una revegetación y haremos un mirador con aparcamiento”.
Por su parte, en la Laguna de El Hito en Cuenca (Castilla-La Mancha), se realizará un proyecto de restauración con el objetivo de hacer frente al retroceso que ha sufrido este espacio. Para ello, la Unión Europea aportará el 65% del coste del proyecto (2 106 472 euros), la Diputación de Cuenca, el 10,9% (352 895 euros) y la Fundación Global Nature, el 24,1% restante (781 360 euros). La alcaldesa de El Hito, Yolanda Rozalén resalta que "el objetivo es transformar sitios agrícolas en zonas de hábitat para especies prioritarias”. La laguna considerada como un humedal estacional de gran importancia internacional por la Convención Ramsar, es el hábitat de distintas aves acuáticas.
El proyecto de restauración busca resolver distintas problemáticas que han afectado a este espacio natural, debido a escombros, vertidos y edificaciones. Entre las distintas acciones que se proponen para la laguna, se realizarán drenajes para asegurar la inundación temporal, limpieza de escombros y basura, cosecha de semillas y muchas otras acciones.
¿Los beneficios son inmediatos?
El director de la Fundación Global Nature, Eduardo de Miguel, nos explica que los impactos positivos de la regeneración ambiental no son inmediatos, pero sí que son más rápidos de lo que se pueda pensar en un principio. “Si inundas un humedal, ese mismo invierno empiezan a venir aves migratorias. Evidentemente no se consigue el clima de biodiversidad en pocos años, pero sí que hay una respuesta muy positiva y agradecida por parte de lo que son especies de fauna y flora”.
Ramón Barrios es hostelero y administrador de un complejo turístico ubicado en la provincia de Jaén, a las puertas del Parque Natural Sierra de Andújar. Desde 1999 en el parque hay proyectos de conservación del lince, lo cual ha atraído al turismo en la zona. “En pocos años la población de linces se ha duplicado, ahora la Sierra de Adújar, es conocida por conservacionistas de todo el mundo como el mejor sitio para ver lince ibérico en libertad atrayendo a mucha gente”, comentó Barrios. Los impactos positivos de la protección y regeneración de ecosistemas además de beneficiar al medio ambiente y a la población, benefician a la economía y al desarrollo rural porque atrae el turismo.
No obstante, distintos profesionales son conscientes de la lentitud de los resultados de estas actuaciones por lo que se necesita un cambio de mentalidad en el ser humano, es por ello que siguen apostando e insistiendo en la educación ambiental de la población, para crear consciencia y tener comunidades que sean capaces de proteger y regenerar espacios naturales.