Esta nueva especie de ave del paraíso tiene unos peculiares pasos de baile
Para atraer a una hembra, este ave despliega su capa, saca pecho y mueve sus patitas.
Es difícil encontrar un ave más soberbia que el ave del paraíso soberbia.
Los machos tienen un elaborado ritual de cortejo, durante el cual extienden su capa negra hasta que solo se ven una franja azul en el pecho y unos ojos azules en medio de una oscuridad absorbente.
A continuación, exhibe un baile, moviéndose alrededor de una hembra con movimientos semicirculares hasta que esta queda cortejada.
Hasta hace poco, los científicos pensaban que este ave tan magnífica era única entre las 43 aves del paraíso que componen la familia Paradisaeidae. Pero en un nuevo estudio de la revista PeerJ, el ornitólogo Edwin Scholes y el fotógrafo Tim Laman describen a un nuevo miembro: el ave del paraíso soberbia de Vogelkop.
Una combinación de trabajos de campo y análisis en museos ha llevado a la conclusión de que la Vogelkop es genéticamente diferente al ave del paraíso soberbia, que ahora se denomina gran soberbia.
El nombre alemán de la nueva especie, que se traduce por «cabeza de ave», está inspirado en una región aislada de la Nueva Guinea indonesia que, al parecer, se parece a la cabeza de un ave sobre un mapa y en su día fue una colonia alemana.
Su propio canto, su propio baile
Al igual que su pariente, la Vogelkop tiene uno de los colores más negros del planeta. La estructura microscópica de sus plumas absorbe casi el 100 por 100 de la luz recibida. Ambas aves tienen marcas de un color azul intenso que forman algo parecido a rostros caricaturescos cuando intentan seducir a las hembras.
Pero también existen diferencias.
Por ejemplo, en su baile, la gran soberbia dobla mucho las rodillas y rebota. Sin embargo, la Vogelkop arrastra las patas con breves movimientos rápidos, deslizándose de un lado al otro.
Las aves también tienen cantos ligeramente diferentes: la soberbia emite un graznido estridente, mientras que la Vogelkop tiene un canto más tonal y agradable.
Scholes y Laman —explorador de National Geographic— advirtieron las inusuales vocalizaciones de la Vogelkop en 2009. El canto era «radicalmente diferente a aquel con el que estábamos familiarizados», explica Scholes.
Sus sospechas cobraron impulso cuando, en 2016, un grupo de investigadores independientes descubrió variantes genéticas en especímenes de museo de aves del paraíso soberbias, lo que indica la presencia de una especie diferente.
Contando con el hallazgo genético, Scholes y Laman emprendieron la búsqueda de pruebas de campo. El equipo, que vivió en campamentos base en el bosque durante meses seguidos, documentó y observó diferencias físicas entre la gran soberbia y la soberbia de Vogelkop que confirmaron que eran especies separadas. Por ejemplo, la «capucha» de plumas de la Vogelkop tiene una forma diferente.
«Nuestras pruebas sobre sus diferencias fueron determinantes», afirma.
Un paraíso para las aves
El equipo espera encontrar más aves del paraíso en los biodiversos bosques de Nueva Guinea, que están tan aislados y son tan remotos que el desarrollo humano no ha invadido en gran medida los hábitats de las aves.
Scholes señala que, en la última década, el ecoturismo responsable ha despegado, ya que el ave del paraíso soberbia es «uno de los santos griales de la observación de aves».
Espera que el desarrollo futuro deje la región intacta. «Antes encontrábamos un mochilero intrépido cada cinco años; ahora hay caravanas, pequeños grupos, y la observación de aves es bastante intensiva».
El dúo planea seguir investigando a las aves del paraíso en Nueva Guinea en el futuro inmediato, según añade. «Tim y yo estamos comprometidos a largo plazo».