Así suena el canto del pájaro más ruidoso del mundo
Según un nuevo estudio, los campaneros blancos macho gritan a un volumen equivalente al de un concierto de rock para impresionar a las hembras.
La selva amazónica es un lugar ensordecedor donde reina una cacofonía constante de animales que intentan que los escuchen. En pleno barullo, el campanero blanco macho ha desarrollado una estrategia ganadora: podría ser el ave más ruidosa del planeta.
Este ave de color marfil se encarama en lo alto de un árbol muerto, en los bosques montañosos del norte de Brazil, y abre el pico de par en par para emitir un chillido chirriante que pone los pelos de punta.
«Parecen de otro planeta», afirma Jeff Podos, biólogo de la Universidad de Massachusetts en Amherst y coautor de un estudio publicado en la revista Current Biology. Según el estudio, el canto del pájaro es el doble de ruidoso que el de su pariente, el guardabosques gritón, otro pájaro autóctono de la Amazonia.
La vocalización del campanero es al menos nueve decibelios (dB) más ruidosa que la del guardabosques gritón y puede alcanzar los 125 dB, un volumen similar al que escucharías si te colocaras junto a los altavoces en un concierto de rock. A modo comparativo, una voz humana tiene un volumen de unos 60 dB.
Según Russ Charif, experto en bioacústica del Laboratorio de Ornitología de Cornell que no participó en el estudio, lo que desconcertó a los científicos es que los machos gritan las notas directamente ante la cara de una hembra curiosa
Charif cree que los machos podrían haber desarrollado este rasgo para impresionar a las hembras, ya que parece que los pájaros más ruidosos están en mejor forma. Es probable que las «hembras empleen el volumen del sonido para evaluar a los machos y posiblemente prefieren a los machos más ruidosos», explica por email.
«Es un estudio fantástico, parece haberse hecho de forma minuciosa y los resultados son sólidos», añade Charif, que indica lo complicado que es grabar los sonidos de los animales silvestres. La investigación también aporta información sobre el estudio de la selección sexual y cómo se esfuerzan los animales para conseguir pareja.
Subiendo el volumen
Podos y sus colegas no se habían propuesto encontrar al pájaro más ruidoso del mundo. El coautor Mario Cohn-Haft, conservador de aves del Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia en Manao, Brasil, trajo un espécimen de campanero blanco macho al museo tras un viaje de investigación.
Ya en la oficina, Cohn-Haft examinó el animal y descubrió que tenía las costillas incrustadas en un músculo abdominal grueso y definido. Así, se le ocurrió la hipótesis de que esta estructura poco común estaba relacionada con sus vocalizaciones ruidosas.
Tras descubrir que nadie había publicado un estudio sobre el canto de los campaneros blancos, el equipo se adentró en la selva para grabar los sonidos de los machos. (Las hembras, que tienen un plumaje de color amarillo verdoso, no emiten vocalizaciones.)
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El equipo rastreó y grabó campaneros y guardabosques gritones y dividió sus cantos en tres tipos. Los cantos del guardabosques macho, el canto de tipo 1 del campanero macho —que es más largo y bajo— y el canto de tipo 2 del campanero macho —que es más corto y ruidoso—.
A continuación, los autores calcularon los cantos para comprobar el volumen que tendrían a un metro de distancia del ave. Los de los guardabosques gritones eran los más suaves y el tipo 2 de los campaneros, los más ruidosos. Sin embargo, los investigadores no pudieron determinar si la musculatura formaba parte del talento del campanero para el canto.
Hay un motivo por el que el canto de tipo 2 es tan sencillo y breve: alcanzar tal nivel de decibelios exige esfuerzo.
«Si le pidieras a un trompetista que emitiera el sonido más alto que pudiera, emitiría un sonido parecido al del campanero, una nota pura y clara», afirma Podos.
¿Un canto ensordecedor para la hembra?
El ritual de cortejo del campanero es muy preciso y siempre termina con el macho pivotando sobre la rama y emitiendo una última nota ante la hembra. Es probable que el sonido sea lo bastante ruidoso como para perjudicar el oído de la hembra, pero los científicos no hallaron pruebas de dicho efecto.
«No es la primera vez que juega y ella ya sabe lo que le espera», explica Podos. Por ejemplo, cuando el macho se hincha para emitir la vocalización, la hembra suele «salir volando para colocarse a una distancia más razonable».
Sin embargo, el equipo no observó ninguna cópula en las aves observadas.
Bob Mulvihill, ornitólogo del Aviario Nacional de Pittsburgh, explica que en general las aves macho atenúan las exhibiciones de cortejo si la hembra parece asustada. Por este motivo, sospecha que el canto ruidoso de los campaneros macho se encuentra en el límite de los rasgos fructíferos seleccionados sexualmente.
Mulvihill añade que la idea de tener tantas ganas de cortejar a una hembra que acaba espantándola del árbol con el ruido tiene su gracia. Es «adorablemente estúpido», afirma Podos.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.