Este nuevo género de pterosaurios lleva el nombre de la casa Targaryen de «Juego de tronos»
El reptil volador prehistórico de huesos extrañamente oscuros había sido clasificado en el grupo incorrecto.
En un estudio publicado en Historical Biology, un equipo de paleontólogos ha revelado una criatura fosilizada con insólitos huesos oscuros, la primera de su nombre en un nuevo linaje de pterosaurios dentados. El reptil, llamado Targaryendraco wiedenrothi como guiño a la casa Targaryen de la serie Juego de tronos, es el pterosaurio del Cretácico más completo hallado en Alemania.
El equipo también clasificó a otros seis pterosaurios conocidos que consideran parientes cercanos del nuevo grupo Targaryendraconia. Los miembros de este linaje presentaban envergaduras de entre tres y ocho metros y hocicos muy estrechos con dientes que sobresalían por la punta de la mandíbula.
Halladas en lugares tan dispares como Inglaterra, Estados Unidos, Brasil y Australia, «todas estas especies son de entornos costeros poco profundos y es probable que se alimentaran de peces», explica Rodrigo Pêgas, autor principal del estudio y paleontólogo de la Universidade Federal do ABC en São Bernardo do Campo, Brasil. «La esbeltez de la mandíbula es el rasgo principal que comparten... es la esbeltez de mandíbulas más extrema entre los pterosaurios dentados».
Taissa Rodrigues, experta en pterosaurios en la Universidad Federal de Espíritu Santo en Brasil que no participó en el estudio, explica que la reclasificación pone de manifiesto lo mucho que hemos aprendido sobre estas maravillas aladas en los últimos años, gracias al hallazgo de nuevos fósiles y a las nuevas iniciativas para analizar y comparar el material fósil en las colecciones de museos.
«El nombramiento del Targaryendraco culmina el reconocimiento de un linaje ignorado de reptiles voladores que vivieron durante millones de años en el Cretácico», afirma.
La reclasificación
El Targaryendraco, un coetáneo volador de los dinosaurios, vivió hace 130 millones de años cuando la parte de Alemania donde lo descubrieron era el litoral de un mar cálido y poco profundo.
El fósil incluye partes de las costillas y las alas, así como las mandíbulas. Quizá no parezca gran cosa, pero el espécimen está relativamente completo si se compara con los restos fragmentarios de otros pterosaurios alemanes de este periodo. Los huesos revelan que el Targaryendraco tenía un hocico largo y estrecho con dientes afilados perfectos para atrapar peces en la superficie del mar.
«Las alas eran largas y estrechas, y esta forma es específica de las aves y los murciélagos modernos que pescan al vuelo», afirma Pêgas.
El cazador de fósiles aficionado Kurt Wiedenroth halló los huesos fosilizados en 1984 en un pozo de arcilla en Engelbostel, cerca de Hanover, en el norte de Alemania. Es posible que su color oscuro se deba a las particularidades de los minerales que contienen las rocas donde se formaron. En 1990, Wiedenroth donó el espécimen al museo de historia natural de Stuttgart, donde lo estudiaron y lo clasificaron como nueva especie dentro del grupo de pterosaurios Ornithocheirus con el nombre científico Ornithocheirus wiedenrothi.
Sin embargo, con el descubrimiento de más pterosaurios y la mayor comprensión de estos reptiles voladores, ha quedado claro que algunas de las especies clasificadas como Ornithocheirus no estaban estrechamente relacionadas y representaban tipos de pterosaurios diferentes.
En paleontología es habitual que haya grupos nombrados que contengan especies poco comprendidas. Estos se han convertido en taxones «papelera», en los que echan a las especies recién excavadas que son fragmentarias o que no se han investigado de forma minuciosa, según explica Darren Naish, paleontólogo de la Universidad de Southampton en Reino Unido.
«Se ha asumido que otros hallazgos de todo el mundo pertenecían al mismo grupo y se ha seguido aplicando el mismo nombre», afirma. «En los pterosaurios, los Ornithocheirus son el mejor ejemplo».
Pero Pêgas y sus coautores del Museo Nacional de Río de Janeiro y el Instituto Catalán de Paleontología, en Barcelona, volvieron a estudiar al Ornithocheirus wiedenrothi y lo redescribieron como Targaryendraco wiedenrothi, ya que los verdaderos miembros del grupo Ornithocheirus presentan una mandíbula más redondeada.
«Durante décadas, los especialistas en pterosaurios han creído que esta especie no pertenecía al grupo Ornithocheirus», afirma Naish, que no participó en el estudio.
Danza de dragones
Respecto al nuevo nombre, los fósiles oscuros recordaron a los autores del estudio a los huesos negros de los dragones de la casa Targaryen. Es más, en su trabajo escriben que «los pterosaurios han inspirado algunos aspectos biológicos de los dragones» de la serie.
Normalmente, cuando aparecen dragones en libros, películas y obras de arte, los representan con seis extremidades: cuatro patas y dos alas.
«Pero eso carece de sentido biológico», sostiene Pêgas. En la naturaleza, no ha existido ninguna criatura vertebrada con tantas extremidades dispuestas de esa forma.
A partir de los rasgos anatómicos de los pterosaurios, que son criaturas reales que vivieron hace millones de años, el creador de Juego de tronos George R. R. Martin imaginó a sus dragones ficticios con cuatro extremidades: dos alas como extremidades delanteras y dos patas traseras.
Pêgas admira esa decisión: «Siempre he pensado que era muy buena, sobre todo porque trabajo con pterosaurios». Además, admite que «soy un nerd y un gran fan de Juego de tronos».
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.