Para los elefantes huérfanos, los amigos pueden ser la clave para aliviar el estrés
Vivir con compañeros puede ayudar a los elefantes jóvenes a prosperar, según una nueva investigación, un hallazgo que podría ayudar a los elefantes que se quedaron huérfanos por la caza furtiva y la sequía.
Los elefantes huérfanos se reúnen en un abrevadero del Santuario de Elefantes de Reteti, en el norte de Kenia. Un nuevo estudio revela que los elefantes huérfanos salvajes que viven entre compañeros de la misma edad tienen menos niveles de estrés que los que no lo hacen.
Cuando un grupo de investigadores se propuso estudiar el bienestar de los elefantes juveniles salvajes de la sabana africana en el centro de Kenia, lo hicieron con una teoría en mente:los elefantes huérfanos estarían más estresados que los no huérfanos.
Hay muchas pruebas de que el vínculo madre-hijo ayuda a amortiguar el estrés en los animales, lo que se ha demostrado anteriormente en ratas, pinzones y cobayas, dice la directora del estudio, Jenna Parker, investigadora postdoctoral de la Alianza para la Vida Silvestre del Zoo de San Diego y la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos. Los elefantes tienen sofisticadas estructuras sociales y profundos vínculos familiares. Dado que los elefantes huérfanos de una misma región mueren en mayor proporción que los elefantes con madres vivas, parecía evidente que los huérfanos supervivientes estarían estresados.
Sin embargo, el equipo hizo un hallazgo inesperado: no había realmente ninguna diferencia en los niveles de hormonas del estrés de los elefantes huérfanos y no huérfanos, siempre que vivieran con miembros de la familia, como tías, primos o hermanos. Los elefantes (incluso los huérfanos) que vivían en grupos con compañeros de su edad resultaron estar menos estresados que los que no lo hacían. En resumen y como decía la canción de Los Beatles, los elefantes pueden salir adelante "con un poco de ayuda de sus amigos".
"Esperábamos ver niveles más altos [de hormonas del estrés] en los elefantes huérfanos", dice Parker, "porque hasta los ocho o nueve años, los elefantes rara vez están a más de 10 metros de su madre".
Con los conflictos entre humanos y animales salvajes y la sequía como amenazas para los elefantes de la región, los resultados publicados hoy en Communications Biology ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo el hecho de tener un grupo fuerte de compañeros puede contribuir a la supervivencia de los elefantes. En 2021, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó al elefante de la sabana africana como especie en peligro de extinción. En Kenia quedan unos 36 000, según un censo nacional de 2021.
Esta información también podría ayudar a los centros de rehabilitación que acogen a elefantes huérfanos a preparar a los animales para un futuro exitoso en la naturaleza, por ejemplo, liberándolos en grandes grupos de compañeros unidos.
Medir el estrés a través del estiércol de los elefantes
Parker comenzó el estudio en 2015, cuando la región de la Reserva Nacional de Samburu había sufrido varios años de aumento de la caza furtiva de elefantes.
En ese momento, dice, sus colegas de la Universidad Estatal de Colorado se dieron cuenta de que "no estábamos entendiendo realmente el impacto total de la caza furtiva. Cuando se mata a un elefante, se producen muchas consecuencias para los elefantes a los que está unido". Querían examinar las repercusiones indirectas: ¿Cómo afecta la caza furtiva de una madre al bienestar social y fisiológico de un huérfano?
El equipo examinó primero las tasas de supervivencia y descubrió que los elefantes huérfanos de Samburu tenían tasas de supervivencia más bajas que los no huérfanos. A continuación, quisieron observar a los supervivientes: ¿Estaban los huérfanos bajo estrés?
Para averiguarlo, analizaron el estiércol de los elefantes en busca de concentraciones de metabolitos de glucocorticoides, una sustancia producida como respuesta al estrés en el organismo. "Es una buena forma de analizar las hormonas del estrés porque no es invasiva", dice Parker. "Sólo hay que esperar a que hagan caca y recogerla".
Por lo general, los niveles más altos se asociarían a un mayor estrés, pero una muestra puntual que muestra niveles altos no es concluyente, explica Parker, porque los elefantes "podrían haberse cruzado con un león antes de defecar". Entre 2015 y 2016, el equipo recogió y analizó 496 muestras de estiércol de 37 elefantes hembras juveniles: 25 de las cuales habían quedado huérfanas y 12 que no. Los elefantes huérfanos tenían una edad media de cinco años cuando perdieron a sus madres.
Aunque al equipo le sorprendió que los elefantes huérfanos no mostraran mayores niveles de estrés que los elefantes que aún vivían con sus madres, el hecho de que los grupos de iguales parecieran desempeñar un papel tan importante no fue una sorpresa.
Parker recuerda a dos huérfanos del estudio, Frida y Rothko. "Frida tenía una oreja izquierda floja y Rothko tenía una oreja derecha floja", y eran inseparables, dice. "Era como si tuvieran al menos un buen par de orejas mientras estuvieran juntos".
Los resultados también encajan con investigaciones sociales anteriores en elefantes africanos, dice Parker. "Los huérfanos aumentan la interacción con sus compañeros de edad tras la muerte de su madre". Señala que la dominación está estructurada por la edad en los elefantes: los elefantes mayores pueden superar a los más jóvenes cuando se trata de comida, por ejemplo, pero los compañeros son generalmente iguales.
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Preparar a los elefantes huérfanos para el éxito
Parker trabaja con elefantes huérfanos en el Reteti Elephant Sanctuary, un orfanato del norte de Kenia que rehabilita y libera elefantes jóvenes.
Esos elefantes estuvieron en su mente durante todo el estudio, dice, porque los resultados muestran que liberar a los huérfanos rehabilitados en grandes grupos con otros elefantes de la misma edad podría prepararles para el éxito inicial en la naturaleza.
A Parker le gustaría ver un estudio similar con una población más específica de elefantes, como los que se han enfrentado a una mayor caza furtiva.
Kathleen Gobush, bióloga de fauna silvestre del Grupo de Especialistas en Elefantes Africanos de la UICN que no participó en el estudio, dice que sería interesante seguir a este mismo grupo de elefantes cuando se enfrentan a un factor de estrés agudo, como una ola de sequía intensa o una nueva ola de caza furtiva.
"La conclusión es que los elefantes necesitan a los elefantes", dice Gobush. "Y cuando ocurre lo peor, como la pérdida de la madre, algunos encuentran nuevas formas de sobrevivir y prosperar".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.