Detenido un alto funcionario camboyano por contrabando de monos
El día de la detención, un encargado de la fauna salvaje del Gobierno de Camboya que asistía a la conferencia de la CITES aseguró a 'National Geographic' que el comercio ilícito de monos "no existe" en su país.
Los macacos de cola larga, como este fotografiado en Malasia, son una especie en peligro de extinción.
Las autoridades estadounidenses detuvieron ayer a un alto funcionario camboyano encargado de la protección de la fauna silvestre cuando se dirigía a una cumbre mundial sobre comercio de fauna silvestre en Panamá. Fue detenido en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York.
Masphal Kry, de 46 años, presuntamente forma parte de una red internacional de contrabando de primates que ha vendido miles de macacos salvajes de cola larga, un animal en peligro de extinción, a centros de investigación de Estados Unidos, presentándolos como criados en cautividad. Las acusaciones contra Kry incluyen la aceptación de sobornos y la entrega personal de monos capturados en la naturaleza a una instalación camboyana que hacía pasar los animales por criados en cautividad.
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Kry es subdirector de la Administración Forestal de Camboya, dependiente del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca. Omaliss Keo, de 58 años, director general de la administración forestal, también fue acusado, al igual que otras seis personas afiliadas a Vanny Resource Holdings, una empresa de cría de animales con operaciones en Hong Kong y Camboya que suministra animales de investigación a Estados Unidos. Los ocho individuos han sido acusados de contrabando y conspiración para violar la Ley de Especies en Peligro y la Ley Lacey, la ley de protección de la fauna más antigua de Estados Unidos.
Según la acusación, las supuestas instalaciones de cría de Camboya suplían la escasez de monos criados en cautividad exportando más de 1000 primates silvestres, identificados falsamente en la documentación de exportación como criados en cautividad, a Florida y Texas. Kry y otros empleados del Gobierno camboyano supuestamente entregaron personalmente macacos salvajes de cola larga a una instalación en Pursat, Camboya, entre diciembre de 2017 y septiembre de 2022. Los macacos fueron extraídos de parques nacionales y áreas protegidas del país.
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Los funcionarios del Gobierno acusados supuestamente recibieron dinero en efectivo para participar en la red delictiva, que incluía pagos por la recolección y el transporte de hasta 3000 "animales no oficiales" que luego podrían venderse a clientes en los Estados Unidos y en otros lugares. En 2020, Vanny Resource Holdings también habría pagado por separado el equivalente a más de 2,5 millones de euros a siete proveedores del mercado negro por más de 14 000 macacos capturados en la naturaleza.
Alrededor de la misma hora en que se produjo la detención ayer, Dany Chheang, subdirector general de la administración forestal de Camboya, hablaba con National Geographic sobre los macacos de cola larga y su posible exportación ilegal desde Camboya en la conferencia de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la cumbre a la que iba a asistir su colega Kry.
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Chheang declaró a National Geographic que su país no hace pasar a los macacos silvestres de cola larga por los criados en cautividad, y añadió que la gente suele acorralar a los macacos "problemáticos" y tirarlos en pagodas y lugares turísticos. Los animales, según Chheang, se capturan y se envían a un santuario, no se matan ni se utilizan para la investigación. El blanqueo de macacos capturados en la naturaleza "no ocurre", dijo. "La gente sólo hace ruido".
Chheang continuó: "Se trata de comercio internacional, por lo que no podemos hacer cosas sin permisos CITES. Todo está en los libros de registro". En el marco de la CITES, los macacos de cola larga están regulados desde 1977, lo que significa que cada envío de estos animales protegidos requiere un papeleo que declare su origen.
"La cría de macacos es un éxito para la conservación", dijo Chheang, y "si no fuera por la cría en cautividad, estos animales habrían desaparecido hace tiempo".
Chheang no respondió a una solicitud de comentarios tras la noticia de la detención y acusación de sus colegas.
A principios de este año, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza incluyó a los macacos de cola larga en la lista de especies en peligro de extinción. La demanda de estos monos, populares entre los investigadores biomédicos por su facilidad de trabajo, se disparó durante la pandemia. Los científicos los utilizan para probar las vacunas contra el COVID-19, como modelos para la investigación del Alzheimer y para ayudar a determinar la toxicidad de los pesticidas para los humanos, entre otras cosas.
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La Sociedad Internacional de Primatología declaró recientemente que la captura de monos silvestres para experimentos de laboratorio y su tergiversación como criados en cautividad son una "gran amenaza" para su conservación.
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Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.