¿Qué hacemos con las cinco millones de cabezas de ganado vagabundeando por la India?
En la India, las reses descarriadas pisotean los cultivos, propagan enfermedades y provocan accidentes de tráfico. También se les venera.
Las reses vagabundas (la mayoría machos abandonados) proliferan por toda la India y, por ley, no se pueden matar. Sin embargo, los expertos investigan soluciones para reducir la población, como internar a los animales en santuarios.
En toda la India, los agricultores se están convirtiendo en sus propios guardias de seguridad nocturnos: patrullan sus cosechas y controlan las vallas o zanjas que rodean sus tierras. Pero sus enemigos no son ladrones. Son las vacas vagabundas, de las que hay más de cinco millones.
"Un rebaño puede destruir toda la cosecha en sólo una hora", afirma Anjani Dixit, jefe de distrito de Rashtriya Kisan Mazdoor Sangathan, una asociación de agricultores del estado septentrional de Uttar Pradesh. Las reses descarriadas también puede volverse agresivas cuando se sienten amenazadas: Dixit afirma que estos animales han corneado mortalmente a dos hombres en su pueblo.
El ganado callejero, que se reúne en los vertederos de basura y zigzaguea entre el tráfico, provoca miles de accidentes de tráfico cada año; entre 2018 y 2022, causaron más de 900 muertes humanas en el estado norteño de Haryana. En algunos estados, las autoridades incluso pegan pegatinas que brillan en la oscuridad en los animales para advertir a los conductores por la noche.
¿Cómo ha llegado la India a esta situación? Muchos ganaderos abandonan a los terneros machos poco después de nacer, quedándose con las hembras, que proporcionan leche y crías valiosas. En el pasado, los granjeros empleaban a los machos para arar sus campos y utilizar su estiércol como abono. Pero ahora casi todos los agricultores utilizan tractores, mientras que el estiércol se ha sustituido por fertilizantes químicos, afirma Krishna Chauhan, veterinario de Lucknow, capital de Uttar Pradesh.
"La utilidad del ternero macho se ha vuelto casi nula", añade. Además de dejar libres a los terneros machos, los ganaderos también matan de hambre a los terneros machos o, en las grandes explotaciones ganaderas, dejan que los animales coman en exceso hasta que mueren, dice Chauhan. A veces, las hembras viejas e improductivas también se convierten en animales callejeros.
Para agravar el problema, el sacrificio de vacas está prohibido en la mayoría de los estados porque los hindúes (que constituyen la religión dominante en India) consideran sagrado al animal. La Junta de Bienestar Animal de la India, dirigida por el Estado, incluso quiso renombrar este año el Día de San Valentín como "Día del Abrazo a la Vaca".
"Es un poco irónico que, supuestamente, nosotros [los indios] seamos amantes de las vacas y tengamos el peor problema de bienestar animal", afirma Navneet Dhand, profesor asociado de bioestadística veterinaria y epidemiología de la Universidad de Sídney (Australia). Por ejemplo, muchas reses vagabundas tienen mala salud, aspecto demacrado y heridas infectadas por atropellos.
Afortunadamente, hay varias soluciones nuevas en marcha, desde la selección de terneras mediante inseminación artificial hasta el mantenimiento de las vacas en santuarios, dicen los expertos.
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Las vacas enfermas son un grave problema
Una vaca extraviada ya es bastante problemática; una vaca extraviada enferma supone un reto totalmente distinto.
"No hay compensación por el sacrificio [de vacas enfermas], por lo que [los ganaderos] o bien las venden a otro ganadero, lo que propicia la propagación de infecciones, o bien las abandonan en la calle", afirma Dhand.
El ganado puede transmitir a las personas enfermedades zoonóticas como la brucelosis, que puede causar síntomas parecidos a los de la gripe. Es probable que el ganado vagabundo contribuyera a alimentar un brote de dermatosis nodular contagiosa, un virus que asoló a más de dos millones de animales domésticos en varios estados indios en 2022.
Aunque las leyes locales permiten a los veterinarios aplicar la eutanasia a las vacas enfermas, la investigación sugiere que es culturalmente problemático y rara vez ocurre. En los últimos años, las vacas se han convertido en un tema político delicado, con turbas hindúes que linchan a personas sospechosas de poseer carne de vacuno o de contrabando de vacas. Como consecuencia, los veterinarios tienen miedo de recomendar la eutanasia, afirma Dhand.
Hace unos años, Uttar Pradesh introdujo marcas auriculares obligatorias para el ganado, lo que idealmente permitiría atrapar a los propietarios que las abandonaran. Pero no funcionó.
"Los propietarios arrancaban la marca junto con la oreja del animal", afirma Chauhan.
Sin embargo, los ganaderos no merecen toda la culpa, dice Dhand, ya que muchos de ellos ven a los animales como miembros de su familia. El mayor problema es la falta de directrices claras sobre el manejo del ganado no deseado, añade.
"Tenemos que dar opciones a los ganaderos. Al fin y al cabo, dirigen un negocio".
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¿Una tecnología revolucionaria?
Ranjit Singh, que posee más de 100 reses en su explotación lechera de Punjab, un estado del norte de la India, afirma que los animales improductivos se convierten rápidamente en una "carga". También admite que abandonarlos es moralmente incorrecto.
Por eso, para minimizar las posibilidades de que nazcan terneros machos, utiliza semen clasificado por sexos para inseminar artificialmente a sus vacas. Es una técnica que garantiza el nacimiento del sexo deseado hasta en un 95%. El Gobierno indio la ha calificado de "revolucionaria". Pero la tecnología importada es cara: hasta 100 veces más cara que utilizar semen convencional.
En diciembre, el Gobierno de Kerala, en el sur de la India, puso en marcha un plan para distribuir semen sexado a precios subvencionados con la promesa de un reembolso en caso de fracaso. Varios estados han anunciado descuentos similares.
La Junta Nacional de Desarrollo Lechero de la India también está trabajando en su propia tecnología, más barata, para clasificar el semen por sexo. Deep Nagaraj, representante de sus instalaciones en Tamil Nadu, afirma que la tecnología india de semen debería llegar al mercado en unos tres años.
Pero hay otra limitación, dice Chauhan, el veterinario: el semen sexado tiene una baja tasa de concepción. Una dosis de semen sexado contiene dos millones de espermatozoides, frente a los 20 millones del semen normal. Si los ganaderos no ven rentable su inversión, se muestran escépticos a la hora de desembolsar dinero extra. "Es muy importante convencer a uno de cada 10 ganaderos de que compre semen sexado", dice Chauhan.
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Un adorno de oro
Mientras tanto, India asiste a un auge de los gaushalas (o refugios para vacas) gestionados por el Gobierno o instituciones religiosas que cuidan del ganado abandonado durante toda su vida. Hay más de 5000 gaushalas en la India, y en Uttar Pradesh, el Gobierno ha anunciado la creación de un santuario para vacas de 52 hectáreas, tan grande como casi 100 campos de fútbol.
El Gobierno indio también está promoviendo una "economía gaushala": convertir el estiércol y la orina de las vacas recogidos en estas instalaciones en productos útiles. Según el Ayurveda, o medicina tradicional india, el estiércol y la orina de vaca tienen propiedades beneficiosas. Aunque casi no hay pruebas científicas de que sea cierto, estos productos se han popularizado recientemente en la India.
Vallabh Kathiria, político del partido Bharatiya Janata, en el poder a nivel nacional, y ex presidente de una agencia gubernamental de promoción y protección de las vacas, declaró a National Geographic que imagina un futuro en el que "la gente vea una vaca vagabunda en la carretera y sienta que ha encontrado un adorno de oro". En su opinión, la clave está en cambiar la percepción que la gente tiene del ganado callejero, de carga a oportunidad.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.