¿Tiene pesadillas este pulpo que cambia de color mientras duerme?
Las observaciones de un pulpo dormido que se despierta sobresaltado han llevado a los científicos a preguntarse si tiene pesadillas o simplemente se está haciendo viejo.
Un pulpo diurno se deja ver en el Pabellón de las Mariposas de Colorado. En 2019, un vídeo viral mostró a un individuo de esta especie cambiando de color mientras dormía. En un nuevo estudio, investigadores reportaron evidencia de comportamientos anormales en un pulpo de arrecife brasileño que podrían ser evidencia de pesadillas.
El pulpo Costello puede ser la primera prueba de que los invertebrados de ocho brazos sueñan, según un nuevo estudio.
Científicos de la Universidad Rockefeller de Nueva York llegaron una mañana a su laboratorio y encontraron al pulpo macho de arrecife brasileño con los brazos enroscados en un trozo de tubo de PVC, como si estuviese intentando estrangularlo. El agua del tanque estaba turbia. El equipo, curioso, revisó las grabaciones de las cámaras de ese mismo día.
Lo que vieron les sorprendió: Costello parecía salir del sueño y adoptar comportamientos defensivos antes de entintar el tanque.
Tales movimientos anormales sugerían que Costello estaba recordando "algo estresante" y posiblemente teniendo pesadillas, dice Marcelo Magnasco, biofísico de Rockefeller y coautor de un estudio sobre este nuevo fenómeno publicado en el sitio web bioRvix.
Los científicos no observaron que el pulpo repitiera las mismas acciones, como agitarse salvajemente, durante el día.
Los autores, cuyo artículo aún no ha sido revisado, advierten que se trata de pruebas de un solo animal y que las razones de los episodios son especulativas.
Costello, el pulpo de arrecife brasileño, duerme inmóvil en imágenes tomadas por el Laboratorio de Neurociencia Integrativa de la Universidad Rockefeller.
En esta imagen, cuando Costello empieza a salir del sueño, se camufla y empieza a agitar sus tentáculos.
"La idea de que los pulpos sueñen es muy convincente", afirma Tamar Gutnick, experta en pulpos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón) que no participó en la investigación. Aunque las pruebas presentadas en este trabajo no son concluyentes, el comportamiento es posible, afirma.
"Dado que esta actividad también presenta patrones claramente coherentes que también se observan cuando los animales están despiertos, podrían imaginarse como una repetición, lo que podría sugerir un sueño", afirma Gutnick.
(Relacionado: 25 fotografías entrañables de animales durmiendo)
Episodios inesperados
Los estudios realizados en varias especies de pulpo demuestran que tienen diferentes etapas de sueño, incluida una forma tranquila de sueño en la que el animal cambia de color uniforme o pálido, y una etapa activa en la que su piel destella diferentes patrones y texturas.
Los investigadores adquirieron a Costello, capturado legalmente en estado salvaje, a un proveedor de los Cayos de Florida (Estados Unidos) en febrero de 2021.
Tras presenciar el primer episodio inusual del pulpo, el equipo examinó 52 días de grabaciones, buscando patrones similares en los que Costello estuviera inmóvil o dormido antes de cambiar bruscamente el movimiento de su cuerpo, agitar sus tentáculos de forma desordenada o realizar algún tipo de respuesta antidepredadora, como entintar.
Registraron cuatro casos en los que el pulpo estaba dormido antes de despertarse y mostrar comportamientos erráticos y violentos, y entintar en dos de ellos.
En un episodio, por ejemplo, Costello se puso de color rojo intenso, dio varias vueltas sobre el suelo de la pecera y agitó los tentáculos antes de soltar una gran nube de tinta oscura. Así actúan los pulpos cuando son atacados por anguilas o luchan entre sí.
"Es evidente que el animal intenta escapar frenéticamente de algo", explica Magnasco.
Es posible que el pulpo estuviera experimentando algo parecido a un trastorno del sueño o pesadillas, como revivir traumas pasados, sugieren los autores. Costello llegó con dos de sus extremidades dañadas, probablemente a causa de encuentros con depredadores, que podrían haber quedado grabados en su memoria.
"No pretendemos dar la impresión de que se trata de un caso cerrado", afirma Magnasco. "Pero ignorar esta posibilidad sería una temeridad".
(Relacionado: ¿Con qué sueñan las arañas?)
¿Un signo de envejecimiento?
Otros científicos se muestran escépticos.
"Es fácil tomar prestados conceptos de lo que conocemos de los humanos y aplicarlos a animales muy diferentes y evolutivamente distantes de nosotros", dice Jennifer Mather, psicóloga de la Universidad de Lethbridge (Reino Unido). "Alguna forma de sueño parece ser muy general en los animales, pero no tenemos ni idea de lo que ocurre en sus cerebros".
Una hipótesis de estos comportamientos es la simple vejez. Robyn Crook, bióloga evolutiva de la Universidad Estatal de San Francisco (Estados Unidos), dice que el comportamiento aberrante es típico de un pulpo en proceso de senescencia, el periodo natural de deterioro y declive previo a la muerte.
De hecho, los brazos hipermóviles y los movimientos desorganizados de Costello apuntan al envejecimiento, al igual que su piel flácida y sus lesiones visibles, afirma. El animal, que tiene aproximadamente una esperanza de vida media de un año, murió de forma natural en abril de 2021.
(Relacionado: ¿Es ético dar éxtasis a los pulpos para fines científicos?)
En busca de respuestas
Determinar si los pulpos podrían soñar requeriría una sólida base de pruebas de lo que sucede en el cerebro cuando los pulpos duermen, dice Crook.
"Queda mucho por saber sobre las bases neurológicas del sueño en los invertebrados, antes de que alguien pueda razonablemente hacer una suposición sobre el sueño", añade.
No obstante, los autores sugieren que monitorizar a los pulpos en laboratorios las 24 horas del día podría revelar episodios similares que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos.
"Si se diera el caso de que el sueño fuera de algún modo universal en muchos animales, sería realmente fascinante intentar entender por qué", dice Magnasco.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.