Un hombre lleva a su perro dentro del abrigo en Beryozovo, Rusia

Por qué tu perro te ayuda a relajarte más que estar con tus amigos

Los psicólogos explican la razón por la que los perros, aunque no puedan hablar, son capaces de rebajar tu ansiedad y mejorar tu estado de ánimo mejor que un humano.

Un hombre lleva a su perro dentro del abrigo a temperaturas bajo cero en una calle peatonal de Beryozovo, Rusia. Cada vez hay más pruebas de que los perros son mejores que los humanos para ayudarte a superar los momentos de estrés.

Fotografía de Gerd Ludwig, Nat Geo Image Collection
Por Stacey Colino
Publicado 22 ene 2024, 13:14 CET

Si alguna vez has notado que te sientes más relajado con tu querido perro cuando estás bajo presión que con tu pareja o un amigo, estás en buena compañía.

Cada vez son más las investigaciones que demuestran que, cuando los dueños de perros se enfrentan a situaciones estresantes, sus cuerpos tienden a reaccionar menos fisiológicamente cuando sus mascotas están presentes. El apoyo incondicional que las personas reciben de sus cachorros tiene un impacto psicológico y una base fisiológica. En los últimos años, numerosos estudios han ilustrado las muchas maneras en que los perros pueden reconfortar a las personas, calmar sus nervios extenuados, saber escuchar y proporcionar otras formas de valioso apoyo, demostrando que a veces las palabras simplemente no son necesarias.

"Nuestros compañeros caninos son muy predecibles y fiables: el amor incondicional que recibimos de nuestros perros nos da una sensación de seguridad", afirma Evangeline Wheeler, profesora de psicología de la Universidad Towson de Maryland (EE. UU); "los perros no te juzgan ni critican. Simplemente se sientan y te miran con ojos cariñosos".

Esta forma silenciosa de aliento canino puede tener un efecto calmante cuando uno está ansioso o bajo presión, a veces más que la presencia de un amigo o compañero humano.

Según un estudio publicado en la revista Psychosomatic Medicine, cuando se ponía a las personas en situaciones en las que se les pedía que realizaran operaciones aritméticas mentales o que soportaran una prueba de "presión fría" en la que se sumergía la mano en agua helada, las que tenían a su perro presente experimentaban menores aumentos de la presión arterial y la frecuencia cardíaca que las que tenían a su cónyuge o a un amigo presente.

Más recientemente, en un estudio publicado en la edición de 2023 de la revista Emotion, se pidió a los participantes que realizaran una tarea estresante (sumar números que parpadeaban en la pantalla de un ordenador) y luego interactuaran con su perro, colorearan un libro para colorear o esperaran en silencio durante 10 minutos. Los que interactuaron con sus perros experimentaron un mayor aumento del estado de ánimo y una mayor reducción de la ansiedad que los que esperaron o intentaron desestresarse coloreando.

"Tu perro te proporciona apoyo social sin juzgarte: sabes que tu perro no te está juzgando por estresarte o por ser un pelele", dice la coautora del estudio Hannah Raila, psicóloga y profesora asistente de psicología en la UC Santa Cruz; "si tu perro está ahí sentado moviendo el rabo, podrías contagiarte de emociones positivas".

Del mismo modo, en un estudio publicado en la revista Society & Animals, los investigadores hicieron que 223 personas se sometieran a la Prueba de Estrés Social de Trier (TSST, por sus siglas en inglés), que requiere que los participantes hagan una presentación y posteriormente realicen una prueba de aritmética mental no anticipada frente a un panel de personas que no proporcionan retroalimentación o estímulo. Cuando las personas realizaban el TSST en presencia de un perro de compañía, presentaban niveles de estrés más bajos, medidos por la presión arterial y la frecuencia cardiaca, y menos ansiedad.

En cuanto al modo en que los perros pueden proporcionar a los humanos un nivel de bienestar que otras personas no pueden, "hay una honestidad cruda que puedes tener con tu perro que no siempre puedes tener con otras personas", dice Lori Kogan, psicóloga asesora y profesora del departamento de ciencias clínicas de la Universidad Estatal de Colorado (EE. UU.); "los aceptamos completamente tal y como son, y ellos hacen lo mismo por nosotros, y son consecuentes al respecto".

(Relacionado: Los perros son más inteligentes de lo que pensamos)

Los beneficios de hablar con Fido

Es habitual que la gente charle con sus perros a lo largo del día, sobre lo que hace cada uno o sobre lo mono, juguetón o travieso que es el cachorro. Es un suave recordatorio de lo que es importante. "Cuando hablas con tu perro, tienes la sensación de que esto es por lo que estás aquí: pase lo que pase en el trabajo o con tus finanzas, tu perro te sigue queriendo y necesitando, y eso te da una sensación de propósito", dice Larry Young, experto en neurociencia del vínculo social y profesor de psiquiatría en la Universidad de Emory en Atlanta (EE. UU.).

Las investigaciones han descubierto que hablar con tu perro sobre cuestiones emocionalmente tensas puede ser especialmente beneficioso. En un estudio publicado en un número de 2018 de Anthrozoös, los investigadores descubrieron que las personas están más dispuestas a confiar en sus perros sobre emociones difíciles, como depresión, celos, ansiedad, apatía y miedo, que con sus parejas románticas o amigos.

Se desconocen las razones exactas, pero una hipótesis es que "las mascotas saben escuchar sin juzgar porque no interrumpen ni replican", afirma Daniel Mills, coautor del estudio, especialista en relaciones entre humanos y animales y profesor de medicina veterinaria del comportamiento en la Universidad de Lincoln (Reino Unido); "un perro no intentará arreglar el problema como hacen algunas personas".

Expresar las emociones, sobre todo las negativas, tiene su valor. Las investigaciones han descubierto que cuando las personas expresan sus emociones con palabras, sus sentimientos negativos se vuelven menos intensos, tanto subjetiva como neurológicamente, al calmar la respuesta de la amígdala, responsable de procesar el miedo, la ansiedad y otras emociones intensas.

La relación con tu perro es un espacio seguro porque tu perro no te juzgará ni estará en desacuerdo contigo. "Los humanos tenemos la necesidad de hablar, y articular cómo te sientes es bastante importante para resolver tus sentimientos", dice Mills; "al verbalizarlo, puedes empezar a darle sentido, en lugar de tenerlo flotando en tu cabeza. Expresar [esos sentimientos] te ayuda a dejar atrás el pasado y avanzar hacia el futuro. Es una liberación".

Otra ventaja oculta: tu perro no va a entablar una conversación sobre lo que te preocupa, lo que podría llevarte a rumiarlo. Es más probable que te distraigan. "Los perros utilizan estrategias de manipulación emocional", dice Mills; "su deseo de jugar es incompatible con que estés sometido o enfadado".

Cuando interactuáis, ambos recibís una oleada de oxitocina (a menudo llamada "hormona del amor" u "hormona del abrazo"), que disminuye la respuesta de estrés a corto plazo, afirma Young.

Un estudio publicado en el número de 2022 de la revista International Journal of Environmental Research and Public Health corrobora este fenómeno: cuando las personas interactúan con sus perros mientras teletrabajan, se reponen los recursos de autorregulación de los humanos; al hacer microdescansos para acariciar a su cachorro, las personas se relajan y rejuvenecen, lo que no ocurre al interactuar con familiares no peludos.

"Los perros son fantásticos leyéndonos (sienten cuando estamos disgustados) y posiblemente nos leen mejor que algunas personas", dice Kogan; y, "como intuimos que nuestros perros nos leen tan bien, nos regulamos para no enfadar a nuestros perros, lo que también nos ayuda a nosotros". Es un bucle de retroalimentación positiva.

Nota del editor: Stacey Colino es coautora del libro 'The Purest Bond: Understanding the Human-Canine Connection'. No ha participado en la investigación que se comenta en este artículo, publicado originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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