Unas mariposas cardera en Benín

La mariposa dama pintada realiza uno de los viajes más largos jamás registrados

Ha llevado más de una década, pero un equipo liderado por el CSIC ya ha descifrado el caso de estos coloridos insectos encontrados a miles de kilómetros de casa.

Las mariposas carderas (Vanessa cardui, en la imagen descansando sobre un arbusto en Benín) son conocidas por volar miles de kilómetros desde Europa hasta África. Ahora los investigadores saben por qué estos insectos también aparecen a veces en Sudamérica.

Fotografía de Gerard Talavera
Por Jason Bittel
Publicado 26 jun 2024, 12:34 CEST

Una semana de otoño de hace unos 10 años, Gerard Talavera pasó varios días patrullando una playa de la Guayana Francesa en busca de lo que él llamaba "lo imposible": una mariposa cardera (Vanessa cardui).

Con coloraciones parecidas a las del tigre, estas mariposas son insectos comunes en Europa, África, Asia, Norteamérica e incluso Australia. Sin embargo, la especie no es nativa de Sudamérica.

No obstante, de vez en cuando, la gente afirma verlas allí.

Las mariposas cardera de Europa vuelan miles de kilómetros al sur para pasar el invierno en zonas de África tropical, como las montañas Guera en Chad.

Fotografía de Gerard Talavera

"Era mi último día y, de repente, vi algo que saltaba a la luz del sol", cuenta Talavera, entomólogo y biólogo evolutivo del Instituto Botánico de Barcelona y el Cosejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y National Geographic Explorer.

"No me lo podía creer, pero era una dama pintada".

Curiosamente, el insecto no estaba solo: después de sacar la red, Talavera observó otras nueve damas pintadas, todas con las alas hechas jirones, revoloteando por la playa. ¿Cómo habían llegado estos insectos, aparentemente frágiles y de cinco centímetros, a una costa situada a miles de kilómetros de su hogar, fuera de su ruta migratoria conocida?

Más de una década después, Talavera y su equipo parecen haber resuelto el misterio.

Gracias a un análisis inédito de los patrones de viento, muestras de polen, genomas y otros datos, los científicos creen que las mariposas volaron desde África Occidental tras eclosionar en Europa Occidental, lo que significa que recorrieron un total de 6920 km en menos de un mes, uno de los vuelos sin escalas más largos jamás registrados para un insecto.

Según Talavera, también podría ser la primera vez que un insecto cruza el Océano Atlántico.

¿Cuántos otros insectos pueden estar realizando viajes similares sin que nos demos cuenta?

"Es posible que estemos infravalorando la frecuencia y el impacto que suponen estos movimientos para nuestros ecosistemas", afirma Talavera, autor principal del estudio publicado en la revista Nature Communications.

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      Izquierda: Arriba:

      Una oruga de mariposa cardera crea un refugio de seda en una hoja en Kenia para protegerse de los depredadores.

      Fotografía de Gerard Talavera
      Derecha: Abajo:

      Una mariposa cardera, recién salida de su crisálida, se posa en una hoja en Benín.

      Fotografía de Roger Vila

      Trabajo de detective

      Investigaciones anteriores sugerían que las carderas tienen un alcance máximo de unos 800 kilómetros en vuelo sin escalas y sin viento. Pero cuando Talavera analizó los patrones de viento de los días previos a su observación en la playa, vio que estas mariposas podían haber hecho autostop desde África a través del Atlántico.

      Sin embargo, para ello, las mariposas debían alternar el aleteo y el planeo con las corrientes de viento, algo que hacen otras mariposas migratorias, como las monarca, pero que no se había observado antes en las cardera.

      "Es una evidencia, pero no una prueba", dice Talavera.

      El entomólogo Gerard Talavera y el bioquímico Roger Vila (en la foto, trabajando sobre el terreno en Kenia) rastrearon anteriormente las migraciones de la mariposa cardera entre Europa y África.

      Fotografía de Gerard Talavera

      La genómica parecía el siguiente paso lógico. Tras analizar muestras de ADN de la mariposa cardera procedentes de Norteamérica, Europa y África, los científicos descartaron Norteamérica (el lugar más cercano a la Guayana Francesa) como población de origen.

      Para añadir aún más pruebas, los científicos aislaron ADN de algunos de los granos de polen adheridos a las alas de las mariposas, lo que a su vez permitió identificar las plantas que habían visitado antes de llegar a Sudamérica. La mayoría de la docena o más de especies de plantas tenían amplias áreas de distribución, lo que no ayudó mucho.

      Sin embargo, dos especies (Guiera senegalensis y Ziziphus spina-christi) sólo florecen al final de la estación lluviosa en África Occidental. En otras palabras, la prueba estaba en el polen. 

      El equipo no se detuvo ahí, sino que evaluó los isótopos, o diferentes variedades, de átomos de los elementos hidrógeno y estroncio en las alas de las mariposas sudamericanas, lo que confirmó que todas habían nacido aproximadamente en el mismo lugar.

      A partir de toda la información isotópica, el equipo elaboró un modelo de los ecosistemas que proporcionarían un hábitat adecuado a los insectos, que apuntaban al Reino Unido, Irlanda, Francia, Portugal, Malí, Senegal y Guinea-Bissau.

      En conjunto, los científicos concluyen con un alto grado de certeza que las damas pintadas nacieron en Europa Occidental antes de viajar a África Occidental. Luego pasaron de cinco a ocho días planeando sobre el Atlántico con vientos favorables antes de aterrizar en la costa sudamericana, donde las encontró Talavera.

      "Combinar estas técnicas nos está ayudando mucho y nos está llevando a lugares donde antes no podíamos llegar", afirma.

      Una mariposa dama pintada abre sus alas al sol.

      Fotografía de Roger Vila

      Un estudio "realmente elegante"

      "Creo que este trabajo es realmente elegante", afirma Jessica Ware, conservadora y jefa de división de Zoología de Invertebrados del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York (Estados Unidos). Se puede "ver toda la historia".

      Ware estudia la libélula rayadora naranja, que migra regularmente entre la India y África Oriental, cruzando el Océano Índico y alrededor de 6000 kilómetros en el proceso.

      "Para la mayoría de los insectos, el agua salada es la muerte, ¿verdad?", dice Ware, que no participó en la nueva investigación; "así que siempre es interesante cuando se puede demostrar con algún tipo de prueba que realmente están migrando".

      A Ware le impresionó especialmente el análisis del polen realizado por Talavera y sus colegas, que, según ella, plantea aún más preguntas. Es decir, si los insectos y el polen atraviesan el Atlántico, existe la posibilidad de que una planta se polinice a sí misma lejos de su fuente original.

      "Me sorprende que estemos en la infancia de la comprensión de este comportamiento tan básico. ¿Las cosas migran a través de este océano, sí o no?", dice Ware.

      "Estamos en 2024 y seguimos teniendo descubrimientos como éste, lo cual es realmente emocionante".

      Las tierras altas de Kenia, como el Parque Nacional del Monte Kenia (en la imagen), son conocidas zonas de reproducción invernal de la mariposa dama pintada.

      Fotografía de Gerard Talavera

      La National Geographic Society, comprometida con iluminar y proteger las maravillas de nuestro mundo, financió el trabajo del Explorador Gerard Talavera. Más información sobre el apoyo de la Sociedad a los Exploradores que destacan y protegen especies críticas.

      Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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