Observan por primera vez a una pareja de osos apareándose en la copa de un árbol
Bajar las luces, poner música lenta y también... ¿subirse a un árbol? La tecnología Crittercam de National Geographic acaba de revelar un ritual de apareamiento nunca antes visto en ninguna especie de oso.
Un oso andino llamado Ruru se despierta lentamente tras ser tranquilizado en Perú. Los científicos le colocaron un collar GPS que seguía sus movimientos y comportamiento, mientras que otros cuatro osos llevaban Crittercams.
Cuando Ruthmery Pillco Huarcaya encendió su ordenador y lo conectó a un collar recientemente recuperado de un oso andino (Tremarctos ornatus), no tenía ni idea del tipo de imágenes que estaba a punto de ver.
"Teníamos más de 1000 vídeos, así que elegí algunos vídeos al azar para reproducirlos", cuenta Pillco, ecóloga de fauna salvaje de la organización peruana sin ánimo de lucro Conservación Amazónica y National Geographic Explorer. "Al principio, ya era increíble saber que la cámara funcionaba", recuerda.
En los vídeos registrados a lo largo de cuatro meses, un oso macho apodado Chris llevó a Pillco y a sus colegas a retozar por un deslumbrante conjunto de comportamientos recién grabados.
Pillco gritó de alegría cuando la cinta mostró al oso con collar, de unos siete u ocho años de edad, nadando por un río, y luego observó con curiosidad cómo el animal engullía fruta, bromelias, insectos e incluso ortigas, un menú que nadie había documentado antes en esta especie poco estudiada, también llamada oso de anteojos.
Pero entonces, el 18 de diciembre de 2023, una hembra de oso andino empezó a aparecer en los breves clips de 15 segundos que el collar grababa cada hora.
Pillco y sus colegas observaron con asombro cómo los dos osos permanecían juntos durante una semana entera en las laderas andinas del sureste de Perú. El cortejo incluyó socializar el uno con el otro, dormir uno junto al otro y, finalmente, ocho vídeos distintos que revelaron la primera prueba de la actividad de apareamiento del oso andino.
¿Y lo mejor? Al parecer, los osos andinos se aparean haciendo equilibrios en las copas de los árboles.
Curiosamente, los científicos no se dieron cuenta de que el comportamiento era novedoso hasta que empezaron a buscar en la literatura científica otros registros de apareamiento en las copas de los árboles y no encontraron nada. Después de todo, los osos negros americanos son conocidos por trepar e incluso dormir en los árboles.
"Pensamos que tal vez era algo común en otras especies de osos", dice Pillco, que dirigió un estudio que anuncia los hallazgos el 4 de diciembre en la revista Ecology and Evolution.
"Pero es algo muy nuevo. Es algo sobre lo que nadie ha informado ni publicado",asegura.
Más arborícolas que un oso normal
Los osos andinos, que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera vulnerables a la extinción, son nativos de las regiones montañosas de Sudamérica, donde pueden encontrarse en una gran variedad de hábitats y elevaciones. Pero donde más a gusto se encuentran es en los árboles.
"Los músculos de las patas traseras son ligeramente más grandes que los de las delanteras, y eso es una adaptación a la vida arborícola", explica Ximena Vélez-Liendo, conservacionista boliviana del zoo de Chester (Reino Unido).
Otras características de la vida arborícola son las garras afiladas y curvadas para trepar, así como la capacidad de construir grandes plataformas en el dosel del bosque, que los osos utilizan para dormir y ponerse a salvo.
"Pueden incluso transportar presas hasta estas plataformas", explica Vélez-Liendo, y añade que no es raro encontrar huesos de diversos animales en los nidos elevados.
Aunque Vélez-Liendo dice que su equipo ha grabado audio del comportamiento de cortejo desde el dosel, nadie había confirmado el apareamiento arbóreo hasta ahora.
"Será la primera vez que presenciemos algo así", afirma Vélez-Liendo, que no está afiliada al nuevo estudio.
Emily Carrollo, antigua bióloga de osos negros de la Comisión de Caza de Pensilvania (Estados Unidos), dice que nunca había oído hablar del apareamiento arbóreo en osos negros americanos.
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Una letanía de primicias
Pillco realizó estudios piloto con las cámaras Crittercams de National Geographic en dos osos más jóvenes, Pillco y Sunchu, antes de equipar a Chris, cuyas imágenes constituyen la mayor parte de los nuevos hallazgos.
En un vídeo se ve a Chris comiendo tierra o arcilla. Este comportamiento, conocido como geofagia, se ha documentado anteriormente en osos pardos y los científicos creen que ayuda a los animales a evitar la diarrea. Sin embargo, nunca se había observado en osos andinos.
Asimismo, las imágenes de la cámara muestran a Chris devorando un mono lanudo, que el oso parece haberse encontrado en el suelo, y subir a las copas de los árboles. Aunque los científicos no pueden precisar si el oso mató al mono o se limitó a carroñearlo, el registro es el primero de este tipo para osos andinos, y sólo el segundo caso de un oso de cualquier especie que consume un primate no humano.
Por último, los datos deparaban una sorpresa más.
"Lo más chocante fue cuando puse un vídeo en el que el oso estaba comiendo algo", dice Pillco. Inseguros de lo que veían, los científicos volvieron a poner el vídeo: "Entonces nos dimos cuenta de que en realidad era una cría de oso".
De nuevo, aunque sigue sin estar claro si Chris mató al joven animal o se encontró con un cadáver, el incidente sería el primer caso conocido de infanticidio en osos andinos.
En algunos animales, los machos matan a las crías de su propia especie para provocar que sus madres entren en celo; Chris fue visto comiéndose a la cría justo un mes antes de la actividad de apareamiento, lo que podría explicar este comportamiento.
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Proteger los bosques, proteger a los osos
Recientemente, Pillco ha colocado un collar a un cuarto oso, un macho llamado Adrian-Mayu. Y aunque los datos de ese oso aún no han sido publicados, ya se observa una gran diferencia en la personalidad de los osos.
Por ejemplo, Adrian-Mayu parece haber pasado casi todo su tiempo en los bosques de bambú nativos de Perú, mientras que Chris prefería los bosques nubosos de las montañas bajas y altas.
Por supuesto, los collares con cámara sólo revelan una parte de la vida de un oso. Pero el hecho de que esa franja incluya cosas como el apareamiento en las copas de los árboles sugiere que tales comportamientos son comunes.
"Es un recordatorio muy importante de lo importantes que son los árboles", dice Pillco, y de que es necesario proteger grandes áreas de hábitat del oso andino para conservar el animal. La pérdida de hábitat es una de las principales amenazas para la especie, junto con la caza furtiva y los asesinatos por venganza después de que los osos se alimenten del ganado.
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Una especie hermosa
La investigación de Pillco también muestra cómo la brecha de conocimientos sobre los osos andinos está empezando a cerrarse.
"En los últimos 10 ó 15 años, la investigación ha aumentado enormemente", afirma Vélez-Liendo, sobre todo gracias a los avances tecnológicos, como las cámaras transportadas por animales.
De hecho, en 1999, cuando empezó a trabajar con la especie, Vélez-Liendo recuerda que soñaba con conseguir una cámara para la fauna salvaje, que en aquella época utilizaba película real y tenía tiempos de uso muy cortos y unas enormes baterías. Pero en muy poco tiempo, dice, esa tecnología ha avanzado mucho: "Nos están permitiendo echar un vistazo a la vida natural de esta increíble y hermosa especie".
La organización sin ánimo de lucro National Geographic Society, comprometida con iluminar y proteger las maravillas de nuestro mundo, financió el trabajo de la exploradora Ruthmery Pillco Huarcaya. Más información sobre el apoyo de la Sociedad a los Exploradores.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.