¿Sueñan con lo mismo los gatos y las ratas?

La comunidad científica está realizando progresos significativos en el estudio del contenido de los sueños de una gran variedad de animales. Esto es todo lo que se sabe hasta ahora de lo que sucede dentro de sus mentes cuando duermen.

Por Brian Handwerk
Un golden retriever descansa en el Valle de la Luna, en el desierto de Atacama, Chile.

Un golden retriever descansa en el Valle de la Luna, en el desierto de Atacama, Chile.

Fotografía de Alex Saberi, Nat Geo Image Collection

Si alguna vez has observado a un perro durante la siesta, probablemente te has preguntado si los animales sueñan.

Es una pregunta con una respuesta complicada. Todavía no sabemos exactamente por qué sueñan los humanos, ni por qué los sueños pueden ser importantes. Estudiar los sueños de los animales es aún más difícil: los perros no pueden explicarnos qué les hizo gemir o correr durante una siesta.

Dependiendo de cómo se definan, los sueños de los animales podrían tener implicaciones intrigantes. 

"Creo que soñar nos da una forma de extender una serie de capacidades cognitivas a los animales; eso incluye cosas como la emoción, la memoria e incluso la imaginación", dice David M. Peña-Guzmán, que estudia la filosofía de la ciencia en la Universidad Estatal de San Francisco (Estados Unidos) y recientemente ha escrito When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness [Cuando los animales sueñan: El mundo oculto de la conciencia animal].

Sabemos que los primates tienen emociones, pero pensemos en las arañas, de las que un estudio reciente sugiere que pueden experimentar un sueño similar al REM e incluso sueños visuales. La idea de los sueños de las arañas parece descabellada, pero puede ser cierta.

"Tenemos la idea de que los sueños son una narración confabulatoria con elementos locos y vívidos", dice Matthew Wilson, neurobiólogo del MIT estadounidense. "Pero cuando nos fijamos en los modelos animales, simplemente tratamos de entender lo que ocurre durante el sueño y que podría influir en el aprendizaje, la memoria y el comportamiento".

¿Con qué sueñan los gatos?

Los gatos domésticos fueron algunos de los primeros animales sometidos a la investigación de los sueños. Michel Jouvet, pionero de los estudios sobre el sueño, descubrió pruebas del sueño felino en la década de 1960, cuando observó el comportamiento de los gatos mientras dormían y lo alteró de forma drástica.

En el sueño REM, los músculos humanos no se mueven mucho a pesar de la intensa actividad mental que impulsa nuestros sueños. Este estado de atonía hace que el cuerpo no represente nuestros sueños por muy reales que parezcan. Jouvet descubrió que, en los gatos, una estructura del tronco cerebral llamada protuberancia parecía regular el sueño REM y producir una parálisis parcial. 

Sin embargo, al eliminar partes del puente de Varolio, Jouvet provocó un cambio drástico en el comportamiento. Con sus cerebros sumidos en el sueño REM, los gatos comenzaron a moverse como si estuvieran despiertos, cazando, saltando, acicalándose y defendiéndose agresivamente de amenazas invisibles.

Jouvet denominó a este periodo sueño paradójico, en el que el cuerpo está quieto pero la mente permanece totalmente activa. Esto proporcionó una ventana a lo que ocurría en los cerebros dormidos de los gatos.

"Los gatos realizaban comportamientos que son muy fáciles de interpretar como un mapeo en una experiencia de vigilia", dice Peña-Guzmán.

Las ratas recuerdan laberintos

Después de que las ratas recorran un laberinto durante el día, pueden repetir el mismo recorrido mientras duermen, según ha demostrado la investigación. Cuando están despiertas, el hipocampo de la rata, una parte del cerebro responsable de crear y almacenar recuerdos, recuerda el patrón neuronal de navegación por el laberinto. Más tarde, cuando está dormida, el cerebro reproduce el mismo patrón, lo que sugiere que la rata recuerda o reaprende el laberinto de nuevo.

Este hallazgo de 2001 fue uno de los primeros en sugerir que los animales tenían sueños complejos. Y fue sólo el principio, dice el coautor Wilson, neurobiólogo del MIT.

"Hemos realizado otros estudios que sugieren que las formas en que los recuerdos de experiencias pasadas se reavivan durante el sueño podrían ser similares a lo que experimentaríamos como sueños".

Esos estudios sobre el cerebro de las ratas muestran que cuando los recuerdos del laberinto se producen durante el sueño, las imágenes visuales que los acompañaban también se reactivan, lo que significa que los roedores dormidos vieron lo que habían visto en el laberinto mientras estaban despiertos. Lo mismo ocurre con las áreas auditivas e incluso emocionales que se reactivan cuando la rata repite el laberinto durante el sueño REM.

"Muchas cosas sugieren que hay una amplia reexperimentación del estado de vigilia durante el sueño", dice Wilson. "Si queremos llamar a eso sueños, me siento perfectamente cómodo con esa descripción. Lo interesante es que, si eso es lo que ocurre, ¿qué significa?"

Los pinzones cebra recuerdan canciones

A pesar de ser conocidos por sus cantos líricos, los pinzones cebra no nacen cantando. Los pájaros deben aprender escuchando, practicando y, tal vez, soñando.

En el año 2000, los investigadores descubrieron que las neuronas del cerebro anterior de las aves se disparan con un patrón distinto mientras cantan una canción, un patrón que los científicos pueden recrear nota por nota. Mientras los pájaros duermen, su cerebro reproduce este mismo patrón, replicando la canción que escucharon y cantaron ese día, lo que sugiere que los pájaros recuerdan y practican canciones mientras duermen.

Los autores del estudio sospechan que los pájaros cantores sueñan con cantar. ¿Los pájaros que sueñan reviven sus experiencias de vigilia? ¿O los sueños cantados son más bien algoritmos que funcionan sin conciencia? Los científicos podrían estar más cerca de averiguarlo.

Tras dos décadas de investigación, los pinzones fueron los primeros no mamíferos con una estructura de sueño similar a la de los humanos, incluido el sueño REM. Trabajos más recientes demuestran que los pájaros también mueven sus músculos vocales para adaptarse a la música de sus cerebros, y que se les puede incitar a cantar una canción que se les toca mientras duermen. 

Los pinzones dormidos también producen variaciones en sus canciones, lo que sugiere que recogen información sensorial mientras están despiertos y crean cambios adaptativos improvisando nuevas versiones para promover el aprendizaje en un estado de sueño.

Durmiendo profundamente con los peces

El pez cebra también experimenta un sueño similar al REM, según el neurobiólogo de Stanford (EE. UU.) Philippe Mourrain. Mientras duermen, estos peces pierden el tono muscular, desarrollan latidos arrítmicos y muestran una actividad cerebral parecida a la de un pez despierto. Una diferencia notable con respecto a los humanos, aunque no con respecto a los demás animales, era que los peces no movían los ojos (y tampoco, al carecer de párpados, los cerraban.

El hallazgo sugiere que el sueño REM, el estado en el que se producen la mayoría de los sueños, puede haber evolucionado hace al menos 450 millones de años, antes de que los animales terrestres y acuáticos divergieran en su evolución.

"Hace 20 años, la gente me decía que los peces ni siquiera dormían", dice Mourrain. "Ahora vemos que... esas características de comportamiento se conservan desde los insectos hasta las arañas y los vertebrados. Y en el sueño REM, se pierde el control de los sistemas reguladores más vitales. La evolución no habría conservado un estado tan frágil si no importara".

Pero, ¿por qué importa el sueño? ¿Significa la conservación del sueño REM a lo largo de la evolución que incluso los peces pueden soñar? 

Eso depende de su definición de sueño. Para Mourrain, la mejor manera de explicar el sueño es como un simple barajado de sinapsis o, en otras palabras, un reinicio de las conexiones neuronales que prepara nuestro sistema nervioso para el día siguiente mediante procesos como la consolidación de la memoria y la optimización de la cognición.

"No me sorprendería que se encontraran sueños reales en los animales, y creo que con el tiempo seremos capaces de demostrarlo científicamente", dice. 

"Hiciste algo durante el día, y tu cerebro lo reproducirá, lo integrará y lo mezclará con otras experiencias. No somos la única especie capaz de recordar y aprender".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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