Nace el primer plástico biodegradable a partir de residuos vegetales
El laboratorio TheCircularLab ha logrado crear el primer bioplástico que se fabrica a partir de residuos vegetales y es biodegradable.
Esta historia forma parte de ¿Planeta o plástico?, una iniciativa plurianual para crear conciencia sobre la crisis global de desechos plásticos. Ayúdanos a evitar que mil millones de objetos de plástico de un solo uso lleguen al mar para finales de 2020. Elige al planeta. Comprométete en www.planetaoplastico.es.
¿Imaginas convertir la peladura de una patata o la piel de una naranja en plástico biodegradable? Alimentar con glucosa a un microorganismo que produce una sustancia parecida a este material podría ser la clave para la generación de un nuevo tipo de plástico que no solo será biodegradable, sino también reciclable y apto para fabricar compost.
En plena carrera de fondo hacia la creación de bioplásticos que nos permitan dar un giro de 360 grados a la plaga que inunda nuestro planeta, TheCircularLab, centro de innovación en economía circular perteneciente a Ecoembes, y el Centro Tecnológico AINIA de Valencia han desarrollado este material biodegradable y biobasado, es decir, fabricado a partir de materia 100% orgánica como la monda de una patata o la zanahoria.
Esta innovación no solo revoluciona el futuro de los plásticos, sino también abre nuevas posibilidades en la reducción del desperdicio alimentario y la economía circular. “El nuevo plástico sostenible es el germen de nuevos desarrollos basados en el diseño circular, y uno de los ejemplos de cómo serán los envases en el futuro”, ha señalado Zacarías Torbado, coordinador de TheCircularLab.
Microorganismos como protagonistas en la producción
El bautizado como PHBV (PoliHidroxiButilValerato) se obtiene a partir de la trituración del residuo vegetal para extraer su glucosa, con la que se alimenta a un microorganismo que produce el biopolímero necesario para su fabricación. El plástico resultante puede utilizarse para el envasado de alimentos y, a diferencia de otros bioplásticos, se podrá reciclar, compostar, e incluso biodegradarse en el entorno marino.
Aunque el proyecto aun se encuentra en fase de prototipo, se espera que este descubrimiento revolucione el panorama de la innovación sostenible tan pronto como pueda ponerse al alcance del mercado.
Más de 100 ideas que revolucionarán la economía circular
Con tan solo un año y medio de vida, el centro de innovación ha lanzado más de 100 proyectos con el objetivo de acercarnos un amplio abanico de posibilidades enfocadas a un futuro sostenible. Basado en un ecosistema de investigación abierta y pionero en Europa, el centro sigue cuatro líneas de investigación: la gestión inteligente de residuos o smartwaste, el envase del futuro, la ciencia ciudadana y el emprendimiento.
Entre los proyectos más recientes, destaca la creación del primer asistente virtual de reciclaje, A.I.R-e. Este novedoso chatbot se sirve del reconocimiento de imagen, voz y texto e incorpora Inteligencia Artificial para ayudar a los ciudadanos a reciclar desde su móvil. Tan sencillo como una conversación al estilo WhatsApp, en la que puedes mandar incluso fotos del material que no sabes dónde reciclar.
La jornada de presentación de estos proyectos ha acentuado la necesidad de poner en marcha un fuerte compromiso con la economía circular a todos los niveles, ya que, como afirma el consejero delegado de Ecoembes, Oscar Martín, “debemos dejar atrás la filosofía del producir, usar y tirar para adentrarnos en el nuevo paradigma de la economía circular y poder, así, ser capaces de responder a desafíos ambientales como el cambio climático, la contaminación o el uso eficiente de la energía. Porque no tenemos un planeta B”.