Hallan un fósil del reptil volador más grande de la península ibérica
Con más de cuatro metros de envergadura y una característica cresta, el primer reptil volador de la historia habitaba la zona de Europa y Asia hace 125 millones de años.
Un reptil volador de unos 4 metros de envergadura que habitó la actual ciudad de Teruel hace 125 millones de años ha sido hallado en el yacimiento de Obón. Esta nueva especie de pterosaurio, el Iberodactylus andreui, contaba con una característica cresta ósea en la parte superior del cráneo.
Este hallazgo se considera el tercer pterosaurio descubierto en la península y el más grande del grupo, formado por sauróptidos voladores que existieron durante la época Mesozoica, hace 228 a 66 millones de años.
A unos 100 kilómetros al norte de la ciudad de Teruel ha sido hallado el morro del animal, un gran fósil que ha permitido a los investigadores describir el aspecto de esta especie. El equipo internacional, liderado por Borja Holgado, investigador del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), con la participación de Aragosaurus-IUCA ha descrito en el estudio la morfología del nuevo Iberodactylus andreui.
"La función de esta cresta no está clara, pero probablemente se trate de un carácter de dimorfismo sexual como se observa en otras especies de pterosaurios relacionadas con Iberodactylus", ha afirmado en un comunicado Borja Holgado, investigador asociado al ICP que lidera la investigación.
La primera especie voladora
El registro fósil del pterosaurio es escaso, pero suficiente para conocer sus frágiles huesos, que son huecos para aligerar el peso del animal al volar, pero disminuye enormemente la posibilidad de que fosilicen y lleguen hasta nuestros días.
El fósil, emplazado ahora en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, indica que el Iberodactylus andreui fue una especie de gran envergadura, mayor que la de cualquier ave actual.
Con una estructura de alas parecida a la del murciélago actual, los pterosaurios también fueron la primera especie que desarrolló el vuelo activo gracias a su gran membrana sujerada a la extremidad anterior que les permitía propulsarse.
Además de todos estos descubrimientos, el fósil conservaba también algunos de sus dientes, lo que ha permitido a los investigadores conocer que se alimentaba de peces. A pesar de que otros estudios anteriores "La premaxila presenta algunas hileras de dientes cónicos que nos indican que se alimentaba de peces", comenta Jose Ignacio Canudo, jefe del grupo Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza.
Parientes cercanos de los dinosaurios
A pesar de que a menudo se les conoce como “dinosaurios voladores”, los pterosaurios tan solo están emparentados con ellos, pero no lo son. “Este grupo de reptiles surgió hace unos 228 millones de años, a finales del período Triásico, y dominó los cielos de la era Mesozoica durante más de 160 millones de años, extinguiéndose junto con los dinosaurios no avianos a finales del Cretácico, hace 66 millones de años”, afirma el estudio.
Incluida ahora en la familia de los Hamipteridae, el Iberodactylus andreui comparte ahora linaje con una especie china, la Hamipterus tianshanensis. Los investigadores afirman que el trabajo también “se centra en la evolución y diversificación del linaje Anhangueria, que incluye no sólo los hamiptéridos, sino también otros grandes pterosaurios piscívoros con cresta como Anhanguera piscator o Tropeognathus mesembrinus”.
Este trabajo abre aporta por tanto una valiosa información para el estudio de esta especie y abre la puerta a diversas investigaciones sobre el origen de este linaje, que se situaría en las masas de tierra que hoy constituyen Eurasia.