Nace el primer bebé de una mujer con cáncer a través de óvulos madurados in vitro y congelados
Antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer que provocó su infertilidad, los médicos extrajeron óvulos para madurarlos en un laboratorio y congelarlos durante cinco años.
Una técnica pionera ha permitido el nacimiento del primer bebé de una mujer con cáncer a través de un óvulo inmaduro que, tras madurar en un laboratorio, se congeló y fertilizó cinco años después. Antes de comenzar su tratamiento contra el cáncer, los médicos extrajeron óvulos inmaduros y utilizaron la llamada maduración in vitro para desarrollarlos en el laboratorio.
Estudiado en el contexto de preservación de la fertilidad en el hospital francés Antoine Béclère de Clamart, este descubrimiento podría suponer una gran esperanza para aquellas mujeres que ven afectada su fertilidad tras someterse a los tratamientos que luchan contra el cáncer.
El caso de esta mujer francesa de 34 años, publicado ayer en la revista Annals of Oncology, supone el primer caso de éxito de maduración in vitro como solución a los problemas de fertilidad asociados a la quimioterapia.
Pasados cinco años desde la aparición del cáncer y ante los problemas que estaba teniendo para concebir, los médicos rechazaron la opción de estimular sus ovarios porque las hormonas podían causar la recurrencia del cáncer de mama. Los seis óvulos inmaduros que habían sido congelados antes de la quimioterapia fueron entonces fertilizados y, tras transferir uno de ellos al útero de la mujer, el embarazo pudo ser llevado a término de manera normal.
Madurados en un laboratorio
"Este éxito representa un avance importante en el campo de la preservación de la fertilidad", afirma en Le Parisien Michaël Grynberg, director del departamento de medicina reproductiva del hospital. Hasta ahora, la maduración in vitro había sido exitosa en casos de fertilización inmediata, pero no tras la congelación de los óvulos.
Tras la maduración de los óvulos y con el objetivo de reducir las posibilidades de afectación de las células, los médicos congelaron los óvulos maduros mediante vitrificación, una técnica que los congela muy rápidamente mediante nitrógeno líquido y evita la formación de cristales de hielo.
Convencionalmente, este proceso requiere la obtención de óvulos maduros tras la estimulación hormonal, pero ciertas patologías son incompatibles con este tratamiento, bien por ser dependientes de hormonas como el cáncer de mama o por implicar especial urgencia en el inicio de la quimioterapia.
“Sabemos que la competencia ovocitaria o embrionaria sigue siendo menor que después de la estimulación ovárica. Sin embargo, este éxito demuestra que la técnica de maduración in vitro de ovocitos es una opción real para preservar la fertilidad femenina", informa el profesor Michaël Grynberg en un comunicado de la Universidad.
“Este primer nacimiento después de la maduración de los ovocitos es una verdadera esperanza para las pacientes que no pueden recibir estimulación ovárica”, afirma en el mismo medio la profesora Nelly Achour Frydman. Tras este éxito, la técnica de maduración in vitro de ovocitos se dibuja como una primicia mundial para preservar las capacidades reproductivas de las personas cuya fertilidad puede entrar en riesgo debido a los tratamientos contra el cáncer.