Vientre de mujer embarazada

Traer una vida envejece: esto es lo que un embarazo le hace a nuestra edad biológica

Un estudio sin precedentes confirma que el crecimiento de un ser humano en nueve meses pasa factura, y que los embarazos múltiples pueden tener un efecto acumulativo.

Los científicos ya sabían que el embarazo supone un enorme estrés para el organismo, y ahora un nuevo estudio demuestra que puede acelerar el envejecimiento de las células de la mujer.

Fotografía de Philipp Horak, Agency Anzenberger, Redux
Por Elizabeth Anne Brown
Publicado 9 abr 2024, 12:37 CEST

Aunque seguramente no sorprenda a nadie que haya pasado por un embarazo, ahora ya disponemos de la confirmación oficial: la comunidad científica acaba de descubrir que hacer crecer un ser humano desde cero hace que tu cuerpo "envejezca".

Una nueva investigación sugiere que un solo embarazo puede añadir entre 2 y 14 meses a tu edad biológica.

"El embarazo tiene un coste que parece ser detectable incluso" a partir de los 20 años, afirma Calen Ryan, líder del estudio y bióloga humana de la escuela de salud pública de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.

Se trata de un "estudio histórico" que reafirma lo que las mujeres ya saben: el embarazo tiene un enorme impacto en el organismo, afirma Yousin Suh, profesor de la Universidad de Columbia que investiga cómo afecta el embarazo al envejecimiento, que no participó en el estudio, publicado el 8 de abril en Proceedings of the National Academy of Sciences.

La edad cronológica (o el número de vueltas que has dado al sol) puede ser distinta de la biológica, que es la edad que aparentan tus células y órganos según su bioquímica.

Ryan estudia las razones por las que nuestros cuerpos pueden envejecer más rápido o más despacio de lo que esperamos, y gran parte de ello se reduce a la epigenética, es decir, cómo y cuándo nuestros cuerpos deciden activar y desactivar los genes.

Aunque las costumbres y tradiciones vinculadas al embarazo son diferentes en todo el mundo, el proceso de desarrollo es universal. Te enseñamos la ciencia del embarazo desde la concepción hasta el parto, pasando por los tres trimestres.

Ciertos acontecimientos vitales (como enfermedades graves, traumas o periodos de estrés intenso) parecen provocar "saltos" en la edad epigenética, ya que el organismo reorienta la energía y los recursos para hacer frente a esos retos.

Y puesto que hay pocas funciones biológicas más arduas que hacer crecer a una persona entera en sólo nueve meses, el reciente estudio confirma la sospecha de los científicos de que el embarazo (especialmente los embarazos múltiples) tiene un coste para la edad biológica.

(Relacionado: Cómo saber si padeces estrés crónico)

Tu reloj epigenético

Si nuestro genoma es un manual de instrucciones, el epigenoma es un complejo sistema de marcadores, resaltados y subrayados que indica a nuestras células qué genes deben leer y cuándo. Esto ocurre a menudo a través de la metilación, un proceso por el que unas diminutas etiquetas químicas llamadas grupos metilo se adhieren a una sección del ADN.

Los genes que necesitan estar activos cambian constantemente en respuesta a nuestro entorno y experiencias, por lo que esos grupos metilo deben moverse y sustituirse con frecuencia. Sin embargo, a medida que envejecemos, esta maquinaria de mantenimiento parece empezar a cometer errores, haciendo que las metilaciones se acumulen en algunos lugares y desaparezcan en otros.

Tomando una muestra de sangre y contando los marcadores de metilación en lugares clave del código genético, los científicos pueden calcular la edad epigenética de una persona mediante un conjunto de algoritmos llamados "relojes". Estos relojes predicen el riesgo de muerte y de complicaciones de salud, pero lo que se sabe menos es cómo influye la fertilidad en la edad biológica.

Para saber más, Ryan y sus colegas recurrieron a un estudio de larga duración sobre la salud intergeneracional en Filipinas. En 2005, analizaron muestras de sangre de 825 mujeres participantes de entre 20 y 22 años.

Los científicos detectaron una diferencia sorprendente: el número de cambios epigenéticos en su ADN reveló que las mujeres que habían estado embarazadas entre cuatro y 14 meses eran biológicamente mayores que sus compañeras que no lo habían estado, incluso después de controlar factores como el nivel de ingresos y el hábito de fumar.

A pesar de su proximidad en edad, las mujeres del estudio presentaban trayectorias de fertilidad muy diferentes: algunas nunca habían estado embarazadas, otras habían tenido uno o más embarazos y otras estaban embarazadas en el momento de la recogida de las muestras.

Esto planteó una cuestión crucial: ¿creaban los embarazos múltiples un efecto acumulativo de envejecimiento, en el que cada embarazo adicional aumentaba aún más la edad epigenética de la madre?

Utilizando las primeras muestras de sangre como referencia, los investigadores recogieron nuevas muestras de 331 de las mismas mujeres embarazadas entre cuatro y nueve años después.

Al comparar las dos instantáneas de la edad epigenética de cada mujer, Ryan y su equipo calcularon el impacto de cada embarazo adicional durante los años intermedios.

"Las mujeres que tuvieron más embarazos durante ese tiempo sufrieron más cambios en el envejecimiento epigenético", afirma Ryan, y cada embarazo añadía de dos a tres meses a la edad biológica de la madre.

Suh, que estudia el coste de la reproducción en el cuerpo humano, afirma que los hallazgos de Ryan representan un avance importante en nuestra comprensión de cómo afectan los embarazos múltiples a la edad biológica, ya que la mayor parte de la investigación existente ha examinado un solo embarazo.

La nueva investigación, dice, cuadra con lo que sabemos sobre las altas tasas de natalidad: que tener muchos embarazos puede llevar a una vida más corta y a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, Suh y Ryan coinciden en que los futuros padres no deben desesperarse: no es seguro que una edad epigenética ligeramente superior durante los años fértiles vaya a provocar complicaciones décadas más tarde.

De hecho, algunas investigaciones sugieren que puede haber un "punto dulce" para la fertilidad, dice Suh. Por ejemplo, uno o dos embarazos pueden ser mejores que ninguno en algunos casos, ya que el embarazo está relacionado con un menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y tener al menos un hijo se asocia con una esperanza de vida ligeramente mayor.

A medida que los científicos aprendan más sobre el envejecimiento y la fertilidad, "podremos trabajar para identificar a las personas que podrían estar en mayor riesgo", añade Ryan, y elaborar estrategias para disminuir los efectos negativos del embarazo.

Estudios recientes indican que el coste epigenético del embarazo puede variar según el país y la cultura, lo que sugiere que el apoyo de los padres y el acceso a la atención sanitaria pueden desempeñar un papel importante.

Suh añade que serán necesarias más investigaciones para desentrañar el impacto de la crianza desde el parto en la edad epigenética, así como para investigar si la carga del embarazo es mayor cuando los padres son mayores que los del estudio.

Aunque parezca sabido que el embarazo envejece, se trata de un concepto relativamente nuevo en la literatura científica, y Suh afirma que investigaciones como la de Ryan deberían haberse llevado a cabo hace tiempo.

"Me anima mucho que se esté haciendo este tipo de estudio", añade.

más popular

    ver más

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

    más popular

      ver más
      loading

      Descubre Nat Geo

      • Animales
      • Medio ambiente
      • Historia
      • Ciencia
      • Viajes y aventuras
      • Fotografía
      • Espacio

      Sobre nosotros

      Suscripción

      • Revista NatGeo
      • Revista NatGeo Kids
      • Disney+

      Síguenos

      Copyright © 1996-2015 National Geographic Society. Copyright © 2015-2024 National Geographic Partners, LLC. All rights reserved