Hombre, escucha: cuando seas padre, tu salud lo agradecerá
Una pareja gay con su hijo, al que adoptaron cuando tenía 4 días.
Los costes de la paternidad son de sobra conocidos: responsabilidades económicas y estrés asociado, falta de sueño y menos tiempo libre. Pero también hay muchas ventajas mentales y físicas derivadas de asumir un papel tan fundamental como el de cuidador.
Entre ellas se incluyen mayores reservas de empatía, mayor longevidad y más felicidad y sentido de la vida. "Los hombres también manifiestan mejoras en la dieta y el ejercicio y un menor consumo de sustancias después de ser padres", afirma Sarah Schoppe-Sullivan, profesora de psicología de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) y miembro del Consejo Nacional de Relaciones Familiares; "y los padres que se implican más con sus hijos están más satisfechos con su vida y están más conectados con sus amigos, su familia y su comunidad".
Un padre presente también puede aportar beneficios inigualables a los hijos que crían. "Los niños que crecen con padres investidos tienen mejores resultados sociales, emocionales y académicos que los que no los tienen", afirma Lee Gettler, antropólogo biológico y director del laboratorio de Hormonas, Salud y Comportamiento Humano de la Universidad de Notre Dame (en Indiana, EE. UU.).
Por supuesto, estas ventajas también se aplican a las madres y a todos los tutores y cuidadores comprometidos, pero de vez en cuando, conviene destacar los beneficios aparentemente sobrehumanos que se derivan de ser un padre superhéroe.
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Mejoras en la salud mental
La paternidad puede ser muy beneficiosa para la salud mental de un padre, ya que mejora los sentimientos de compasión, aumenta la realización vital y proporciona mayores índices de satisfacción con el rendimiento laboral y el equilibrio entre trabajo y vida privada.
"Tanto yo como otros investigadores hemos constatado sistemáticamente que cuidar de los hijos y pasar tiempo con ellos se asocia a beneficios emocionales para todos los padres, y especialmente para los papás", afirma Katherine Nelson-Coffey, científica del comportamiento, investigadora y directora del laboratorio de Conexión Social y Psicología Positiva de la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos).
Nelson-Coffey ha medido estos beneficios en múltiples estudios comparando las actividades cotidianas en las que suelen participar los hombres y observando con quién se realizan y qué emociones se experimentan durante cada una de ellas. "Hemos observado sistemáticamente que los padres manifiestan emociones más positivas y una mayor sensación de significado cuando pasan tiempo con sus hijos, en comparación con las demás actividades que realizan durante el día", explica.
Los padres primerizos también experimentan un torrente de hormonas de la felicidad. "Hemos publicado estudios que demuestran que la oxitocina de los padres aumenta sustancialmente cuando cogen a sus bebés en brazos por primera vez poco después de nacer", dice Gettler.
Otro cambio notable que se produce cuando los hombres se convierten en padres es que, a medida que pasan tiempo con sus bebés y niños pequeños, experimentan una disminución de la testosterona. "La testosterona más alta concentra el tiempo y la energía en el apareamiento y la competición, mientras que la testosterona más baja desplaza los compromisos de tiempo y energía hacia la asociación y la paternidad", afirma Gettler, coautor del primer gran estudio longitudinal que mide estos cambios.
La empatía y la comprensión resultantes de estos cambios hormonales son algunas de las razones por las que, "a nivel conductual, los antropólogos son conscientes desde hace mucho tiempo de que las culturas en las que los hombres viven cerca de los niños tienden a ser menos belicosas y menos propensas a iniciar guerras", afirma Sarah Blaffer Hrdy, profesora emérita de la Universidad de California y autora del libro Mothers and Others: The Evolutionary Origins of Mutual Understanding [Madres y otros: Los orígenes evolutivos de la comprensión mutua].
Más allá de los cambios hormonales, los padres también experimentan muchas emociones positivas cuando sus hijos dicen algo divertido, aprenden una nueva habilidad o muestran su tierno afecto con palabras o abrazos. "Experimentar con frecuencia emociones positivas de este tipo son elementos importantes para la salud mental y el bienestar", afirma Nelson-Coffey.
En un estudio de apoyo del que Nelson-Coffey fue coautora y que se publicó este año, mostró que los padres también experimentaban un sentimiento de gratitud que "predecía una mayor satisfacción vital y menos emociones negativas a lo largo del tiempo".
Gettler señala otra investigación relacionada que muestra que "los padres en pareja que viven con sus hijos también tienen menos probabilidades de estar deprimidos que los hombres solteros sin hijos". Dice que es probable que esto esté asociado a las emociones de felicidad que los padres sienten con frecuencia mientras cuidan de sus hijos y a la satisfacción que algunos hombres experimentan cuando cubren las necesidades económicas de su familia.
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Un círculo social más amplio
Los padres también experimentan a menudo muchas nuevas oportunidades sociales gracias a sus hijos, como conocer a otros adultos a través de la participación en deportes centrados en los niños, las reuniones de padres y profesores en el colegio, las citas para jugar y el escultismo.
Karen Fingerman, profesora de desarrollo humano y ciencias de la familia en la Universidad de Texas, afirma que estas oportunidades son especialmente apreciadas cuando una familia se traslada a una nueva ciudad.
En apoyo de esta afirmación, Nelson-Coffey señala uno de sus estudios sobre paternidad, según el cual los hombres con hijos experimentan una mayor sensación de conexión social que los hombres sin hijos. Explica que cuando los hombres se sienten conectados con los demás, "son menos propensos a experimentar la soledad, que es un importante factor de riesgo para el desarrollo de la depresión y otros problemas de salud mental".
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Más actividad física frente al "cuerpo de papá"
Más allá de estas ventajas mentales y sociales, los padres también experimentan muchos beneficios para la salud física. Por ejemplo, los estudios demuestran que es más probable que los hombres eviten las drogas y se deshagan de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol, en parte porque "los niños pequeños ayudan a los padres a considerar y priorizar lo que es más importante en la vida", afirma Jay Fagan, profesor emérito de la facultad de trabajo social de la Universidad de Temple (EE. UU.) y antiguo codirector de la Red de Investigación y Práctica sobre la Paternidad.
Otro resultado relacionado que señala Fagan "es una disminución de los comportamientos negativos, menos accidentes y menos contacto con el sistema de justicia penal".
Nelson-Coffey afirma que los hábitos alimentarios también suelen mejorar a medida que los padres se esfuerzan por modelar una dieta equilibrada y comportamientos alimentarios más saludables para animar a sus hijos a hacer lo mismo.
Los padres también suelen dedicar más tiempo a la actividad física y a jugar con sus hijos, interacciones que benefician tanto a los padres como a los hijos.
"Cuando los padres practican ejercicio físico y lo convierten en algo divertido y en un hábito que llevan a sus hijos, éstos también aprenden que hacer ejercicio y mantenerse sano es divertido y bueno para ellos", afirma Natasha Cabrera, profesora de desarrollo humano y metodología cuantitativa de la Universidad de Maryland (EE. UU.).
Y aunque hay pruebas científicas de que algunos hombres aumentan de peso y adquieren lo que se suele llamar "cuerpo de padre" después de serlo, Gettler señala que a veces su aparición puede ser más cultural que algo relacionado con la paternidad, ya que no encontró pruebas de que esto ocurriera en otro país en investigaciones recientes relacionadas.
El momento elegido también puede influir en los casos de nuevos padres que engordan. Nelson-Coffey señala que durante los primeros años de la paternidad, los padres son más propensos a la falta de sueño y suelen ser menos activos físicamente, pero eso suele cambiar a medida que sus hijos crecen y, a menudo, a causa de ellos. "Así que, aunque puede haber un coste en los primeros años, los padres pueden beneficiarse físicamente a medida que sus hijos crecen", afirma.
Algunos de estos beneficios para la salud física ayudan a explicar varios estudios que demuestran "que los padres viven más que los hombres sin hijos, incluso controlando el estado civil", dice Jason Carroll, director de la iniciativa familiar del Instituto Wheatley en la Universidad Brigham Young de Utah (Estados Unidos).
Es probable que los esfuerzos por mejorar la forma física y la alimentación se deban a que la paternidad da un mayor sentido a la vida de muchos hombres. "Convertirse en padre a menudo da a los hombres una visión más amplia y un nuevo sentido de identidad y propósito, cambiando las prioridades de un hombre en la vida y dándole la sensación de que sus decisiones importan", dice Carroll.
No todo son ventajas
Por supuesto, aunque la salud mental y física de los padres sea mejor que la de los que no lo son, la paternidad es un papel excepcionalmente exigente que puede ser fuente de enorme estrés.
"Los padres pueden sufrir depresión porque la paternidad es tan intensa y difícil como alegre y gratificante", afirma Cabrera.
Señala que convertirse en padre por primera vez también puede ser intimidante y abrumador para muchos padres, y que las relaciones con los hijos adolescentes pueden estar especialmente cargadas de tensión. Al navegar por estas aguas desconocidas, muchos padres experimentan altos niveles de ansiedad y dudas sobre sí mismos. "Los padres también suelen sentir la responsabilidad de trabajar más y durante más horas para mantener a sus hijos, lo que puede suponer una gran carga para su salud física", añade.
Los hijos también pueden distraer del tiempo de calidad con la pareja y ser una carga para el matrimonio, señala Nelson-Coffey.
Debido a estos factores, "es importante que todos los padres, incluidos los varones, presten atención a cómo se sienten, tanto mental como físicamente, y tomen medidas para fortalecer su salud", aconseja Schoppe-Sullivan. Aunque pueda parecer tentador o inevitable descuidar el propio bienestar, sigue siendo crucial dormir lo suficiente, hacer ejercicio y planificar mucho tiempo para uno mismo: "Unos padres sanos son mejores padres y mejores parejas".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.