Casarse es beneficioso para la salud, incluso a una edad más avanzada
¿Buscar compañía más adelante en la vida aporta beneficios a nuestra salud? Los estudios demuestran que el matrimonio puede disminuir el riesgo de depresión, reducir la inflamación e incluso se asocia a una vida más larga.
En el reciente estreno del reality show estadounidense The Golden Bachelorette [La soltera de oro] hemos podido ver a 24 hombres aspirando a contraer matrimonio con Joan Vassos, de 61 años.
Este y otros programas de telerrealidad son buenos para poner de relieve el drama, la expectación y la emoción que la mayoría de nosotros experimentamos durante las primeras etapas de una relación. Pero estos shows no suelen explorar lo que ocurre después de que una pareja se haya dado el “sí, quiero”.
Para quienes dan ese paso, el matrimonio puede reportar una serie de beneficios para la salud mental y física, e incluso alargar la vida.
“El matrimonio ofrece a menudo beneficios para la salud psicológica y física debido a lo que los cónyuges hacen el uno por el otro a lo largo de su matrimonio”, dice Rosie Shrout, investigadora sobre el matrimonio y la salud y psicóloga sociosanitaria de la Facultad de Salud y Ciencias Humanas de la Universidad Purdue (Estados Unidos). “Se ayudan mutuamente a estar y mantenerse más sanos haciendo ejercicio más a menudo, fumando y bebiendo menos a menudo, y comiendo mejor”, añade.
Estos y muchos otros factores ayudan a las personas casadas a reducir los riesgos asociados a la depresión, el malestar psicológico, la hipertensión, la inflamación y la mortalidad, y ofrecen ventajas como mejores resultados en los tratamientos médicos y mayores niveles de felicidad.
Pero, ¿es posible obtener estos beneficios en todos los tipos matrimonios o sólo en los buenos? ¿Siguen siendo beneficiosas otras relaciones duraderas fuera del matrimonio? Y las personas que se casan más tarde, ¿experimentan también las mismas ventajas?
Esto es lo que hay que saber sobre los efectos de una relación en la salud y si importa que una pareja se case a los 20, a los 40 o en los años dorados posteriores.
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Los beneficios para la salud mental de dar el “sí, quiero"
Existen numerosos estudios sobre los beneficios para la salud mental de estar casado. Las encuestas demuestran que los casados tienen más autoestima, más sentido de la vida, un mayor sentimiento de pertenencia y son mucho más felices que los solteros.
Una de las razones es que el contacto físico, el compañerismo y las frecuentes muestras de amor liberan hormonas del bienestar como la dopamina y la oxitocina, “que desempeñan un papel crucial en la creación de lazos afectivos y fomentan la sensación de cercanía y bienestar”, afirma Brooke Sprowl, terapeuta licenciada y directora clínica en Estados Unidos que estudia la relación entre salud y matrimonio.
Estas parejas también experimentan menos soledad, “un factor de riesgo bien establecido de enfermedades cardiovasculares y mortalidad”, afirma David Kao, investigador sobre matrimonio y salud y cardiólogo del Hospital Universitario de Colorado UCHealth (EE. UU.).
También se ha demostrado que los felizmente casados experimentan menos estrés que los solteros, aunque los hombres casados se benefician más en este sentido que las mujeres casadas, en parte porque las mujeres son más propensas a responder negativamente a los factores estresantes de la relación que los hombres, dice Linda Waite, distinguida profesora de sociología de la Universidad de Chicago (EE. UU.).
Y las personas casadas presentan sistemáticamente menos índices de depresión y mejores resultados cuando ésta aparece, afirma Brian Willoughby, investigador matrimonial y profesor de la Escuela de Vida Familiar de la Universidad Brigham Young de Estados Unidos.
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Los beneficios para la salud física de un matrimonio feliz
Los beneficios para la salud física no son menos convincentes. Según Katarina Leyba, médico residente de la Universidad de Colorado (EE. UU.) que estudia la relación entre salud y matrimonio, el matrimonio se ha asociado a mejores resultados en personas con cardiopatías coronarias, diabetes, cáncer y afecciones que afectan al flujo sanguíneo cerebral.
Además, las personas casadas tienen la mitad de probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares y sus consecuencias, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Otras investigaciones demuestran que las personas casadas que padecen una enfermedad cardiaca tienen muchas menos probabilidades de morir por esta causa.
Y las parejas casadas también tienen menos riesgo de cáncer. “Un amplio estudio de más de 1 000 000 de historias clínicas reveló que los hombres casados tenían un 17% menos de probabilidades de que se les diagnosticara cáncer”, afirma Willoughby. Y cuando las personas casadas contraen cáncer, las investigaciones demuestran que tienen más probabilidades de sobrevivir.
Estos factores son algunas de las razones por las que, estudio tras estudio, se demuestra que las personas casadas viven más que las solteras, investigación que se mantiene en diferentes países de todo el mundo.
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¿Por qué las relaciones ofrecen estos beneficios para la salud?
Pero, ¿hay algo especial en el matrimonio o pueden otras formas de relación conferir beneficios similares? Aunque gran parte de la investigación sobre los beneficios para la salud de las relaciones de pareja se centra en el matrimonio, estudios recientes han demostrado que las parejas que viven juntas y comparten las mismas responsabilidades que los matrimonios suelen obtener beneficios similares, aunque las parejas casadas manifiesten niveles más altos de satisfacción en la relación que las parejas que sólo cohabitan.
Independientemente del estado civil, se ha demostrado que las personas comprometidas se recuperan más rápidamente de enfermedades, tratamientos contra el cáncer y operaciones quirúrgicas porque “el apoyo emocional y práctico de la pareja puede acelerar considerablemente el proceso de curación y garantizar un mejor cumplimiento de los consejos médicos y de los cuidados generales”, afirma Sprowl.
Las uniones fuertes también pueden ayudar a las parejas a evitar por completo la necesidad de estos cuidados, añade Leyba, ya que es menos probable que adquieran malos hábitos, como ver la televisión en exceso o fumar y porque es más probable que establezcan buenos hábitos como; comer sano, hacer ejercicio y participar en cuidados preventivos, como las pruebas de detección del cáncer.
Sin embargo, las mujeres no se benefician necesariamente de la misma manera, ya que las solteras siguen siendo más propensas a programar sus propios cuidados preventivos y a estar al tanto de la medicación preventiva, como los medicamentos para la tensión arterial, medidas de protección que los hombres solteros son menos propensos a tomar. Los hombres casados también experimentan otros resultados de salud física mejores que las mujeres casadas, como un mejor pronóstico de la insuficiencia cardiaca.
Pero las mujeres casadas siguen teniendo algunas ventajas propias. Por ejemplo, “las mujeres solteras tienen un riesgo significativamente mayor de morir por problemas relacionados con el embarazo, como abortos, embarazos ectópicos y hemorragias periparto”, explica Leyba. Esto se debe a que las madres solteras suelen tener menos apoyo y ayuda familiar para obtener una atención sanitaria adecuada y es más probable que tengan más estrés asociado a gestionar solas el cuidado de los hijos.
Otra ventaja del matrimonio es que los ingresos comunes pueden contribuir a una mayor seguridad económica, “y existe una relación directa entre tener activos económicos y el acceso a la atención sanitaria”, afirma Donald Cole, consejero matrimonial y familiar licenciado y director clínico del Instituto Gottman de Seattle (Estados Unidos).
Además, las personas casadas “tienen más probabilidades de llevar una vida sexual activa que las que no lo están, y una vida sexual activa significa más ejercicio, menos estrés y más probabilidades de prevenir enfermedades cardiovasculares”, dice Waite, que ha publicado investigaciones al respecto.
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Por qué es importante la calidad del matrimonio
Por supuesto, estos beneficios no están garantizados, y la calidad del matrimonio marca una diferencia significativa a la hora de experimentar o no ventajas.
“Para que una relación comprometida sea beneficiosa para la salud, tiene que haber amor, respeto, confianza, honestidad y lealtad”, afirma Theresa Larkin, profesora asociada de Ciencias Médicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wollongong (Australia): “Las relaciones estresantes, hirientes o difíciles, por supuesto, no son beneficiosas para la salud”.
De hecho, las personas con malos matrimonios tienen más probabilidades de sufrir hipertensión arterial que sus compañeros solteros y son tres veces más propensas a desarrollar enfermedades cardiacas.
“En comparación con quienes gestionan los conflictos de forma positiva, como trabajando juntos y validando las perspectivas del otro, los que afrontan los conflictos poniendo los ojos en blanco, hablando en tono hostil o criticando a su pareja tienen más probabilidades de sufrir una mayor inflamación, un aumento de las hormonas del estrés y un retraso en la cicatrización de las heridas”, afirma Shrout.
“Nuestro cerebro está programado para la conexión social, y es la calidad de esas conexiones lo que influye profundamente en nuestra salud mental y física”, se hace eco Stephanie Cacioppo, neurocientífica de la Universidad de Oregón (EE. UU.), que investiga los efectos de las relaciones en la salud. “Sin una conexión emocional profunda, los beneficios protectores del matrimonio podrían no materializarse del todo”, añade.
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Beneficios que duran hasta los años dorados
La buena noticia es que, cuando se está en un matrimonio amoroso y comprometido, las investigaciones demuestran que los beneficios para la salud de los matrimonios de mediana o avanzada edad pueden ser tan profundos como los de las personas que se casan mucho antes. “Los beneficios de estar casado se mantienen constantes a partir de los 60 años”, afirma Kao.
En cierto modo, los matrimonios en edad avanzada pueden ser incluso más beneficiosos para los solteros, ya que es entonces cuando las revisiones preventivas son más importantes, los cuidados hospitalarios son más probables y la fuerza musculoesquelética empieza a declinar. Las parejas mayores pueden ayudarse mutuamente en esos momentos y mantenerse más fuertes y activas, explica Peter Martin, profesor de Desarrollo Humano y Estudios Familiares de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos).
Además, las personas de 60 años tienen el doble de probabilidades de sufrir aislamiento social que los adultos más jóvenes, por lo que la presencia de un compañero constante (cónyuge o no) es aún más vital para evitar los peligros de la soledad.
Los estudios demuestran que la profundidad de un matrimonio también puede ser mayor durante los años dorados de la pareja. “Las personas que se casan más tarde suelen tener una comprensión más clara de sus propios valores, necesidades y deseos, gracias a años de crecimiento personal y experiencia”, dice Sprowl. “Esta autoconciencia les permite entrar en relaciones con una base sólida de autoconocimiento, lo que permite una comunicación más clara y conexiones más significativas”.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.