Células rojas de la sangre

Por qué la deficiencia de hierro es mas común (y más seria) de lo que se cree

La anemia ferropénica afecta a más de 2000 millones de personas en el mundo. Así es cómo esta deficiencia común puede derivar en problemas de salud más serios sino se ataja.

La hemoglobina de las células rojas de la sangre (vistas aquí en un microscopio electrónico de barrido coloreado) las permite transportar el oxígeno y el desecho de dióxido de carbono entre los pulmones y todas las células del cuerpo. El hierro es un componente esencial de la hemogoblina y, sin niveles suficiente de este, el cuerpo sufre para cumplir con las necesidades de oxígeno de las células.

Fotografía de Micrograph by Susumu Nishinaga, SCIENCE PHOTO LIBRARY
Por Tatyana Woodall
Publicado 28 oct 2024, 14:48 CET

Tener suficiente energía para pasar el día es bastante difícil para la mayoría de nosotros. Pero para millones de personas con deficiencia de hierro, la vida diaria puede ser aún más agotadora.

Más de 2 mil millones de personas en todo el mundo lidian con algún tipo de deficiencia de hierro. Debido a que el mineral es esencial para varias funciones biológicas importantes, las personas con niveles bajos de hierro a menudo informan que experimentan síntomas como cansancio, dificultad para respirar, mareos, dolores de cabeza e incluso problemas cardíacos.

Es un fenómeno que puede afectar a hombres y mujeres de todas las edades, pero ciertas poblaciones, incluidas las mujeres embarazadas, se ven afectadas de manera desproporcionada. Sin tratamiento, la deficiencia de hierro puede convertirse fácilmente en anemia o falta de glóbulos rojos sanos. La deficiencia de hierro es la causa más común de anemia: la falta de hierro provoca una falta de hemoglobina, que ralentiza la producción de glóbulos rojos.

Dado que esto puede provocar una serie de efectos adversos para la salud a corto y largo plazo, las personas en riesgo deben hacerse pruebas de detección de cualquier cambio en sus niveles de hierro, dice Irogue Igbinosa, instructora de medicina materno-fetal en la Universidad de Stanford (Estados Unidos) que se especializa en la salud reproductiva de la mujer.

"Por lo general, cuando las personas se vuelven anémicas, eso es un reflejo de una deficiencia de hierro que ha estado ocurriendo durante algún tiempo", dice Igbinosa. "Se necesita energía para vivir la vida, y hay tantas maneras en las que todavía estamos descubriendo cómo esa falta de hierro puede estar afectándonos", añade.

¿A quién afecta la deficiencia de hierro y la anemia?

Vivir con una deficiencia de hierro puede tener un costo increíble para el cuerpo. El hierro es vital para producir hemoglobina, una proteína necesaria para que los glóbulos rojos puedan transportar oxígeno por todo el cuerpo, por lo que tener cantidades bajas significa que sus órganos, músculos y tejidos no pueden recibir suficiente oxígeno para funcionar a pleno rendimiento.

Si bien la mayoría de los seres humanos absorben suficiente hierro de los alimentos que comen, la dieta no proporciona suficiente hierro para todos. Aunque la afección rara vez causa la muerte por sí sola, se sabe que la deficiencia de hierro exacerba otras enfermedades crónicas como la enfermedad renal o hepática, además de dificultar la recuperación de infecciones y lesiones, ya que el cuerpo necesita oxígeno para repararlos.

Hasta la pubertad, los hombres y las mujeres suelen tener la mismo ingesta diaria recomendada de hierro (4 a 8 mg/día en España). Pero entre los 19 y los 50 años, la ingesta diaria recomendada de hierro para las mujeres se dispara hasta los 18 mg, aumenta a 27 mg durante el embarazo y luego baja a 15 mg durante la lactancia. En el caso de los hombres, dependiendo de su edad, solo requieren entre 9 y 11 mg de hierro a lo largo de su vida.

La anemia ferropénica generalmente ocurre gradualmente, pero las mujeres pueden desarrollarla con más frecuencia que los hombres porque la afección empeora con el ciclo menstrual, dice Igbinosa. La pérdida de sangre causada por períodos abundantes o prolongados agota aún más las ya limitadas reservas de hierro.

"Si no tienes la cantidad mínima de hierro que necesitas, y luego tu cuerpo está pasando por algo mensual que pierde hierro, entonces es fácil ver cómo uno podría volverse deficiente con el tiempo", dice. La ausencia de un componente tan importante puede incluso causar cambios en el cerebro como falta de concentración, problemas de memoria y problemas de salud mental que podrían atribuirse erróneamente al estrés u otros factores de la vida.

La anemia también puede hacer que el embarazo sea más peligroso, ya que las reservas de hierro excasas pueden afectar la supervivencia tanto de la madre como del niño. Aquellas que son propensas a la afección y dan a luz pueden experimentar sangrado abundante o un mayor riesgo de necesitar un parto por cesárea.

"La anemia realmente aumenta el riesgo de morbilidad materna grave", dice Igbinosa. "El grado en que la anemia contribuye a ese riesgo puede variar según la raza y la etnia". Para el bebé, la anemia de la madre también se ha asociado con la muerte fetal, la prematuridad, el bajo peso al nacer y los retrasos en el desarrollo neurológico más adelante en la vida.

Hasta la fecha, las investigaciones han demostrado que las mujeres negrashispanas e  indígenas experimentan tasas más prevalentes de anemia que las mujeres de otras razas, y pueden lidiar con más problemas después del parto. Aunque todavía no se entiende muy bien por qué, es probable que esto se atribuya a las diferencias en su entorno, las predisposiciones a ciertos problemas ginecológicos u otros determinantes sociales de la salud, como el lugar donde viven, los ingresos, la cultura o el acceso a una dieta saludable y equilibrada, dice Igbinosa.

(Relacionado: Las asignaturas pendientes de la medicina con la mujeres)

Deficiencia de hierro y salud cardíaca

Si bien sentirse débil o particularmente lento puede no parecer por sí solo justificar una visita al médico, dejar este problema sin tratar sin duda le causará un dolor innecesario en el futuro.

Es de vital importancia vigilar de cerca esos indicadores, según Biykem Bozkurt, profesora de medicina y cardiología en el Colegio de Medicina Baylor (Estados Unidos), "incluso con una deficiencia funcional de hierro, antes de que se convierta en anemia, hay evidencia de resultados adversos". 

Combinadas con otras comorbilidades como la diabetes, el colesterol alto o la hipertensión, las deficiencias de hierro sirven para aumentar aún más el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Además, los síntomas similares a los de la deficiencia de hierro, como la falta de energía y la capacidad limitada para hacer ejercicio y esfuerzo, son algunos de los marcadores más notables de un problema cardíaco creciente.

"El corazón es una bomba que envía la sangre al cuerpo, pero también a su propio músculo", dice Bozkurt. "Si, por ejemplo, hay una obstrucción y [alguien] tiene deficiencia de hierro o anemia, el corazón tendrá dificultades para alimentarse".

Por lo general, los médicos estudian la aptitud cardiovascular de un paciente midiendo su consumo máximo de oxígeno (VO2), la cantidad de oxígeno que el cuerpo puede utilizar durante un movimiento físico intenso.

La disponibilidad de hierro afecta la cantidad de hemoglobina que tiene una persona. Cuanta más hemoglobina, más eficientemente se distribuye el oxígeno a través del cuerpo. Dado que la anemia por deficiencia de hierro interrumpe la creación de hemoglobina, puede provocar un VO2 bajo.

Estos valores también pueden ayudar a predecir el riesgo de una persona de padecer una enfermedad cardíaca en el futuro. El VO2 máximo de un paciente hospitalizado desempeña un papel en la evaluación del tipo de atención que podría recibir, incluida la determinación de la elegibilidad para medidas avanzadas que salvan vidas, como un trasplante de corazón.

Aunque este resultado se encuentra solo en un extremo del espectro de la salud, ha habido evidencia que muestra que, independientemente de si una persona tiene anemia o no, el tratamiento de la deficiencia de hierro de un paciente con insuficiencia cardíaca mejora tanto la calidad de vida como las tasas de reingreso hospitalario, dice Bozkurt.

Aún así, para aquellos que actualmente solo enfrentan síntomas leves de anemia ferropénica en casa, el tratamiento es un proceso mucho más sencillo, ya que los expertos señalan que tomar suplementos de hierro o adoptar una dieta rica en hierro puede mejorar la salud en general. Sin embargo, la mejor manera de manejar la necesidad de cualquier medicamento potencial es hablar con su médico de atención primaria para decidir cuál puede ser el mejor plan a seguir.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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