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Tomar somníferos no le hace ningún bien al "lavado de cerebro" que tenemos cada vez que dormimos
Un grupo de investigadores registra las ondas cerebrales junto con los movimientos musculares y oculares en un laboratorio del sueño en Alemania. Dormir es vital para la salud del cerebro, pero un nuevo estudio sugiere que los somníferos comunes podrían interferir en uno de los misteriosos procesos que eliminan la basura molecular del cerebro por la noche.
Ser humano significa dormir. Pasas aproximadamente un tercio de tu vida durmiendo, pero durante todas esas horas tu cuerpo no se limita simplemente a desconectarse. El cerebro, en particular, lleva a cabo una larga lista de tareas cuando se apagan las luces.
Una de estas tareas se conoce como "lavado de cerebro", en el que el sistema glinfático (una intrincada red de vasos sanguíneos) elimina los residuos tóxicos del cerebro, entre ellos la beta amiloide y la tau, proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
La neurocientífica Maiken Nedergaard, codirectora del Centro de Neuromedicina Traslacional y profesora del Centro Médico de la Universidad de Rochester (en Estados Unidos), afirma que ella y sus colegas no entendían del todo qué impulsaba este proceso allá por 2012, cuando destacaron por primera vez la importancia del lavado de cerebro.
Ahora está convencida de que ha conseguido conectar los puntos en un nuevo estudio publicado en la revista Cell, que también informa del descubrimiento de que una ayuda común para dormir puede suprimir la capacidad de su cerebro para llevar a cabo esta importante tarea.
A continuación te explicamos por qué estos nuevos hallazgos han servido para actualizar preguntas que se planteaban desde hace tiempo sobre los efectos de los somníferos, y qué debes tener en cuenta si los usas para dormir (en España se sabe que una de cada cuatro personas los toman, aunque los estudios no distinguen entre somníferos, ansiolíticos y antidepresivos).
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Descubriendo el "agujero negro" del sistema glinfático
En el estudio de Cell, el objetivo de los investigadores era encontrar el "agujero negro" (o el mecanismo que faltaba) en el funcionamiento del lavado de cerebro, explica Natalie Hauglund, autora principal del estudio y becaria postdoctoral de la Universidad de Oxford y la Universidad de Copenhague.
En concreto, querían averiguar cómo sigue fluyendo el líquido cefalorraquídeo en el sistema glinfático, facilitando una especie de "ciclo de aclarado". Este líquido transparente se desliza a lo largo de las arterias y se filtra por las hendiduras entre los pequeños vasos sanguíneos que entran en el cerebro, absorbiendo la basura molecular y canalizándola a otras zonas del cuerpo donde puede ser expulsada.
Según Nedergaard, este proceso es beneficioso para la salud cerebral.
Mediante el seguimiento y la medición del flujo sanguíneo, el movimiento de fluidos, los niveles químicos y otros marcadores en el cerebro de ratones dormidos, los investigadores descubrieron que todo empezaba cuando el cerebro de los ratones liberaba norepinefrina, un neurotransmisor esencial en la respuesta de lucha o huida. Esto desencadenó "microdespertares" que contrajeron los vasos sanguíneos del cerebro. El consiguiente descenso del volumen sanguíneo despejó el camino para una inundación de líquido cefalorraquídeo.
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Cuando la norepinefrina descendió, los vasos sanguíneos se relajaron y volvieron a hincharse, expulsando del cerebro el líquido cargado de residuos. Estas dilataciones y contracciones de los vasos sanguíneos se midieron como oscilaciones rítmicas (aproximadamente cada 50 segundos), produciendo un efecto de bombeo que movía el líquido por todo el sistema glinfático durante el sueño no REM, o sueño profundo.
"El cerebro es el único órgano con un cráneo a su alrededor, lo que significa que tiene un volumen definido", explica Nedergaard. "Así que cada vez que cambia el volumen de sangre en el cerebro, el líquido cefalorraquídeo tiene que moverse para compensar".
Este proceso se ha observado sobre todo en ratones, pero los investigadores afirman que las observaciones podrían apuntar a sucesos similares en el cerebro humano debido a la semejanza de ciertas estructuras. De hecho, investigaciones anteriores habían detectado el flujo y reflujo del líquido cefalorraquídeo en el cerebro humano, pero el trabajo de Nedergaard y Hauglund es el primero que señala la norepinefrina como posible desencadenante.
¿Afectan los medicamentos para dormir al proceso de limpieza del cerebro?
Identificar cómo el cerebro podría limpiarse a sí mismo condujo a un descubrimiento adicional: en comparación con los ratones que se adormecían de forma natural, los que recibían zolpidem (un sedante común que en España se vende bajo marcas como Dalparan o Stilnox) experimentaban oscilaciones que se suprimían significativamente, atrofiando el flujo de líquido cefalorraquídeo, afirma Nedergaard.
Bryce Mander, profesor asociado de Psiquiatría y Comportamiento Humano en el Centro de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la Universidad de California en Irvine, afirma que este hallazgo es "impactante" porque es la primera "prueba de que el sistema glinfático, una función neurobiológica del sueño, se ve activamente alterado por un sedante".
La comunidad científica todavía tiene que examinar el efecto potencial del zolpidem sobre el lavado de cerebro en humanos antes de sacar conclusiones generales sobre los somníferos, pero esto es difícil de conseguir: los estudios con roedores son el patrón oro para medir la función glinfática, porque analizarla en cerebros humanos es difícil desde el punto de vista ético con las tecnologías actuales, afirma Mander.
Sin embargo, apunta a cuestiones más amplias sobre lo que significa tener un sueño de calidad. "Tenemos que pensar en cómo evaluamos nuestros medicamentos para dormir para asegurarnos de que no están alterando las funciones fundamentales de apoyo al sueño", dice Mander, y añade que las diferentes clases de medicamentos para dormir teóricamente podrían causar diferentes tipos de alteraciones cerebrales que aún no se han identificado. "El objetivo no es quedarse dormido", subraya: "El objetivo es tener un sueño reparador".
Qué significa esto para las personas que utilizan medicamentos para dormir
El lavado de cerebro es sólo una de las muchas funciones misteriosas de su cuerpo, y esto es sólo un estudio que se basa en ideas sobre cómo podría desempeñar un papel en tu salud.
Los expertos están de acuerdo en que no hay que dejar de tomar los somníferos recetados (lo que es arriesgado sin la orientación de un médico) basándose sólo en estos hallazgos, pero este nuevo estudio añade otra capa a un creciente cuerpo de evidencia que advierte contra su uso a largo plazo.
En un extremo del espectro, estos fármacos pueden ser un "salvavidas" para las personas que padecen insomnio debilitante y otros trastornos crónicos del sueño, afirma Rebecca Robbins, profesora adjunta de medicina en la división de trastornos del sueño y circadianos del Hospital Brigham and Women's. Para más de 50 millones de estadounidenses que padecen insomnio crónico, estos fármacos pueden ser un "salvavidas".
Sin embargo, los expertos no entienden del todo cómo pueden afectar estos fármacos a la salud del cerebro, y la ciencia sobre los medicamentos para dormir es complicada, afirma el investigador del sueño Adam Spira, profesor del departamento de salud mental de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins (en Maryland, EE. UU.)
Los estudios sugieren que el consumo habitual de somníferos podría estar relacionado con un mayor riesgo de demencia, con algunas salvedades. A los expertos les resulta difícil determinar si los cambios neurodegenerativos están causados directamente por los somníferos o por los problemas crónicos de sueño que provocaron la necesidad de recetarlos. También es posible que estos medicamentos amplifiquen los síntomas de deterioro cognitivo que ya estaban en marcha.
Aunque también existen teorías opuestas: "Dado que los distintos somníferos actúan sobre mecanismos farmacológicos y fisiológicos diferentes, es posible que algunos de estos fármacos sean beneficiosos para la salud cerebral", explica Spira.
El investigador del sueño señala estudios que exploran cómo ciertos medicamentos para dormir podrían tener, en teoría, efectos protectores contra la enfermedad de Alzheimer, pero advierte que se necesita mucha más investigación en este frente también, por lo que todavía no existe una conclusión definitiva.
Dicho esto, los expertos coinciden en que los somníferos no reproducen el sueño natural. Por eso es crucial considerar los pros y los contras de utilizar uno de estos fármacos con la ayuda de un médico especialista en medicina del sueño, si dispones de esa opción.
También existe una alternativa sin fármacos que, según los expertos, merece la pena tener en cuenta: entre los especialistas del sueño, la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) está recomendada como tratamiento de primera línea para el insomnio constante, porque esta práctica suele ser más eficaz a largo plazo y propicia un descanso de calidad que los medicamentos para dormir, sin la turbia nube de los posibles efectos secundarios.
A pesar de los interrogantes que aún persisten, los nuevos hallazgos de Nedergaard y Hauglund ponen de relieve una idea clara: no todo el sueño es igual, y estamos poco a poco acercándonos a la comprensión de lo que eso significa para el cerebro.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
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