Los diamantes del espacio exterior que se formaron en un «planeta perdido»
Un meteorito lleno de diamantes que cayó en Sudán aporta pruebas sobre los protoplanetas que habrían existido durante el violento pasado de nuestro sistema solar.
Una serie de diamantes que cayeron a la Tierra en el interior de un meteorito podrían contener los restos de los primeros planetas de nuestro sistema solar, protoplanetas que desaparecieron hace miles de millones de años tras colisiones extremas.
¿Qué hay de nuevo?
Si los humanos pudieran retroceder atrás en el tiempo, el sistema solar que es hoy nuestro hogar sería irreconocible durante sus primeros 10 millones de años de existencia. Esto se debe a que los astrónomos creen que, entonces, enjambres de protoplanetas —bolas de gas, polvo y roca del tamaño aproximado de Mercurio o Marte— se arremolinaban alrededor de nuestro joven Sol.
Finalmente, estos objetos colisionaron y se desintegraron o fueron expulsados del sistema solar. Sus restos forman parte de los ocho planetas que observamos hoy en día, así como de los asteroides y de otros restos rocosos que giran alrededor del Sol.
Sin embargo, ha sido difícil encontrar rocas espaciales que contuvieran pruebas de sus vidas pasadas como planetas. Ahora, un análisis publicado en Nature Communications sugiere que los diamantes atrapados en un raro meteorito denominado ureilita aportan pruebas de estos mundos primitivos.
¿Cómo lo han encontrado?
«Normalmente, siempre se habla de telescopios [para estudiar el espacio]. Aquí hablamos del pasado, así que es diferente. En este caso usamos el microscopio de electrones», afirma el autor del estudio Farhang Nabiei, de la Escuela politécnica federal de Lausana, un instituto de investigación de Suiza.
Naibiei empezó examinando un fragmento de ureilita que cayó en el desierto de Nubia en Sudán en 2008. Este meteorito contiene diamantes diminutos que los investigadores han descrito durante mucho tiempo como las carcasas perfectas para preservar minerales, ya que son capaces de resistir una presión extrema. El mes pasado, por ejemplo, un diamante de las profundidades de la Tierra reveló un tipo de mineral desconocido.
El microscopio de electrones reveló que los diamantes del meteorito contienen minerales con sulfitos específicos de hierro y azufre que probablemente se formaron a presiones superiores a 20 gigapascales. En comparación, el hombre humano medio ejerce unos 14.000 pascales cuando camina, y un gigapascal equivale a 1.000 millones de pascales.
«Es la primera ocasión en la que hemos descubierto inclusiones en diamantes extraterrestres», afirma Nabiei.
¿Por qué es importante?
Según los autores del estudio, los minerales solo podrían haberse formado a dichas presiones gigantescas si se originaron dentro de objetos grandes del tamaño de planetas, como los protoplanetas que, según se cree, poblaban nuestro sistema solar primitivo.
«[El hallazgo] prueba las teorías sobre la formación de nuestro sistema solar», afirma Nabiei.
De los meteoritos recogidos en la Tierra, 480 pueden clasificarse como ureilitas y Nabiei planea usar más de este material extraterrestre para desvelar la posible historia cósmica que se esconde en su interior.
«[Las ureilitas] pueden darnos una mejor idea de la formación y la evolución de los planetas en el sistema solar primitivo», añade.