El lanzamiento tripulado de SpaceX y la NASA se aplaza debido al mal tiempo

La misión Demo-2, que transportará a astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional, tendrá una segunda oportunidad para despegar el 30 de mayo.

Por Jay Bennett
Publicado 28 may 2020, 11:26 CEST

Los nubarrones se ciernen sobre el cohete Falcon 9 de SpaceX con la cápsula Crew Dragon en la rampa 39A del Centro Espacial Kennedy el 27 de mayo de 2020 en Florida. El vuelo se canceló debido al mal tiempo.

Fotografía de David J. Phillip, AP Photos

El lanzamiento de SpaceX que trasladaría a astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional ha quedado aplazado debido al mal tiempo en la costa atlántica de Florida. La misión Demo-2 intentará despegar el 30 de mayo a las 15:22 ET (21:22 en hora española). La NASA tiene otras dos fechas de reserva para el lanzamiento: el 31 de mayo y el 1 de junio.

Para la misión Demo-2, las condiciones meteorológicas deben estar despejadas en el océano Atlántico, en las decenas de ubicaciones posibles para abortar la misión a lo largo de la trayectoria de vuelo. La cápsula Crew Dragon tiene ocho propulsores SuperDraco que pueden lanzar la cápsula si falla un cohete en caso de emergencia. Pero los rayos, los nubarrones y la tormenta tropical Bertha al norte de cabo Cañaveral obligaron a la NASA y SpaceX a cancelar el lanzamiento del miércoles unos 20 minutos antes de la hora prevista para el despegue.

Horas antes del lanzamiento, un cielo soleado daba la bienvenida a los astronautas de la NASA Douglas Hurley (izq.) y Robert Behnken mientras salían del edificio Neil A. Armstrong para embarcar en la cápsula Crew Dragon de SpaceX para la misión Demo-2 en el Centro Espacial Kennedy de la NASA. Unas horas después, el vuelo se aplazó debido al mal tiempo.

Fotografía de NASA, Bill Ingalls

«Por desgracia, no vamos a despegar hoy», anunció Mike Taylor, director de lanzamientos de SpaceX, durante la retransmisión en directo de la NASA cuando la empresa y la agencia decidieron suspender el lanzamiento.

Cuando despegue, la misión supondrá la primera ocasión en que unos astronautas viajan a la órbita terrestre desde suelo estadounidense desde que finalizó el programa del transbordador espacial en 2011. Los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley estarán a bordo de una cápsula Crew Dragon de SpaceX que se lanzará en un cohete Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. También será la primera vez que una empresa estadounidense lance humanos en una nave y un cohete de diseño propio.

La Estación Espacial Internacional orbita la Tierra una vez cada 90 minutos más o menos, así que la Crew Dragon debe despegar de la rampa de Florida a una hora exacta para el encuentro con la estación espacial. Los astronautas de la NASA acoplarán la cápsula a la ISS unas 19 horas después del despegue dependiendo del día del lanzamiento. Behnken y Hurley permanecerán en la estación espacial de uno a cuatro meses, donde ayudarán a los astronautas que ya viajan a bordo con una serie de experimentos científicos y con las labores de mantenimiento de la estación antes de regresar a la Tierra en la Crew Dragon y amerizar en el océano Atlántico. Ambos astronautas son expilotos de prueba militares que volaron en dos misiones del transbordador espacial entre 2008 y 2011.

«Tener la oportunidad de volar en una nave nueva es el sueño de cualquier estudiante de la escuela de pilotos de prueba y yo soy afortunado por poder disfrutar de esa oportunidad junto a mi buen amigo», dijo Behnken hace poco durante una conferencia de prensa con Hurley.

Varios contratistas privados han construido cohetes y cápsulas para la NASA a lo largo de la historia de la agencia espacial. En cambio, cualquier cliente puede comprar un lanzamiento en un cohete Falcon 9, que SpaceX ha diseñado para ser parcialmente reutilizable, lo que ha reducido el coste de los vuelos. La parte más grande del cohete, denominada primera etapa, es capaz de regresar a la Tierra usando su propia energía y aterrizar en vertical en una plataforma en el Atlántico frente a la costa de Florida.

En marzo de 2017, la empresa reutilizó un propulsor de la primera etapa que ya había volado al espacio para transportar un satélite de comunicaciones a la órbita, un hito en la historia aeroespacial. A principios de este año se lanzó la última remesa de satélites Starlink en el quinto vuelo con el mismo propulsor, aunque uno de los nueve motores de la primera etapa sufrió un apagado prematuro durante el ascenso del cohete y la empresa no pudo aterrizar el propulsor en la plataforma marina.

La Crew Dragon que despegará en la misión Demo-2 es la primera cápsula que ha diseñado la empresa para transportar humanos y se lanzará en la nueva primera etapa de un Falcon 9 que intentará amerizar tras separarse de los astronautas. Si este lanzamiento sale adelante, representará un primer paso hacia que los particulares tengan la oportunidad de volar a la órbita a bordo de este vehículo, algo que SpaceX espera lograr en los próximos años.

«Este es el siguiente gran paso en la comercialización de la órbita baja terrestre y en la creación de una economía vital en la órbita baja terrestre en la que la NASA es uno de muchos clientes», contó Kirk Shireman, director del programa de la ISS de la NASA, a National Geographic. «Este lanzamiento es nuestro próximo paso para aumentar la presencia estadounidense y humana a bordo del laboratorio».

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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