¿Cómo se produce un eclipse solar?
El efecto de anillo de diamante aparece cuando la totalidad del eclipse solar termina sobre la granja histórica Orchard Dale, cerca de Hopkinsville, Kentucky. El lugar, que se encuentra en la trayectoria de la totalidad, está también en el punto de mayor intensidad.
Este artículo se publicó originalmente el 21 de octubre de 2022 y ha sido modificado el 1 de octubre de 2024.
Los seres humanos han registrado los eclipses solares durante milenios, y se pueden encontrar referencias a ellos en algunos de los primeros textos de la humanidad, como los antiguos documentos académicos chinos. Incluso se ha debatido un verso de la Odisea de Homero ("El sol ha sido borrado del cielo") y si puede relacionarse con un eclipse histórico.
A lo largo de la historia, el súbito oscurecimiento del Sol se ha considerado una señal del descontento de los dioses o un presagio de malos augurios. Pero una vez que los astrónomos descubrieron cómo funcionaban los eclipses solares, se convirtieron en acontecimientos que había que estudiar y celebrar.
Una de las primeras cosas que descubrieron fue que los eclipses solares sólo se producen durante la luna nueva, cuando el orbe lunar se mueve entre la Tierra y el Sol. Pero, habiendo una luna nueva todos los meses, ¿por qué los eclipses solares son un fenómenos tan raro? Como la Luna orbita la Tierra con un ligero ángulo, los tres cuerpos sólo se alinean periódicamente en el mismo plano para crear un eclipse solar.
Uno de eso alineamientos se producirá el 2 de octubre de 2024, siendo especialmente visible desde la Isla de Pascua, en el Pacífico Sur. "El 2 de octubre de 2024 se producirá un eclipse anular de Sol que será visible en el Pacífico y el sur de Sudamérica", afirma al Instituto Geográfico Nacional español. El eclipse anular se iniciará las 16.50 UTC (18.50 hora penínsulas española) "en un punto del océano Pacífico al norte de la República de Kiribati. Pasará por la isla de Páscua (Chile) y cruzará Chile y Argentina" y durará más de tres horas y media hasta que finalice en el Atlántico.
En España, sobre todo en la Península, se está atravesando un periodo en los que llevamos tiempo sin ver grandes eclipses solares. Aunque como explica el Observatorio Astronómico Nacional, los próximos años serán intensos. El último que se pudo ver fue uno parcial el 14 de octubre de 2023, y habrá uno similar el 29 de marzo de 2025. Mientras que habrá que esperar a 2026 para ver uno total.
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¿Qué es un eclipse solar y con qué frecuencia se produce?
Un eclipse solar se produce cuando una luna nueva se alinea perfectamente entre la Tierra y el Sol y proyecta brevemente una sombra sobre nuestro planeta, denominada umbra. El diámetro de la Luna y su distancia a la Tierra hacen que su tamaño relativo sea lo suficientemente grande como para cubrir el disco solar, ya sea parcial o totalmente, dependiendo de las distancias entre los tres cuerpos celestes.
Un eclipse total, cuando la Luna tapa todo el Sol, se produce cada uno o dos años por término medio. Los eclipses solares parciales, en los que la Luna sólo cubre una parte del Sol, son algo más frecuentes.
Otros tipos son los eclipses anulares, o de anillo de fuego, en los que es visible un anillo de luz alrededor de la Luna, y los raros eclipses híbridos, en los que un eclipse pasa de anular a total. Los eclipses anulares se producen porque la órbita de la Luna alrededor de la Tierra no es un círculo perfecto, por lo que su distancia cambia con cada ciclo orbital.
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¿Cuánto dura un eclipse solar?
Los eclipses totales son los más cortos: la totalidad, que es el punto en el que el sol queda completamente oculto, sólo dura entre 10 segundos y siete minutos y medio. Durante este tiempo, algunas estrellas y planetas se hacen visibles y la temperatura del aire desciende.
Los eclipses anulares duran menos de 10 minutos. Aunque un eclipse parcial suele preceder y seguir a la totalidad, también puede ocurrir por sí solo, por lo que su duración puede variar.
La probabilidad de observar un eclipse total desde cualquier punto de la Tierra es inferior a una vez en la vida. Esto se debe a que cada eclipse solar sólo es visible desde una pequeña zona de la Tierra: cuando la Luna se mueve y la Tierra gira, su sombra atraviesa la superficie del planeta a unos 2250 kilómetros por hora, creando una línea relativamente estrecha llamada trayectoria de la totalidad. Sólo los observadores del cielo que se encuentran dentro de esta línea (normalmente de 16 000 kilómetros de largo y sólo unos cientos de kilómetros de ancho) experimentan un eclipse solar total, mientras que otros vislumbran un eclipse parcial o ningún cambio en absoluto.
En cualquier lugar suele transcurrir una media de 300 años entre eclipses. En este siglo, Norteamérica verá más eclipses totales intercontinentales: desde el norte de California hasta Florida en 2045 y desde la Columbia Británica (Canadá) hasta Carolina del Norte en 2099. El norte de África y el sur de Europa (España incluida) verán uno en 2026 y 2027, y Australia en 2028.
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La historia de los eclipses solares y cómo afectan a la Tierra
A lo largo de la historia, los eclipses nos han ayudado a conocer mejor el mundo en que vivimos.
En 1919, una expedición para observar un eclipse total de sol desde una isla de la costa occidental de África ayudó a confirmar la teoría general de la relatividad de Einstein. Esta teoría sostenía que la gravedad de los objetos masivos debía deformar el tejido del espaciotiempo y, por tanto, curvar la luz.
El astrónomo inglés Sir Arthur Eddington se dio cuenta de que un eclipse total de sol sería el banco de pruebas perfecto para esta predicción, ya que la luz procedente de estrellas mucho más lejanas debería desviarse muy ligeramente al pasar por el sol, y el eclipse permitiría a los científicos ver las estrellas lo suficientemente cerca del borde del sol como para detectar este minúsculo cambio. El experimento fue un éxito y la noticia del resultado contribuyó a lanzar a Einstein al estrellato científico.
A lo largo de los siglos, las personas que han presenciado eclipses también han observado que los animales parecen cambiar su comportamiento en respuesta a ellos.
Uno de los primeros relatos procede del monje italiano Ristoro d'Arezzo, que describió lo ocurrido durante un eclipse total el 3 de junio de 1239. Cuando el sol desapareció y el cielo se oscureció, escribió, "todos los animales y pájaros se aterrorizaron; y las bestias salvajes pudieron ser atrapadas fácilmente".
Durante un eclipse visto en Portugal el 21 de agosto de 1560, el astrónomo Cristóbal Clavio escribió que durante la totalidad, "aparecieron estrellas en el cielo y (maravilloso de contemplar) los pájaros cayeron del cielo al suelo aterrorizados por tan horrible oscuridad".
Aunque es difícil confirmar anécdotas tan pintorescas de la historia, los astrónomos modernos y los cazadores de eclipses también han informado de que los animales salvajes y domésticos reaccionan notablemente a los eclipses: las vacas lecheras vuelven al establo, los grillos empiezan a piar, los pájaros se posan o se vuelven más activos y las ballenas se abren paso en el mar. Las arañas que tejen orbes también pueden destruir sus telas durante un eclipse, algo que un equipo de investigadores intentó documentar durante un eclipse en agosto de 2017.
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Cómo ver un eclipse de forma segura
Ver un eclipse solar puede ser una experiencia inolvidable, pero los expertos piden precaución.
Mirar directamente al sol con los ojos desnudos o a través de telescopios o prismáticos sin protección puede causar lesiones oculares e incluso ceguera permanente. Unas gafas especiales para eclipses que filtren los rayos más dañinos del sol, instrumentos equipados con filtros solares o sencillas cámaras estenopeicas pueden permitirle contemplar el fenómeno de forma segura.
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La breve fase de totalidad es el único momento en que es seguro contemplar un eclipse a simple vista.
Si tienes la oportunidad de ver un eclipse sin peligro, aprovéchala antes de que sea demasiado tarde: las mediciones de la distancia entre la Tierra y la Luna muestran que nuestra compañera cósmica se aleja lentamente de nosotros y, dentro de unos mil millones de años, la Luna se habrá alejado tanto de la Tierra que ya no se producirán eclipses solares totales.
Montaje fotográfico de un eclipse solar anular visto en Madrid en 2005.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.