Programa del transbordador espacial de la NASA
Te contamos todo lo que debes saber sobre la historia del programa de transbordadores espaciales de la NASA, también conocido como el "viajero cósmico".
Si las condiciones meteorológicas son favorables, los transbordadores espaciales que regresan aterrizan en el Centro Espacial Kennedy. Sin embargo, las tormentas de Florida suelen desviar el transbordador a la base Edwards de la Fuerza Aérea, en California. A continuación, el transbordador regresa a Florida en uno de los dos aviones comerciales Boeing 747 modificados para transportar transbordadores espaciales. Estos aviones, denominados oficialmente aviones portadores del transbordador, están equipados con puntales, estabilizadores y monitores electrónicos.
El transbordador espacial de la NASA no se parecía a ninguna otra nave espacial construida durante los 30 años que duró el programa. A diferencia de las cápsulas mucho más pequeñas de la era Apolo, que se lanzaban en las puntas de los cohetes y volvían chapoteando al océano, el transbordador, del tamaño de un avión de pasajeros, se diseñó para ser lanzado al espacio con potentes propulsores y volver a tierra firme como un planeador. Su forma aerodinámica con alas le permitía descender a través de la atmósfera y aterrizar en una pista como si fuera un avión comercial.
Mientras estaba en órbita, el transbordador espacial giraba alrededor del planeta a unos 28 000 kilómetros por hora, lo que significaba que la tripulación podía ver un amanecer o un atardecer cada 45 minutos.
Tras despegar del Centro Espacial John F. Kennedy de Florida (Estados Unidos), una misión típica del transbordador espacial duraba entre 10 días y dos semanas e incluía un programa completo de experimentos científicos y mantenimiento tecnológico. Los astronautas realizaban diversas tareas durante el vuelo, como la reparación de satélites y la construcción de la Estación Espacial Internacional. Cada uno de los transbordadores estaba especialmente equipado para tales funciones, sobre todo con una gran bodega de carga y un brazo robótico articulado.
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El accidentado despegue de un programa revolucionario
El 12 de abril de 1981, John Young y Robert Crippen lanzaron el programa de transbordadores espaciales pilotando el Columbia al espacio y regresando con éxito dos días después.
En 1983, la astronauta del transbordador espacial Sally Ride se convirtió en la primera mujer estadounidense en el espacio como parte de la tripulación del Challenger.
El programa supuso un enorme éxito para la NASA, pero también sufrió varias tragedias. La serie de misiones con éxito se rompió en 1986 cuando el Challenger se desintegró segundos después del despegue, matando a sus siete tripulantes.
El programa de transbordadores espaciales se suspendió a raíz del accidente y no se lanzaron transbordadores durante casi tres años. El programa se recuperó en abril de 1990 con la exitosa misión del Discovery.
Los astronautas de este trascendental vuelo pusieron en órbita el telescopio espacial Hubble. Este increíble aparato de formación de imágenes ha contribuido en gran medida a nuestra comprensión del cosmos y nos ha devuelto imágenes de otro mundo que dan vida al universo.
En 1995, el transbordador espacial Atlantis se acopló con éxito a la estación espacial rusa Mir, acercando los dos grandes programas espaciales en una era de cooperación que contrastaba notablemente con los primeros días de la carrera espacial.
La tragedia volvió a golpear al programa en febrero de 2003, cuando perdió su segundo transbordador: el Columbia se desintegró sobre Texas sólo 16 minutos antes de su aterrizaje previsto, y los siete miembros de la tripulación se perdieron.
A pesar de este desgarrador revés, el transbordador espacial volvió a volar con regularidad en 2006. En febrero de 2008, el Atlantis transportó a la ISS el laboratorio Columbus de la Agencia Espacial Europea. Y en febrero de 2010, el Endeavour subió la Cúpula, una estación de control robótica con siete ventanas que ofrece a la tripulación de la ISS una visión de 360 grados.
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El fin de una era
En 2004, el presidente estadounidense George W. Bush anunció la retirada de los transbordadores espaciales. El último vuelo llegó a su fin cuando el Atlantis aterrizó en el Centro Espacial Kennedy el 21 de julio de 2011. Los tres orbitadores restantes y el prototipo de transbordador, el Enterprise, se encuentran ahora en museos de California, Florida, Nueva York y Virginia.
Para su siguiente fase de exploración espacial tripulada, la NASA está diseñando y construyendo las naves espaciales necesarias para enviar a los seres humanos más lejos en el sistema solar, trabajando hacia el objetivo de poner a la gente en Marte. Por ejemplo, se está desarrollando el Vehículo Tripulado Polivalente, que podrá transportar a cuatro astronautas en misiones de 21 días. La NASA también está desarrollando el Sistema de Lanzamiento Espacial, un avanzado vehículo de lanzamiento pesado diseñado para la exploración humana más allá de la órbita terrestre.
Además, la agencia espacial se está asociando con empresas privadas como Space Exploration Technologies Corporation, o SpaceX, para lanzar vehículos comerciales a la ISS, y tal vez más allá.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.