Prensado de flores: combina el arte y la ciencia para que los niños exploren
El prensado de flores puede ser una actividad divertida para los niños. Enséñales a empezar con estos consejos.
Recoger flores puede no parecer un pasatiempo muy emocionante, pero insta a los niños a salir de casa y fomenta la exploración. Por otra parte, arreglar y prensar las flores fomenta la curiosidad y la creatividad. Y de paso, los más pequeños pueden aprender algo de botánica y ciencias ambientales.
¿No te hemos convencido? Pues sigue leyendo si quieres introducir un poco de flower power en la vida de tu familia.
Encuentra las flores adecuadas
Busques donde busques, lo preferible son flores delgadas y fáciles de prensar, como margaritas, cosmos, amapolas o petunias. Las flores más gruesas como las rosas son más difíciles que aplanar y más propensas a desarrollar moho. Tampoco pases de los dientes de león, los tréboles blancos u otras flores consideradas malas hierbas. A los niños les encantan y son fáciles de encontrar y de prensar.
Establece un cupo, como no más de 12 flores, así no ocuparán demasiado espacio en casa mientras las prensas. También puedes visitar varios lugares diferentes y recoger dos o tres en cada uno. Eso ayuda a proteger los hábitats para las abejas, aves y otros animales, y las plantas restantes seguirán produciendo frutos y replantándose. (Asegúrate de que cumples las leyes cuando recojas flores silvestres.)
Evita los días lluviosos, las primeras horas de la mañana o justo después de que los aspersores hayan regado las plantas, ya que los pétalos son propensos a desarrollar moho cuando la flor está húmeda. Busca flores con pétalos coloridos que no estén poniéndose marrones. (Cuando las flores empiezan a marchitarse, los colores no son tan vívidos.) Corta los tallos con tijeras aptas para niños; los adultos pueden usar tijeras de podar.
Ojo con las plantas con espinas o venenosas. Los niños también deben ser conscientes de los animales salvajes que viven o que comen las plantas: no pueden molestar a las mariquitas o a las abejas, por ejemplo.
Prensado de flores: consejos básicos
Prensar flores es tan fácil como abrir y cerrar un libro. Los únicos materiales que necesitan son un libro grande y pesado, seis trozos de papel de cocina y papel de periódico o de horno.
Coloca el papel de periódico o de horno en la página derecha del libro abierto. Pon dos o tres capas de papel de cocina sobre el papel de periódico o de horno.
Coloca una flor encima del papel de cocina y colócala de forma que esté mirando hacia fuera, para que nada esté doblado sobre sí mismo. Si el tallo es flexible, añade curvas para que tenga un aspecto más interesante. Dispón los pétalos o las hojas delicadas con la ayuda de unas pinzas o un palillo.
Una vez organizada la flor, cúbrela con cuidado con otras dos o tres capas de papel de cocina. Utiliza pinzas o un bastoncillo para mantener la flor quieta mientras colocas el papel de cocina. Haz un poco de presión y sostén la flor mientras añades la misma cantidad de papel de periódico o de horno que has utilizado en la parte inferior. Después, cierra el libro con cuidado.
Pon varios libros sobre el libro con la flor y deja la pila durante una o dos semanas. Aquí ocurre la ciencia: a medida que la flor se seca, el papel de cocina absorbe la humedad de la planta e impide que se descomponga. Los pétalos, el tallo y las hojas secas retienen casi todos los pigmentos, las sustancias que producen el color de la flor.
En cuanto la flor esté seca, sácala con cuidado con la ayuda de unas pinzas.
¿Ahora qué? Las plantas prensadas pegadas en un papel y enmarcadas son ideales como adorno, pero te proponemos otras ideas para que florezca la creatividad de tus hijos:
Flor de cristal de colores. Crea un efecto de vidrio pintando dos trocitos de papel encerado con cola blanca líquida. Coloca la flor prensada en el lado pintado de uno de los trocitos y coloca el otro trocito sobre la flor. Después, haz presión para sacar las burbujas de aire. Cuando se seque, haz un marco con cartulina y cuélgala de una ventana.
Libro de recuerdos. Colecciona flores durante las vacaciones o en excursiones para colocarlas en un libro de recuerdos. Anota el tipo de flor y el lugar donde la recogisteis, añade fotos que sacasteis durante el viaje y escribe otros detalles sobre el día.
Conviértete en científico o científica. Registra cuándo, dónde y cómo se recogió la flor. Añade el nombre científico y las coordenadas GPS de su ubicación.
Postales de pétalos. Escanea las flores prensadas, imprímelas en una tarjeta y envía tus creaciones a amigos y familiares.
Papel de escribir personalizado. Coloca y pega las flores prensadas en una esquina o en los bordes de una hoja de papel. Después escanéala o fotocópiala en papel de arroz o papel de horno.
Marcador para libros. Coloca las flores prensadas en cartulina o papel, después cúbrelo con cinta de embalar transparente. Haz un agujero en la parte superior y atraviésalo con un hilo a modo de borla.
Flores reutilizadas. Utiliza los pétalos para crear un mosaico. Por ejemplo, los dientes de león pueden convertirse en la melena de un león y puedes crear plumas superponiendo pétalos violetas.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.