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Página del fotógrafo
Christian Kober
El Cervino se eleva sólo 4500 metros, aproximadamente la mitad que el Everest, pero la ruta hasta su cima presenta retos de escalada más técnicos que las rutas comerciales del Everest.
Cientos de «traboules» conectan los barrios residenciales con las calles más frecuentadas del Viejo Lyon. De los más de 400 que se crearon, 50 siguen abiertos al público.
La Gran Muralla China, lugar Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y el río Amarillo en el desierto de Tengger en Shapotou, cerca de Zhongwei, provincia de Ningxia, China.
Los edificios llenos de vida crean el paisaje urbano enigmático de Tiflis, Georgia.
Los campistas pasan la noche en una ladera nevada en el valle de Chamonix, Francia.
Valle de Gangtey
Los hombres realizan la oración en la mezquita de Gran Mansouri en Trípoli en el norte de Líbano.
Perfecto para: La ruta más corta hasta la cumbre de la montaña más alta de Malasia Distancia: 365 metros en vertical El Monte Kinabalu, que se levanta en medio de la selva de Borneo con sus 4.095 metros, no solo es la montaña más alta de Malasia, sino que es la número veinte en la lista de montañas más prominentes del mundo ―llega hasta esa altura directamente desde el nivel del mar, una prominencia similar a la de picos más altos como el Monte Rainier y el K2. Esta montaña granítica también ofrece algo poco común: un entorno alpino cerca del Ecuador. En los prados de la cima se encuentra la mayor concentración de flora endémica del planeta, incluyendo la mayor concentración del mundo de orquídeas salvajes. La subida a este monstruo es dura siempre, pero la forma más divertida de llegar arriba es mediante la que según el parque es la vía ferrata más alta del mundo. La ruta es divertida de verdad. Sube directa por acantilados muy empinados, cruza puentes colgantes, y exige buen temple para subir aferrándose a peldaños de metal clavados en la pared de roca, sin nada más que el aire alrededor. Nivel de peligro: aunque ofrece un montón de momentos que cortan la respiración con alta exposición, no es una vía ferrata especialmente difícil ni peligrosa. Está calificada como AD, “Assez Difficile” o bastante difícil, según el sistema francés, y como 3 en el sistema Fletcher/Smith. Mountain Torq, la empresa que lleva los tours de la vía ferrata, hace de guía y exige que los participantes tengan como mínimo diecisiete años. El cambio de altitud también puede ser duro. La mayoría de la gente se toma dos días para completar la escalada. Más fácil: no es obligatorio seguir la vía ferrata para llegar a la cumbre del Monte Kinabalu. Tanto la ruta Timpohon (8 kilómetros ida y vuelta) como la Mesilau (12 kilómetros ida y vuelta) te llevarán hasta Laban Rata, a 3.272 metros. Desde allí, los más intrépidos pueden tomar la ruta estándar hasta la cumbre, un itinerario difícil de 5,8 kilómetros y ochocientos metros en vertical en el que hay que sortear cornisas y escalas. También hay una versión más fácil de la vía ferrata, llamada Walk the Torq, calificada como PD o “poco difícil”, en el sistema francés, que también llega a la cima. En todos los ascensos y rutas hay que llevar un guía.