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Nick Conzone

Estudiando un gusano pulmonar parásito.

Jenna Palmisano compara un gusano pulmonar parásito conservado con los que se encuentran dentro de una serpiente de cascabel pigmea oscura muerta en el laboratorio Savage Lab de la universidad Central Florida. Para estudiar la enfermedad, los científicos piden a la gente que les informen sobre el descubrimiento de cualquier serpiente muerta mediante la Snake Lungworm Alliance and Monitoring system.

Tubo de manipulación de serpientes

Jenna Palmisano examina de cerca una Estudiando a las serpiente de cascabel pigmea oscura mientras el ecólogo Zander Perelman sujeta a la serpiente en un tubo de manipulación, sujetando la parte superior de su cuerpo.

Estudiando a las serpiente de cascabel pigmea oscura en Florida.

Zander Perelman, un ecólogo de la Univerisdad de Illinois, sujeta con cuidado una serpiente de cascabel pigmea oscura en un tuvo de manipulación en Christmas, Florida. Esta herramienta permite a los investigadores manipular y estudiar a las serpientes de manera segura.

Una serpiente de cascabel pigmea oscura en un bosque de Florida (Estados Unidos).

Una serpiente de cascabel pigmea oscura descansa en el sombreado suelo del Orlando Wetlands Park en Christmas, Florida. Pudiendo crecer solo entre 38 y 60 centímetros, la serpiente de cascabel pigmea oscura tiene unos pulmones pequeños que sufren con el gusano pulmonar parásito.

Un ejemplar de 'Raillietiella orientalis'.

Jenna Palmisano, una bióloga de la Universidad Central Florida (Estados Unidos), sujeta un especimen conservado de 'Raillietiella orientalis', un gusano pulmonar parásito.