Quince coloridos mapas propagandísticos de las guerras del siglo XX
Los mapas hechos para persuadir al público en tiempos de conflictos pueden ser hermosos, terroríficos y divertidos, además de informativos.
Los mapas suelen tener objetivos ocultos, transmitidos a través de las elecciones sutiles del cartógrafo. Pero no es el caso de estos mapas.
Los mapas de este artículo tienen mensajes muy claros. Son propaganda bélica y tienen el objetivo de convencer al público de las tendencias malévolas de un enemigo, de que un conflicto puede ganarse y de que vale la pena el sacrificio. Estos coloridos mapas revelan detalles de la política, la cultura y el arte de los países implicados en los conflictos de la primera mitad del siglo XX.
El primer mapa es un buen ejemplo de ello. Se elaboró en 1900 y representa a Rusia como un pulpo con tentáculos que se extienden en todas direcciones, estrangulando a Polonia, Finlandia y China y estirándose hacia Turquía, Afganistán y Persia. El creador del mapa, el cartógrafo británico Frederick Rose, fue quizá el cartógrafo más influyente de su época en lo que conocemos como mapas antropomórficos. Aunque el pulpo es el personaje principal de su mapa, la mayoría de países europeos se representan como varias personas, de ahí el nombre de este estilo de cartografía.
La emblemática imagen del pulpo como agresor que creó Rose, empleada por primera vez en un mapa que él mismo hizo en 1877, fue adoptada por muchos otros, entre ellos cartógrafos japoneses, franceses y nazis. En un mapa de los franceses (incluido en la galería de arriba), Winston Churchill aparece representado como un pulpo.
Estos mapas y muchos otros, pertenecientes a una colección expuesta en 2016 en The Map House, Londres, y pertenecientes también al archivo público de la Biblioteca Británica, cubren varias guerras, entre ellas las dos Guerras Mundiales, las guerras de los bóeres y la guerra civil rusa. Son el resultado de 15 años de recopilación por parte de los autores de un libro que los incluye, Philip Curtis y Jakob Søndergård Pedersen, y varios mapas son las únicas copias conocidas que existen.
Una de estas obras posiblemente únicas es un mapa antibolchevique (arriba) hecho en Bulgaria que muestra a los soldados soviéticos cometiendo actos horrendos por toda Europa. La leyenda del mapa se puede traducir por «Esto es lo que se puede esperar si Europa sucumbe al bolchevismo».
«Habría sido dibujado, impreso y distribuido cuando el ejército soviético estaba en la mismísima frontera de Bulgaria», dijo Curtis en una entrevista de radio con Monocle el 25 de septiembre de 2016. «Pero este no es un mapa que querrías tener en casa si los soldados del ejército rojo soviético echaran tu puerta abajo. Tenerlo habría sido sin lugar a dudas una sentencia de muerte. Habrían destruido [estos mapas]. No sé cómo este consiguió escapar».
Algunos de mis favoritos de la colección emplean animales para describir las características de varios países y líderes: las actividades coloniales de Inglaterra se representan con un león, Turquía aparece como un elefante aletargado, Italia es un perro medio dormido y Suiza es una tortuga que se esconde dentro de su caparazón de neutralidad.
Además del pulpo, las arañas fueron unas agresoras cartográficas muy populares. La Alemania nazi se representa como un arácnido negro de patas largas con la cara de Hitler y una esvástica en la espalda en el inquietante mapa propagandístico británico que vemos arriba, destinado a las antiguas colonias de habla francesa en África con la leyenda «Une a une, on lui brisera les pattes» («Le romperemos las patas una a una»).