Descubren un complejo ceremonial maya de 3000 años de antigüedad
Una enorme plataforma coronada por una pirámide, que pasó desapercibida hasta que la detectaron con la ayuda de láseres, es la estructura más grande y antigua descubierta en la región maya.
Imagen en 3D de la plataforma monumental de Aguada Fénix (en marrón oscuro). La estructura, construida hace unos 3000 años, se detectó con una tecnología láser denominada lídar.
Un trabajo publicado hoy en la revista Nature ha identificado una enorme plataforma de tierra de 3000 años coronada por una serie de estructuras —entre ellas una pirámide de cuatro metros de alto— como la construcción monumental más grande descubierta en la región maya. Es el último descubrimiento que respalda la idea emergente de que algunas de las primeras estructuras construidas en la región maya eran mucho más grandes que las que se erigieron más de un milenio después durante el periodo Clásico maya (250-900 d.C.), cuando el imperio estaba en su apogeo.
El descubrimiento se produjo en el estado mexicano de Tabasco en el sitio de Aguada Fénix, a unos 1350 kilómetros al este de Ciudad de México. Se encuentra en una región conocida como tierras bajas mayas, donde surgió la civilización maya.
En 2017, un equipo de investigadores llevó a cabo un reconocimiento por lídar que detectó la plataforma y al menos nueve calzadas que conducían hasta ella. Normalmente, esta tecnología láser revolucionaria se emplea desde un avión para “ver” estructuras bajo las densas copas de los árboles, pero en este caso desveló un hallazgo asombroso que estaba oculto a plena vista en las tierras ganaderas ampliamente deforestadas de Tabasco durante siglos, si no milenios.
¿Cómo no se identificó antes un monumento tan grande en Aguada Fénix?
“Cuesta explicarlo, pero cuando caminas por la zona, no te das cuenta de la enormidad de la estructura”, señala el arqueólogo Takeshi Inomata de la Universidad de Arizona, autor principal del estudio. “Mide más de nueve metros de alto, pero las dimensiones horizontales son tan enormes que no adviertes la altura”.
Imagen de Aguada Fénix desde el aire sin lídar. Se ve cómo se “esconde” el monumento en una tierra ganadera semiforestada.
“Rituales que solo podemos imaginar”
Se cree que la construcción inicial de la plataforma comenzó en torno al año 1000 a.C. según la datación por radiocarbono del carbón vegetal hallado dentro del complejo.
Sin embargo, la ausencia de edificios más antiguos documentados en Aguada Fénix sugiere que al menos hasta ese periodo, la gente que vivía en la región —probablemente los precursores de los mayas clásicos— se desplazaba entre campamentos temporales para cazar y recolectar alimentos. Eso ha llevado a especular sobre cómo y por qué decidieron construir de repente una estructura enorme y permanente.
Inomata estima que el volumen total de la plataforma y los edificios sobre ella es de al menos 3,7 millones de metros cúbicos, lo que significa que es aún mayor que la pirámide egipcia más grande. También calculó que para su construcción habrían hecho falta 5000 personas y más de seis años de trabajo a tiempo completo.
“Creemos que es un centro ceremonial. Es un lugar de reunión y posiblemente se celebraran procesiones y otros rituales que solo podemos imaginarnos”, afirma Inomata.
No se han descubierto edificios residenciales sobre la estructura ni a su alrededor, así que se desconoce cuánta gente vivía en las proximidades. Con todo, el gran tamaño de la plataforma lleva a Inomata a pensar que los constructores de Aguada Fénix estaban abandonando poco a poco su estilo de vida de cazadores-recolectores, probablemente con la ayuda del cultivo de maíz, del que también se han hallado evidencias en el sitio.
“El tamaño del lugar es asombroso”, afirma Jon Lohse, arqueólogo de Terracon Consultants Inc. que estudia la historia de la zona y que no participó en el estudio. Sin embargo, no piensa que la estructura evidencie un estilo de vida sedentario. “Las construcciones monumentales de los pueblos presedentarios no son infrecuentes a nivel mundial”.
Lo que sí demuestra de forma inconfundible, añade Lohse, es una capacidad avanzada de colaboración, probablemente de la forma igualitaria que cree que era típica en las primeras sociedades de la región maya. Inomata está de acuerdo y opina que la plataforma fue construida por una comunidad sin jerarquía social sólida.
Como posible prueba, Inomata señala el lugar ceremonial aún más antiguo de San Lorenzo, a 380 kilómetros al oeste en una región donde entonces se asentaba el pueblo olmeca. San Lorenzo, construido al menos 400 años antes que Aguada Fénix, alberga una colina con terrazas artificiales que podría haber tenido una función similar. Pero también tiene estatuas humanas enormes que podrían indicar que algunas personas gozaban de una posición social más elevada que otras.
Parece probable que las personas que construyeron Aguada Fénix se inspiraran en San Lorenzo, pero la arqueóloga Ann Cyphers de la Universidad Nacional Autónoma de México, que ha trabajado en San Lorenzo, considera que los sitios son “bastante diferentes” y añade que la cerámica hallada allí también es muy distinta de la de Aguada Fénix.
Un tablero de tierra de colores
Entonces ¿para qué llevar a cabo un proyecto de construcción común tan gigantesco? La coautora del estudio Verónica Vázquez López, de la Universidad de Calgary, cree que podría haber sido una declaración de intenciones: una colaboración formal diseñada para unir a grupos diferentes a lo largo de varias generaciones.
Algunos aspectos de Aguada Fénix podrían sugerir esta colaboración, como un conjunto de hachas de jade que podrían haber simbolizado el fin del proyecto de edificación colaborativo. Los arqueólogos también han señalado que algunas de las capas de suelo empleadas para construir la plataforma se dispusieron en un patrón de tablero de damas con tierras de color diferente, lo que podría simbolizar la contribución de grupos distintos.
“Incluso hoy en día, las personas que viven en barrios distintos de algunas localidades mexicanas limpian su parte de la plaza de la iglesia central”, observa Vázquez López.
Para el año 750 a.C., la estructura monumental de Aguada Fénix quedó abandonada y para el periodo maya Clásico, más de 1000 años después, los habitantes de la región construían pirámides más altas a las que solo podía acceder la élite sobre plataformas mucho más pequeñas con menos espacio para la reunión de comunidades grandes.
“En el periodo inicial, la gente se emocionó mucho”, explica Inomata. “Más adelante, ya no tenía tanto entusiasmo”.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.