Así es como la moda callejera provocó disturbios raciales en Los Ángeles durante la Segunda Guerra Mundial
Hace 80 años, se desataron en Los Ánges los Disturbios del Traje Zoot los jóvenes de color fueron atacados por sus elecciones de moda "antipatrióticas". Las repercusiones aún se dejan sentir hoy en día.
El traje zoot, de líneas relajadas y fluidas, se apartó de la ropa estructurada de los años 30 y 40 y se hizo popular en Estados Unidos entre los músicos de jazz y sus jóvenes seguidores, que asociaban los trajes con la libertad física y social.
Hace 80 años, en junio de 1943, la moda en las calles de Los Ángeles convirtió a sus jóvenes en objetivo. Al Waxman, editor de un periódico, describió una escena en la que militares blancos enfurecidos pararon un tranvía en el centro de la ciudad y ordenaron al conductor que les dejara subir a bordo.
Los hombres "procedieron a inspeccionar la ropa de los pasajeros masculinos. Gritaron: '¿Buscamos trajes para quemar!", relató Waxman. A su alrededor, una turba cada vez más numerosa golpeaba a los jóvenes vestidos con trajes zoot y literalmente les arrancaba la ropa del cuerpo. Los agentes locales rechazaron sus peticiones de ayuda, diciéndole que era asunto de la policía militar.
Pero aquellos que eran atacados por su vestimenta también lo eran por el color de su piel, y Waxman estaba literalmente viendo cómo se desarrollaba un motín racial: los Disturbios del Traje Zoot, una semana de violencia desenfrenada contra los jóvenes latinos, negros, filipino-americanos y otros jóvenes de color de Los Ángeles, desatada por los militares, inflamada por las tensiones raciales y avivada por una de las modas más icónicas de la década de 1940.
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"Un emblema etnicidad"
El extravagante traje zoot se había puesto de moda una década antes, en los años 30, cuando el sastre londinense Frederick Scholte diseñó el traje "drapeado" o "londinense". A diferencia de la moda masculina estructurada de la época, el traje de Scholte realzaba los hombros y presentaba tejidos vaporosos. Fue acogido con entusiasmo en Estados Unidos, y pronto artistas de jazz negros como Cab Calloway lucieron estos trajes. Sus admiradores, jóvenes de color que asociaban los trajes con la libertad física y social, también adoptaron el look, comprando trajes demasiado grandes y modificándolos para que fueran lo más bailables y elegantes posible.
Adolescentes vestidos con trajes zoot caminan por una calle de la ciudad en 1943, atrayendo la atención de los transeúntes militares y civiles con ropa de calle más normal. Los "antipatrióticos" trajes holgados eran vistos como una burla a las medidas de racionamiento en tiempos de guerra.
Aunque los orígenes de la palabra "zoot" son oscuros, la palabra parece haberse desarrollado a partir de la jerga rimada popular en la época como una mala pronunciación intencionada de la palabra "traje" (en inglés, suit).
Los trajes zoot, como acabaron conociéndose, eran para bailar y presumir, y con el tiempo se asociaron a los jóvenes mexicano-americanos, negros y filipino-americanos de la costa oeste. Los trajes eran lo que el historiador Stuart Cosgrove llama "un emblema de etnicidad... un gesto subcultural que se negaba a ceder a los modales de sumisión".
No todo el mundo amaba el traje zoot. Como los vestían sobre todo jóvenes pertenecientes a minorías, la cultura blanca dominante los asociaba cada vez más con sus agravios contra los no blancos, y en el tenso ambiente de la Segunda Guerra Mundial abundaban los agravios raciales. La nación acababa de salir de la Gran Depresión, cuando una reacción contra la gente negra que "quitaba el trabajo a los blancos" dio lugar a una campaña contra la inmigración y a la deportación de un gran número de latinos y otras personas.
Tras el ataque a Pearl Harbor en 1941, el Gobierno federal reubicó a la fuerza a unos 125 000 estadounidenses de origen japonés en campos de internamiento, y en las zonas urbanas con grandes poblaciones de inmigrantes y minorías, los blancos hostiles se quejaron de la creciente visibilidad de los hombres jóvenes no blancos. Algunos carecían de ciudadanía y, por tanto, no habían sido reclutados ni se habían presentado voluntarios para el servicio militar. Otros habían emigrado al centro de las ciudades debido a las nuevas oportunidades de trabajo creadas por la guerra. En Los Ángeles, en particular, abundaban esos empleos, lo que enfurecía a los blancos que no se fiaban de los recién llegados. Los jóvenes vestían trajes zoot, y los mexicano-estadounidenses de segunda generación que adoptaron con entusiasmo la distintiva vestimenta junto con la música jazz y una jerga característica fueron apodados pachucos.
Un grupo de militares uniformados llevan palos de madera, ramas y postes de vallas para utilizarlos como armas mientras buscan venganza contra cualquier persona vestida con un traje zoot en el barrio Watts de Los Ángeles el 11 de junio de 1943.
Moda "antipatriótica"
La decisión de la Marina estadounidense en 1940 de construir unas instalaciones de entrenamiento de un millón de dólares en medio de un barrio mexicano-americano de bajos ingresos de Los Ángeles preparó el terreno para el conflicto: los marineros blancos se quejaban de que los holgados trajes de sus vecinos latinos burlaban las medidas de racionamiento en tiempos de guerra y eran "antipatrióticos", mientras que los pachucos llevaban con orgullo los trajes zoot como símbolo de su asediada comunidad.
En 1942 las tensiones empeoraron aún más con el asesinato de José Díaz, un joven de 22 años que fue apaleado y apuñalado tras una fiesta que se había vuelto violenta. La policía detuvo a más de 600 jóvenes latinos en un caso muy publicitado y con una fuerte carga racial, descrito por un miembro de la comunidad como un "desfile de prejuicios". Los fiscales acusaron a 22 de asesinato, y varios fueron condenados en un juicio muy cargado, acompañado de informes de prensa que pintaban a jóvenes inmigrantes y "zoot suiters" como peligrosos matones. En 1944, un juez de California desestimó todos los cargos relacionados con el suceso, alegando insuficiencia de pruebas.
El polvorín de Los Ángeles volvió a estallar a finales de mayo de 1943, cuando un grupo de marineros blancos afirmaron falsamente que habían sido asaltados por jóvenes latinos vestidos con trajes zoot. Se desató el pandemónium. El 3 de junio, un grupo de marineros revoltosos alquiló 20 taxis para que los llevaran a barrios mayoritariamente latinos, donde golpearon a jóvenes latinos. "La histeria de los pachucos se extendió como una enfermedad contagiosa entre los demás militares destinados en Los Ángeles y sus alrededores", escribe Eduardo Obregón Pagán, historiador de los disturbios.
Dos jóvenes, uno desnudo y otro gravemente golpeado, tras un ataque de militares en un cine de Los Ángeles el 7 de junio de 1943. Los Angeles Times declaró que los "zoot suiters" aprendieron una "gran lección moral de los militares" de la época. El periódico se disculpó por su cobertura de los Disturbios Zoot Suit en 2018.
"Esos dandis gamines"
Pronto, hombres blancos de todas las ramas militares fueron a barrios latinos y atacaron a civiles de las minorías. También circularon rumores de que los pachucos estaban violando a mujeres blancas, y los hombres de las minorías que defendían sus propios barrios eran golpeados, desvestidos y a menudo detenidos. En los días siguientes, otros hombres blancos se unieron a la acción: taxistas blancos que ofrecían billetes gratis a quienes se dirigían a barrios minoritarios y policías de paisano que también participaban en los ataques.
La violencia alcanzó su punto álgido la noche del 7 de junio, cuando una multitud de 5000 civiles y militares invadió el centro de Los Ángeles armados con porras y otras armas. Estas acciones fueron alentadas en gran medida por la prensa, incluido Los Angeles Times, que dijo en su momento:
"Esos gamines dandies, los zoot suiters, habiendo aprendido una gran lección moral de los militares, en su mayoría marineros, que empezaron su instrucción hace tres días, se quedan en casa por las noches".
En 2018, el Times se disculpó por su cobertura de los disturbios como parte de un ajuste de cuentas más amplio con la raza.
La violencia solo se calmó a partir del 8 de junio, cuando las autoridades militares prohibieron a los militares salir de sus bases en la zona de Los Ángeles. Mientras tanto, el alcalde defendió la falta de respuesta de la ciudad, afirmando que no había discriminación racial en Los Ángeles, mientras que el Ayuntamiento contemplaba lo que el Los Angeles Times llamó una "prohibición de los trajes raros". Para entonces, los disturbios habían acaparado la atención nacional, y en las semanas siguientes se produjeron diversos incidentes similares en todo el país. Según Pagán, se estima que 94 civiles y 18 militares fueron atendidos por heridas tras los disturbios, y la policía sólo detuvo a civiles, pero no a militares. No se produjeron muertes, pero es probable que el número de heridos sea superior al que figura en los registros policiales.
Tras los disturbios, la Primera Dama Eleanor Roosevelt se refirió al caos y pidió a los estadounidenses que lucharan contra la discriminación racial que existía desde hacía tiempo en el país. El gobernador de California, Earl Warren, formó un comité ciudadano para investigar las causas de los disturbios, que determinó que el racismo era una de las causas principales de los disturbios; posteriormente, se ordenó a los agentes de policía de Los Ángeles que trataran a todos los ciudadanos por igual.
En los años que siguieron a los disturbios, los jóvenes que habían sido agredidos por sus elecciones de moda se convirtieron en activistas. Los historiadores pueden trazar una línea desde la resistencia juvenil de los pachucos y los enfrentamientos raciales cada vez más polémicos de la Segunda Guerra Mundial hasta lo que se convirtió en el Movimiento por los Derechos de los Chicanos, el activismo laboral y el Movimiento por los Derechos Civiles. Figuras como César Chávez y Malcolm X, por ejemplo, vistieron trajes zoot en su juventud y luego lucharon contra la discriminación racial en su edad adulta. 80 años después, la moda callejera puede haber cambiado. Pero los ecos de los Disturbios de los Trajes Zoot aún resuenan en una nación que todavía se está reconciliando con su larga historia de racismo.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.