Descubierta una posible «chamana» enterrada hace 12 000 años

Enterrados en un momento crítico de la historia de la humanidad, los restos de una mujer y varios animales salvajes pueden sugerir que desempeñó un importante (e inesperado) papel espiritual.

Por Tom Metcalfe
Publicado 24 jul 2024, 15:52 CEST
Göbekli Tepe, lugar de enterramiento de la "mujer chamán"

La mujer «chamán» fue enterrada en el siglo X a.C., más o menos en la época en que se construyó Göbekli Tepe (arriba), a unos 240 km de distancia, en el sureste de Turquía. Los arqueólogos creen que Göbekli Tepe pudo ser un complejo asentamiento o templo de cazadores-recolectores en una época de transición crítica antes de que desarrollaran la agricultura.

Fotografía de Vincent J. Musi, Nat Geo Image Collection

Una mujer enterrada hace unos 12 000 años cerca de la cuenca alta del río Tigris, en el suroeste de Turquía, podría haber sido una chamán que tenía una conexión espiritual con los animales salvajes, según sugiere un nuevo estudio publicado en la revista L'Anthropologie.

El inusual enterramiento de Çemka Höyük ("montículo junto al agua" en turco) tuvo lugar durante lo que los arqueólogos denominan el Neolítico Prealfarero A (PPNA, por las siglas en inglés), una etapa de transición de la sociedad humana entre el año 10 000 y el 8800 a.C. y poco antes del desarrollo de la agricultura. En esta época, la gente seguía siendo cazadora-recolectora, como sus antepasados del Mesolítico, y aún no se había inventado la cerámica.

Pero parece que ya habían formado asentamientos, al menos durante parte del año, en lugares como Jericó, en los Territorios Palestinos, y Göbekli Tepe, un yacimiento arqueológico de Turquía situado a unos 240 kilómetros al oeste de Çemka Höyük.

La mujer, que murió por causas naturales entre los 25 y los 30 años de edad, fue enterrada bajo el suelo de un edificio de ladrillos de barro en Çemka Höyük, mientras que otras 14 personas fueron enterradas bajo otros edificios cercanos. Enterrar a los muertos bajo el suelo de una casa era habitual durante la PPNA, pero a los arqueólogos les sorprendió que la tumba de la mujer estuviera cubierta con un gran bloque de piedra caliza, algo inusual en un enterramiento de esta época.

Hubo más sorpresas una vez excavada la tumba: el cráneo de un aurochs (un buey primitivo) estaba colocado sobre el cuerpo de la mujer, con la mandíbula separada y descansando a sus pies. Otros huesos de animales, como el ala de una perdiz, la pata de una garduña y los restos de una oveja o una cabra, parecían esparcidos por la fosa funeraria.

El enterramiento de la «chamán» incluía a una mujer acurrucada sobre su costado.

El enterramiento de la «chamán» (arriba) incluía a una mujer acurrucada sobre su costado derecho y acompañada de diversos huesos de animales.

Fotografía de Ergul Kodas

El enterramiento de la mujer tuvo lugar antes de que se domesticaran los animales de granja, por lo que las criaturas debían de ser salvajes, explica el arqueólogo Ergül Kodaş, de la Universidad turca de Mardin Artuklu y autor principal del estudio. La presencia de tantos huesos de un urogallo también indica la importancia del ganado salvaje, señala, que no sería domesticado hasta pasados miles de años pero ya era un animal de alimentación primaria.

La arqueóloga británica Kathleen Kenyon definió la PPNA durante unas excavaciones en Jericó en la década de 1950.

Su primera impresión fue la de una sociedad sencilla de cazadores-recolectores, pero los arqueólogos cada vez comprenden mejor la complejidad de la época, como demuestran los descubrimientos de herramientas sofisticadas y asentamientos PPNA muy elaborados.

Por ejemplo, ahora creen que las ruinas PPNA de Göbekli Tepe representan un asentamiento o templo complejo de algún tipo, basándose en parte en los pilares monumentales utilizados para construirlo y en sus elaboradas tallas de leones, toros y zorros.

Un estudio de Kodaş y sus colegas publicado en Antiquity a principios de este año también describe ornamentos personales del yacimiento PPNA de Boncuklu Tarla, a kilómetro y medio de Çemka Höyük; y ese yacimiento también cuenta con lo que podría ser la cloaca más antigua del mundo.

Los investigadores sugieren que el inusual enterramiento de Çemka Höyük puede ser un indicio de que la mujer era una "chamana" con acceso a los espíritus, como los que se cree que existen en los animales.

Pero los investigadores reconocen que las extrañas características del enterramiento podrían deberse a otras prácticas rituales, como el culto a los animales, la metonimia (como la idea de que un hueso del ala de un pájaro podría provocar el vuelo) o los festines durante los enterramientos, más que al chamanismo.

"[Chamán] no es un término que sugiramos", afirma Kodaş; "otros acontecimientos pueden causar enterramientos similares, pero no se observan en los enterramientos de otros individuos del asentamiento".

Chamanismo neolítico

El arqueólogo de la Universidad de Oxford (Reino Unido) Bill Finlayson, un experto en la era PPNA que no participó en el estudio, dice que el uso del término "chamán" para referirse a un practicante de espíritus fue acuñado en el siglo XVIII para describir las prácticas indígenas en Siberia, y puede no describir con precisión el papel de los "chamanes" neolíticos como la mujer enterrada en Çemka Höyük.

Sin embargo, señaló que algunos enterramientos de la PPNA se describen como "chamánicos" por sus similitudes con el enterramiento de hace 12 000 años de una mujer descrita a veces como "chamana" o "hechicera" en el yacimiento de la cueva de Hilazon Tachit, en Israel. Aquella mujer fue enterrada con docenas de caparazones de tortuga, un pie humano seccionado, una pelvis de leopardo y el ala de un águila real.

"Es posible que se tratara de alguien un poco extraño, o especialmente dotado de alguna manera, o tal vez un practicante ritual, alguien que recordaba prácticas rituales para la comunidad", dice Finlayson. "Y puede que fuera un chamán, pero el término se utiliza hoy en día sobre todo porque es un atajo bonito y práctico".

Pero Steve Mithen, arqueólogo de la Universidad de Reading (Reino Unido) que no participó en el estudio, afirma que los graves cambios sociales y medioambientales del periodo PPNA podrían haber aumentado la importancia de las personas que podían comunicarse con poderes invisibles.

"La gente estaba experimentando con nuevas formas de vida (incluyendo el sedentarismo, el cultivo de plantas, el pastoreo de animales) y nuevas tecnologías. Sus niveles de inseguridad e incertidumbre se habrían acentuado, dando lugar a una mayor intensidad de las prácticas chamánicas", afirma.

Por su parte, Thomas Levy, arqueólogo de la Universidad de California (EE. UU.) que tampoco participó en la investigación, afirma que los recientes descubrimientos de Çemka Höyük son importantes aportaciones a la comprensión moderna de la PPNA y de la evolución de las sociedades asentadas complejas a partir de grupos de cazadores-recolectores.

Los arqueólogos creen ahora que las creencias rituales desempeñaron un papel importante en el desarrollo de las sociedades primitivas, y este extraño enterramiento indica que las mujeres estaban profundamente implicadas.

"El reciente descubrimiento del enterramiento femenino asociado a ofrendas exóticas en tumbas de animales... obliga a replantearse el papel de la mujer en este proceso", afirma.

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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