La trágica historia de la mayor isla deshabitada del mundo
La isla Devon con sus restos de asentamientos fallidos, sus expediciones condenadas y sus vestigios de historia antigua de los inuit es uno de los parajes más inhóspitos del Ártico.
En este pequeño cementerio están las tumbas de los oficiales de la Policía Montada de Canadá que estuvieron destacados en Dundas Harbour (isla Devon) a principios del siglo XX. Las condiciones extremas de la isla deshabitada han sido un reto para todo el mundo; desde exploradores perdidos e inuits hasta científicos modernos que se preparan para la vida en Marte.
A 74º de latitud, la isla Devon está a unos 8000 kilómetros al norte de Hawái, y más de cinco veces su tamaño. Remota, azotada por el viento y dura, la isla está clasificada como un desierto polar, con montañas estériles que se elevan sobre las playas desgastadas por la escarcha, donde las aves marinas llenan los cielos y el buey almizclero ocasional deambula por la costa. Situada a lo largo del histórico Paso del Noroeste en Nunavut, Canadá, la isla de Devon sigue deshabitada.
Pero eso no quiere decir que los humanos no lo hayan intentado. La gente no ha podido vivir en la isla ártica desde hace siglos; el último intento de habitarla se produjo en 1951. Los antiguos asentamientos inuit se encuentran junto a un pueblo militar fantasma, reliquias de expediciones condenadas e incluso una estación de investigación de la NASA encaramada al borde de un enorme cráter. Hoy en día, la isla Devon muestra el largo, largo arte de la supervivencia humana a sus pocos visitantes.
Las historias olvidadas de Devon
Si la isla Devon te suena familiar, es probable que se deba a la Expedición perdida de Franklin. En 1845, 129 hombres a bordo del HMS Erebus y el HMS Terror se dispusieron a cartografiar el legendario Paso del Noroeste hacia Gran Bretaña, pero jamás volvieron. Los grupos de búsqueda comenzaron en 1848, y la primera pista de Franklin se encontró en 1850: un rastrillo de naturalista descubierto en la isla Devon. Otros hallazgos incluyeron un pedazo de lienzo marcado como "Terror"; 700 latas de carne vacías forradas de plomo; y docenas de rastros más de la tripulación de Franklin, desde ropa hasta hierro, cuerdas y tuberías.
En 1852, Sir Edward Belcher dirigió el último intento de rescate de los hombres desaparecidos. Permaneciendo en la isla Devon, el equipo puso mojones de reconocimiento y marcadores en una pequeña bahía, un área ahora conocida como Sitio Histórico Nacional de Port Refuge. Aunque la misión de rescate de Belcher no tuvo éxito, uno de sus barcos, el HMS Resolute, encontraría un gran legado. Sus maderas ayudaron más tarde a construir uno de los muebles más icónicos del mundo: el Escritorio Resolute, que todavía utilizan los presidentes de Estados Unidos en la actualidad.
Una vez que el Paso del Noroeste fue mapeado con éxito unos 70 años después, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, , por sus siglas en inglés) quiso colocar su bandera en la isla de Devon. En 1924, tres oficiales de la RCMP y 52 inuit desplazados por la fuerza, fueron enviados a gobernar el alto Ártico en el Dundas Harbour, donde los acantilados irregulares y las playas rocosas de la isla dominan el estrecho de Lancaster. "Realmente se trataba de afirmar una presencia, no necesariamente estaban vigilando", dice Kaylee Baxter, arqueóloga de Adventure Canada. "Se trataba más de tener a alguien ahí para evitar que otras naciones reclamaran el Ártico como suyo".
El puesto de la Policía Montada de Canadá de Dundas Harbour se estableció en 1924 como parte de los esfuerzos canadienses por afirmar su soberanía de la región ártica. En cuestión de tres años, dos oficiales murieron, provocando el abandono del acuartelamiento. El puesto se volvió a abrir en 1945 y se volvió a cerrar en 1951.
Una mesa de madera en el interior del acuartelamiento abandonado de la Real Policía Montada de Canadá en Dundas Harbour, que se quedó después de que las duras condiciones árticas acabaran con el asentamiento.
Al cabo de tres años, dos de los agentes estaban muertos: uno se había suicidado y el otro se había disparado accidentalmente, o al menos eso dice la historia. En cuanto al resto de las familias de oficiales e inuit, pronto abandonaron su aislado hogar. La RCMP cerró el puesto en 1933, lo reabrió en 1945 y luego lo cerró definitivamente en 1951.
Las tumbas de los dos oficiales permanecen, descansando en una colina sobre el desolado puesto avanzado, en el cementerio más septentrional del mundo. La tumba de una niña inuit yace sin ceremonias a pocos pasos de distancia. "Es una representación bastante precisa de la colonización en el Ártico", dice Baxter.
En comparación con los primeros habitantes de la isla Devon, los "Mounties" de Canadá [como se apoda a los oficiales de la Policía Montada] y esos exploradores británicos díscolos son visitantes modernos. A tiro de piedra de los mojones de Belcher en el Sitio Histórico Nacional de Port Refuge, los arqueólogos han encontrado artefactos de hasta 4000 años de antigüedad, que ofrecen evidencia del contacto ancestral de los inuit con las colonias nórdicas medievales de Groenlandia. También se han encontrado aquí artefactos asiáticos, que denotan rutas comerciales septentrionales de gran alcance que abarcan la mitad del mundo.
En Dundas Harbour, a pocos pasos del puesto de la RCMP, se encuentran los restos rocosos de un "vecindario" ancestral inuit de aproximadamente 1000 años de antigüedad. El yacimiento de Morin Point Thule contiene pistas sobre los primeros pioneros que cruzaron el Ártico oriental, que se están erosionando. "Es un gran ejemplo de la erosión costera en los sitios arqueológicos", dice Baxter, quien está ayudando a catalogar el sitio antes de que desaparezca. "Un gran ejemplo en el peor de los sentidos".
(Relacionado: Los guardianes del hielo: la lucha de los inuit por salvar el Ártico)
Simulando la supervivencia en Marte
La NASA y el Instituto de Marte son los últimos en asumir los desafíos de la isla Devon. Con el frío extremo de la isla, los sistemas de comunicación limitados y la falta de luz solar y vegetación, los científicos están llevando a cabo misiones análogas, o carreras de prueba, que simulan la exploración de Marte. El Proyecto Haughton-Mars permite a los astronautas entrenarse en condiciones formidables, poner a prueba los límites del equipo e investigar el crecimiento de las plantas y los desafíos de los vuelos espaciales de larga duración.
Por supuesto, la isla se considera demasiado dura para una estación de investigación permanente. Las carpas modulares de verano se instalan en el cráter de impacto Haughton, de 22 kilómetros de ancho, uno de los cráteres más septentrionales del planeta. Pero incluso los equipos mejor equipados de la NASA evitan los brutales inviernos de la isla.
Planificando tu propia expedición
Si bien la isla Devon puede estar deshabitada, las comunidades del norte de Nunavut, como la cercana Pond Inlet y Arctic Bay, están muy vivas. "Hay mucha cultura aquí", dice Jason Edmunds, vicepresidente de la junta directiva de Travel Nunavut y uno de los únicos líderes de expedición inuit de Canadá. "Cuando estés en la región, piensa en la cultura en sí. No te centres solo en los impactos de otra cultura en ella".
Hoy en día, la mayoría de los visitantes exploran la isla de Devon y sus vecinos árticos a través de cruceros de expedición. Empresas como Adventure Canada y Lindblad Expeditions ofrecen itinerarios a través del Paso del Noroeste, donde los viajeros pueden participar en la observación de la vida silvestre, hacer senderismo y explorar antiguos asentamientos inuit y reliquias de expediciones pasadas. Sin embargo, es esencial comprender el quid de los cruceros de expedición. Su itinerario se amoldará al hielo, al igual que todos los viajes aquí desde ese primer explorador inuit.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.