Pintura de la reina Victoria

Cómo la reina Victoria de Inglaterra influyó en algunas tradiciones modernas

Desde vestidos de novia blancos hasta árboles de Navidad, las elecciones personales de Victoria se convirtieron en tendencias mundiales, mucho antes de la era de las redes sociales.

El reinado de la reina Victoria (1837-1901) fue testigo de una expansión sin precedentes de los medios de comunicación, lo que la convirtió en una de las monarcas más reconocibles de la historia. Grabados, fotografías y pinturas como esta contribuyeron a cimentar su imagen en Gran Bretaña y otros países.

Fotografía de The Maas Gallery, London, Bridgeman Images
Por Parissa DJangi
Publicado 31 ene 2025, 12:12 CET

Si paseas por las calles del Reino Unido vas a tener la oportunidad de ver el nombre de la Reina Victoria por todas partes, desde estaciones de ferrocarril hasta parques, pubs y una línea del metro de Londres. ¿El motivo? Entre 1837 y 1901, Victoria reinó sobre un mundo en rápida transformación que vio nacer el tren, el telégrafo y la luz eléctrica. Pero no fue sólo una gobernante: también destacó por ser toda una fuerza cultural.

Victoria fue lo que el historiador John Plunkett ha llamado la "primera monarca mediática", una monarca que estaba en el punto de mira del público gracias a una cultura mediática en expansión. Las imágenes de la reina aparecían en periódicos, grabados y postales, haciéndola más visible para sus súbditos que cualquier otra monarca anterior.

Desde en la popularidad de los vestidos de novia blancos hasta por los árboles de Navidad, Victoria marcó tendencias que aún resuenan hoy en día. He aquí cómo esta reina del siglo XIX se convirtió en una influencer accidental muchísimo antes de las redes sociales.

(Relacionado: sabel II: la reina del progreso tecnológico, social y científico)

El color de vestido de novia que nunca ha pasado de moda

A Victoria le cautivaba la ropa desde mucho antes de que se pusiera la corona. "Le encantaba la moda", dice la historiadora de la moda Kimberly Chrisman-Campbell. De niña, Victoria "iba al ballet o a la ópera y tomaba notas de los trajes, luego volvía a casa y los dibujaba. Luego ella y su institutriz utilizaban los dibujos para confeccionar trajes para sus muñecas".

Cuando Victoria subió al trono a los 18 años, en 1837, sus elecciones sartoriales se convirtieron rápidamente en la referencia para las mujeres de la corte, y más allá.

"En realidad, no reinventó la moda", afirma Chrisman-Campbell: "Su estilo fue muy influyente precisamente porque era conservador y no ofendía los valores de la clase media".

Podría decirse que su mayor contribución a la moda es también la más duradera. En 1840, Victoria, de 21 años, se casó con el príncipe Alberto, el amor de su vida. Para la ceremonia, renunció a la toga real y se puso un vestido como muchas jóvenes novias de la época. Pero un detalle hizo que su elección fuera revolucionaria: el color.

"La mayoría de las novias llevaban su mejor vestido independientemente del color", explica Chrisman-Campbell. En el caso de Victoria, optó por un vestido blanco, una decisión que contribuyó a que el blanco se convirtiera en el color por defecto de la ropa nupcial.

"El blanco ya era conocido por las novias más ricas", dice Sally Goodsir, conservadora de artes decorativas del Royal Collection Trust, “pero simplemente se hizo más popular después de esta boda”.

Cómo los árboles de Navidad se convirtieron en un elemento básico de las fiestas

La influencia de Victoria se extendió más allá de la moda: las tradiciones navideñas de su familia ayudaron a dar forma a cómo se celebra la Navidad hoy en día. ¿Una de sus contribuciones más duraderas? El árbol de Navidad.

Aunque la abuela de Victoria, la reina Carlota, de origen alemán, ya introdujo en Gran Bretaña los árboles de Navidad decorados décadas antes, fueron Victoria y su marido, de origen alemán, quienes los convirtieron en un elemento básico de las fiestas.

En concreto, Victoria y Alberto exhibieron abetos, que Goodsir especula que podrían haber sido obtenidos en el Gran Parque de Windsor. "En sus apartamentos se colocaban árboles de Navidad individuales para los miembros más mayores de la familia y para cada uno de sus nueve hijos, con regalos sin envolver debajo de cada árbol", explica. "Los árboles se decoraban con cadenas y gotas de papel de vivos colores, así como con velas encendidas y dulces".

Abeto decorado de la reina Victoria y el príncipe Alberto

El abeto decorado de la reina Victoria y el príncipe Alberto (adornado con velas, dulces y adornos de papel) marcó una tendencia que pronto se extendió a los hogares de toda Gran Bretaña.

Fotografía de Heritage Image Partnership Ltd, Alamy Stock Photo

Goodsir añade que las imágenes de la familia real con su árbol de Navidad aparecieron en el Illustrated London News en 1848, lo que contribuyó a difundir la tradición.

(Relacionado: ¿Qué es mejor, un árbol de Navidad real y uno artificial?)

Convertiendo Escocia en un destino obligado

Uno de los lugares favoritos de Victoria y Alberto era Escocia, a la que, gracias a la creciente red de ferrocarriles que cruzaba Gran Bretaña, era cada vez más fácil acceder.

Su amor por Escocia contribuyó a atraer a la región a multitud de turistas deseosos de seguir sus pasos. Por ejemplo, después de que Victoria y Alberto realizaran un viaje real a Escocia en 1847, una compañía de barcos de vapor creó un itinerario para llevar a los turistas a lo largo de su ruta por el oeste del país. 

más popular

    ver más
    Antigua ilustración de turistas en Escocia

    El amor de la reina Victoria por Escocia la convirtió en un destino de moda, atrayendo a turistas deseosos de seguir sus pasos.

    Fotografía de RockingStock, Alamy Stock Photo
    Castillo de Balmoral

    El castillo de Balmoral, visto aquí en 2024, sigue siendo el hogar escocés de la familia real británica, con un aspecto muy parecido al que tenía cuando el príncipe Alberto lo compró para Victoria en 1852.

    Fotografía de Nick Brundle, Alamy Stock Photo

    Victoria y Alberto visitaban Escocia con tanta frecuencia que decidieron echar raíces. En 1852 compraron el castillo de Balmoral, una finca en las Highlands. Como resultado, una finca escocesa se convirtió en un objeto codiciado entre la clase adinerada británica.

    (Relacionado: El Gran Bosque de Escocia: ¿mito o realidad?)

    Una aprobación real que cambió el parto

    El impacto de Victoria no se limitó al ocio. Como madre de nueve hijos, también desempeñó un papel sorprendente en el cambio de actitud hacia el parto. Odiaba estar embarazada, y en 1858 lo describió como sentirse "inmovilizada" y con "las alas cortadas".

    La reina Victoria y el príncipe Alberto posan con cinco de sus hijos en 1846.

    La reina Victoria y el príncipe Alberto posan con cinco de sus hijos en 1846.

    Fotografía de Glasshouse Images, Alamy Stock Photo

    Pocas cosas podían aliviar el malestar de Victoria con el embarazo, pero el dolor durante el parto podía controlarse gracias a un nuevo enfoque revolucionario: el uso del cloroformo, una anestesia disponible desde 1847.

    El cloroformo para el parto suscitó una fuerte controversia en la comunidad médica. Algunos médicos temían que hiciera que las mujeres no reaccionaran durante el parto, mientras que otros insistían en que los dolores de parto eran la cruz natural que las mujeres tenían que soportar.

    Estos debates no disuadieron a Victoria. Cuando se puso de parto con el que sería su octavo hijo en abril de 1853, lo hizo con la ayuda del cloroformo. La reina pareció responder bien a él, y anotó en su diario que "el efecto fue calmante, tranquilizador y desmedidamente delicioso".

    La experiencia de Victoria con el cloroformo inspiró a otras mujeres a utilizarlo, promoviendo la idea de que el parto no tenía por qué ser físicamente doloroso. De este modo, Victoria dio a las mujeres más poder sobre su propia atención médica.

    (Relacionado: Así han influido siglos de pandemias en la monarquía británica)

    El duelo se convirtió en un ritual para toda la vida

    El enfoque de Victoria sobre el parto dio a las mujeres nuevas opciones, pero en su propia vida, la pérdida resultó ineludible. Cuando el príncipe Alberto murió en 1861, el luto de la reina estableció una nueva norma para el duelo en la era victoriana.

    "Tras la muerte del Príncipe Alberto en 1861, Victoria hizo que la habitación en la que murió se mantuviera como estaba y le añadió una selección de joyas y recuerdos", explica Goodsir.

    El luto de Victoria era extremo, incluso para su época. "El luto elaborado era normal en aquella época, pero muchas viudas lo abandonaban al cabo de unos años, o al menos sustituían el negro de pies a cabeza por el gris o el lavanda", explica Chrisman-Campbell. "Victoria vistió de negro y restringió sus actividades públicas durante el resto de su vida con relativamente pocas modificaciones", recuerda.

    más popular

      ver más
      La reina Victoria y el príncipe Alberto
      Reina Victoria en 1890
      Izquierda: Arriba:

      La reina Victoria y el príncipe Alberto, vistos aquí en retratos de perfil, influyeron en todo, desde la moda hasta las tradiciones navideñas.

      Fotografía de Lebrecht Music & Arts, Alamy Stock Photo
      Derecha: Abajo:

      En la década de 1890, la reina Victoria llevaba décadas de luto y su atuendo negro se había convertido en parte permanente de su identidad. Su inquebrantable devoción por el dolor reconfiguró las costumbres de luto británicas, reforzando la estricta etiqueta en torno a la vestimenta y el recuerdo.

      Fotografía de Photo 12, Alamy Stock Photo

      Sin embargo, la influencia de la reina tenía sus límites. Tras años alejada de la escena pública, sus súbditos empezaron a desaprobar su ausencia. Con el tiempo, reanudó sus obligaciones públicas, pero nunca abandonó sus hábitos de viuda.

      Su dolor reconfirmó el compromiso de la sociedad con la etiqueta del luto, que incluía vestir de negro. "No hay duda de que la influencia de la Reina viuda fue una de las principales razones del uso generalizado de la etiqueta y la vestimenta de luto en la segunda mitad del siglo XIX", escribió el historiador Lou Taylor.

      Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

      más popular

        ver más
        loading

        Descubre Nat Geo

        • Animales
        • Medio ambiente
        • Historia
        • Ciencia
        • Viajes y aventuras
        • Fotografía
        • Espacio

        Sobre nosotros

        Suscripción

        • Revista NatGeo
        • Revista NatGeo Kids
        • Disney+

        Síguenos

        Copyright © 1996-2015 National Geographic Society. Copyright © 2015-2025 National Geographic Partners, LLC. All rights reserved