La contaminación del aire provocó 518.700 muertes prematuras en Europa en 2015
La Organización Mundial de la Salud alerta, con motivo de la Conferencia Mundial sobre Contaminación del Aire y Salud que da comienzo hoy, que esta cifra asciende a los 7 millones de personas a nivel mundial.
Las partículas en suspensión (PM), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico (O3) son los agentes contaminantes que mayor daño causan a nuestra salud. Sumando los efectos de estos tres agentes presentes en el aire que respiramos, 518.700 personas murieron en 2015 en 41 países de Europa, según el Informe de la Calidad del Aire en Europa 2018 de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). En España, el número se traduce en 38.600 muertes, dentro de las 483.400 de la Unión Europea.
La Organización Mundial de la Salud alerta, con motivo de la Conferencia Mundial sobre Contaminación del Aire y Salud que da comienzo hoy, que esta cifra asciende a los 7 millones de personas a nivel mundial. Según su último informe, 600.000 niños menores de 15 años fallecieron por enfermedades causadas por la contaminación.
Organizada con ONU-Medio Ambiente, la Organización Meteorológica Mundial, la Coalición por el Clima y el Aire Limpio, la secretaría del Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, esta primera conferencia de la OMS sienta un importante precedente para "mejorar la calidad del aire, luchar contra el cambio climático y salvar vidas".
En Europa, los datos ofrecidos por más 2.500 estaciones de medición son levemente inferiores a los del año anterior, pero aún queda mucho por recorrer para que la contaminación deje de ser una grave amenaza para nuestra salud y la de nuestro planeta. “La contaminación atmosférica es un asesino invisible y necesitamos intensificar nuestros esfuerzos para abordar las causas”, afirma Hans Bruyninckx, Director Ejecutivo de la AEMA en un comunicado de la entidad.
Además del eterno enemigo de la contaminación, el transporte, las emisiones generadas por la agricultura, la industria, la energía y los hogares también representan buena parte de los contaminantes en Europa. “Las emisiones del transporte por carretera suelen ser más perjudiciales que las de otras fuentes, dado que se generan a nivel del suelo y tienden a producirse en ciudades, cerca de las personas. Por eso es tan importante que Europa redoble sus esfuerzos para reducir las emisiones causadas por el transporte, la energía y la agricultura, y que invierta en hacerlas más limpias y sostenibles”, afirma Bruyninckx.
Según señala el informe, la contaminación atmosférica deja también su huella en nuestros ecosistemas a través de la eutrofización, fenómeno que se da cuando existe un exceso de nutrientes en el agua y los suelos, y la acidificación. Su impacto llega hasta nuestros ecosistemas, tanto terrestres como acuáticos, amenazando la diversidad de ríos, bosques y suelos.
A pesar de no haber ningún Convenio mundial sobre contaminación del aire, los Objetivos de Desarrollo Sostenible ponen sobre la mesa una hoja de ruta clara para alcanzar el reto de reducir la contaminación del aire de forma urgente, transfronteriza y global.
En esta línea, la Organización Mundial de la Salud hace un “llamamiento a la acción urgente por parte del sector de la salud y otros sectores, para reducir los 7 millones de muertes anuales debidas a la contaminación del aire, como forma de contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible".