La isla de El Hierro: ¿Cuál es el coste de la sostenibilidad?
Un estudio de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria reaviva el debate sobre si los costes de la sostenibilidad son rentables. Mientras, el cambio climático nos recuerda que no hay opción B.
La innovación sostenible llevada a cabo en el proyecto de energías renovables de la Central Hidroeléctrica de El Hierro ha situado esta isla a la vanguardia de la lucha por el gran reto: eliminar las energías fósiles.
Sin embargo, un reciente estudio publicado en la revista Renewable Energy y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), ha puesto de nuevo el debate de la rentabilidad sobre la mesa al anunciar que, camino a esta utopía, la central ha duplicado los costes de la electricidad en la isla, afirmación que ha desmentido en un comunicado Belén Allende, presidenta del Cabildo del Hierro y de Gorona del Viento.
A día de hoy, la isla ha logrado abastecer el 56,5 %% de su demanda eléctrica con renovables en el 2018, ganando un gran prestigio internacional como ejemplo de economía sustentable que hasta la fecha ha logrado eliminar el uso de combustibles fósiles hasta 18 días seguidos.
La idea de hacer de la pequeña isla canaria de El Hierro un lugar 100% autosostenible con energías renovables surgía en 1997, cuando la Comisión Europea seleccionaba esta región como una de las zonas que podían aspirar a lograr un autoabastecimiento totalmente renovable.
Declarada Reserva de la Biosfera en el año 2000, la isla es el lugar ideal para este innovador proyecto por sus dimensiones, su orografía, su bajo consumo y su elevado potencial eólico. Una iniciativa que, según afirma Gorona del Viento, evita la emisión a la atmósfera de 18.700 toneladas de CO2 y el ahorro de 2 millones al año en barriles de diesel.
La fortaleza de este innovador proyecto consiste en convertir una fuente de energía intermitente en un suministro constante que garantice la estabilidad de una red eléctrica renovable.
¿El doble de coste?
Los autores del estudio, Francisco Javier García Latorre, José Juan Quintana y el catedrático Ignacio de la Nuez, el estudio aseguran, según informa Efe Verde, que “Gorona del Viento ha elevado entre un 154 % (2016) y un 115 % (2017) el coste real de la electricidad en El Hierro, aunque los consumidores de la isla no lo noten, porque el exceso respecto al precio medio de la Península se reparte en las facturas de todos los españoles”.
En este sentido, aseguran en el mismo medio que “generar la electricidad que necesitó El Hierro en los años 2016 y 2017 contando con Gorona del Viento costó 28,8 millones de euros más de lo que hubiera costado seguir abasteciendo a la isla solo con la central diesel de Los Llanos”.
Sin embargo, Belén Allende ha desmentido esta información y asegura que “la base sobre la que parte el estudio publicado nace de una comparación errónea entre ambas centrales, ya que no se tiene en cuenta los años de funcionamiento de la central térmica de Llanos Blancos, cuya antigüedad hace que sea una instalación totalmente amortizada, frente a la central hidroeólica, con tan solo 7 años en funcionamiento, lo que influye en el coste por garantía de potencia anual”.
Allende también afirma que el ingreso por costes variables es “ocho veces más barato que el coste por el mismo concepto con energías contaminantes, por lo que seguiremos dedicando esfuerzos para incrementar el índice de penetración de energías renovables en el total de la energía necesaria para abastecer a la isla de El Hierro, garantizando así un crecimiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente”.
¿Cómo funciona la innovadora central?
La Central hidroeléctrica El Hierro, formada por el Cabildo de El Hierro, Endesa y el Instituto Tecnológico de Canarias con el apoyo del Intituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDEA), surgió con el objetivo de lograr autoabastecer a la isla de energías renovables como el agua y el viento.
La energía primaria del sistema parte del parque eólico tras el cual se sitúa un depósito de agua, con una capacidad de 380.000 metros cúbicos, situado en la cima de un cráter natural a 700 metros de altitud. A unos 300 metros se sitúa un depósito inferior, con una capacidad de 150.000 metros cúbicos.
El excedente de energía eólica se destina a bombear agua entre ambos depósitos y, cuando no hay energía suficiente por el viento, la energía que cubre la demanda eléctrica es generada a partir del salto hidráulico entre el depósito superior e inferior.
La antigua central térmica de Llanos Blancos, que era la principal fuente de suministro de electricidad de El Hierro a través de motores diesel, solo entra ya en funcionamiento cuando no hay suficiente energía renovable para abastecer a la población.
Allende concluye afirmando que, si queremos poner rumbo a una economía circular basada en energías renovables, “es del todo necesario que Gorona sea punto de partida para estudios y aportaciones técnicas que coayuden a potenciar sus objetivos, que se centran en ser ejemplo replicable para otros territorios energéticamente aislados en todo el mundo utilizando fuentes renovables”.