El deshielo de los glaciares supone un tercio del aumento del nivel del mar
Miles de glaciares salpican las regiones montañosas del planeta. Ahora, los científicos saben la velocidad a la que se derriten y cuánto llenan el océano.
Como si fueran cubitos de hielo en un cálido día de verano, muchos de los glaciares de la Tierra están menguando.
En enero, un estudio en Nature Climate Change demostró que los glaciares del mundo presentan el tamaño más pequeño que han tenido en toda la historia humana y revelan radiocarbono que no ha estado expuesto en 40.000 años.
Ahora, una nueva investigación publicada en Nature cuantifica cuánto han aportado los glaciares perdidos del mundo al aumento del nivel del mar.
Desde 1961 —cuando se empezaron a mantener registros fiables— hasta 2016, el nivel del mar aumentó 27 milímetros como resultado del desprendimiento de hielo de los glaciares no polares. Los científicos sabían que el deshielo glaciar contribuía al aumento del nivel del mar, pero el nuevo estudio adopta un enfoque integral de cuánto y a qué velocidad se derriten.
Determinaron que los glaciares de montaña contribuyeron a casi un tercio del aumento del nivel del mar, la misma contribución al aumento del nivel del mar que el casquete glaciar de Groenlandia y más que la contribución del casquete glaciar de la Antártida. Su investigación también puso de manifiesto que muchos de los glaciares del planeta podrían desaparecer en el próximo siglo.
En total, la NASA estima que los niveles del mar aumentarán tres milímetros al año. Conforme los océanos se calienten, los científicos estiman que la expansión térmica incrementará aún más el nivel del mar.
¿Cómo lo saben?
El estudio analizó 19 regiones geológicamente diferentes que habían sido segmentadas por el Randolph Glacier Inventory.
En cada región, contaron con los datos de campo del Servicio Mundial de Seguimiento de Glaciares (WGMS). Según Frank Paul, geógrafo de la Universidad de Zúrich y autor del estudio, en estas regiones solo se suele disponer de mediciones de campo de uno o dos glaciares.
Para conseguir un análisis más detallado, los investigadores emplearon datos recopilados mediante reconocimientos aéreos y por satélite para calcular los cambios en el volumen de los glaciares.
No solo descubrieron que el nivel del mar había aumentado 27 milímetros en los últimos 50 años, sino que también calcularon un cambio en la masa glaciar entre 2006 y 2016, lo que significa que el nivel del mar aumentó casi un milímetro al año.
«El drama es que es cada vez más negativo», afirma Paul acerca del cálculo de la pérdida de masa glaciar. Sus datos demostraron que en los años 60 y 70, los glaciares sufrían cambios estacionales predecibles: perdían masa en verano y la recuperaban en invierno. En los años 80, los datos demostraron que se perdía más de lo que se recuperaba, y en los 90, todos los glaciares que midieron mostraron una pérdida de volumen mayor que la recuperación.
Para comprobar cuánto habían contribuido al aumento del nivel del mar, los investigadores dividieron la masa glaciar total perdida por la superficie del océano.
¿A quién afectará?
Las localidades costeras ya empiezan a sentir las consecuencias del aumento del nivel del mar. En los Bancos Externos de Carolina del Norte, los barrios que antaño tenían vistas al mar han empezado a caer en él. Ciudades importantes como Miami desarrollan planes de adaptación para cuando aumente (no «por si aumenta») el nivel del mar.
El derretimiento de los glaciares también afectará a las comunidades interiores que dependen de ellos. «En Perú, son como depósitos de agua», afirma Paul.
Los Andes peruanos albergan algunos de los glaciares de los que más se depende en el mundo. Desde la época de los incas, los glaciares peruanos han sido una fuente fundamental de agua dulce para el consumo humano y la agricultura. Un estudio publicado el pasado octubre en la revista Scientific Reports estimó que la capa de hielo de Quelccaya, una región con una superficie de más de 44 kilómetros cuadrados, podría alcanzar un punto de inflexión si no se reducen las emisiones en los próximos 30 años.
En la cercana Venezuela, se espera que el país pierda su último glaciar, Pico Humboldt, aunque los científicos aún no han estudiado cómo ha cambiado con el paso del tiempo ni han determinado cuándo desaparecerá por completo.
En el Himalaya, el agua del deshielo glaciar está formando peligrosos lagos que provocan inundaciones. Una evaluación publicada a principios de este año estimaba que dos tercios del Himalaya podrían desaparecer si no se reducen las emisiones de carbono en el próximo siglo.
Los investigadores concluyeron su informe afirmando que los glaciares de algunas regiones de Europa, Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda podrían desaparecer para el año 2100.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.