El Amazonas arde a una velocidad récord debido a la deforestación
Las llamas son tan enormes que el humo puede verse desde el espacio. Los expertos sostienen que los incendios podrían tener graves repercusiones climáticas.
Aprende más sobre la importancia del Amazonas, el mayor bosque tropical del mundo y hogar de más de la mitad de las especies terrestres de animales, en el especial de NatGeo+ “Salvar el Amazonas”.
Los incendios forestales arden con tanta intensidad en la selva amazónica que el humo ha cubierto las localidades cercanas de una neblina oscura.
Varios medios informan que el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE, por sus siglas en portugués) ha documentado una cifra récord de 72 843 incendios este año, un incremento de un 80 por ciento frente al año pasado. Más de 9000 de esos incendios se han producido en la última semana.
La amplitud de los incendios no está del todo clara, pero abarcan varios grandes estados amazónicos del noroeste de Brasil. El 11 de agosto, la NASA indicó que los incendios eran tan vastos que podían verse desde el espacio.
«Esto es sin duda una de las dos únicas veces que se han producido incendios como estos» en el Amazonas, afirma Thomas Lovejoy, ecólogo y explorador de National Geographic.
«No cabe duda de que se trata de una consecuencia del reciente repunte de la deforestación», afirma.
¿Cuál es su vínculo con las recientes políticas medioambientales pronegocios de Brasil?
Los medioambientalistas han dado la voz de alarma sobre la deforestación desde que se eligió al actual presidente del país, Jair Bolsonaro, en 2018. Gran parte de su mensaje de campaña instaba a abrir el Amazonas a los negocios y, desde que ha ocupado el poder, eso es lo que ha hecho.
Los datos publicados por el INPE a principios de este mes indicaban que se ha talado más superficie forestal en Brasil solo este verano que en los tres años anteriores.
«En los años anteriores, [los incendios forestales] estaban muy vinculados a la ausencia de lluvia, pero este ha sido un año bastante húmedo», afirma Adriane Muelbert, ecóloga que ha estudiado el papel que desempeña la deforestación del Amazonas en el cambio climático.
«Esto nos lleva a pensar que estos son incendios provocados por la deforestación», afirma.
Además de para la obtención de madera, muchos árboles amazónicos se talan para plantar soja o abrir espacio para los lucrativos pastos de ganado. La quema se utiliza habitualmente para deshacerse de los árboles con rapidez. Al igual que los incendios forestales que afectan a California, la mayoría son prendidos por humanos, pero después se descontrolan.
Lovejoy describe un sistema cíclico en el que la deforestación provoca la pérdida forestal, hace que la región sea más seca y provoca aún más deforestación. Gran parte de la lluvia del Amazonas la genera el propio bosque húmedo, pero ante la desaparición de los árboles, las precipitaciones decrecen. A los expertos les preocupa que esta espiral descendente seque todavía más la selva y lo empuje a un punto de inflexión en el que se parezca más a una sabana que a un bosque lluvioso.
«El Amazonas tiene este punto de inflexión porque fabrica la mitad de su propia lluvia», afirma Lovejoy. Por eso, según él, «el Amazonas debe ser gestionado como sistema».
¿Qué tienen que ver estos incendios con el cambio climático?
Si la deforestación y el desmonte mal gestionado mediante incendios continúan, Lovejoy y Muelbert advierten que podrían seguir produciéndose incendios forestales de esta escala. Una pérdida forestal tan masiva tendría repercusiones a escala global.
La protección del Amazonas se considera una de las formas más eficaces de mitigar el efecto del cambio climático. El ecosistema absorbe millones de toneladas de emisiones de carbono cada año. Cuando se talan o se queman esos árboles, no solo liberan el carbono que almacenan, sino que desaparece una herramienta para absorber las emisiones de carbono.
«La destrucción de cualquier bosque representa una amenaza para la biodiversidad y las personas que utilizan dicha biodiversidad», afirma Lovejoy. Añade que «la gran amenaza es que mucho carbono entra en la atmósfera».
Muelbert afirma que es demasiado pronto para calcular la cantidad de carbono que podrían haber emitido los incendios forestales de este mes de agosto. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático publicó un informe a principios de mes en el que afirmaba que al mundo no le sobran bosques si queremos evitar los peores impactos del cambio climático.
«Es una tragedia», afirma Muelbert sobre los incendios forestales y la deforestación responsable de ellos. Según ella, se trata de «un crimen contra el planeta y un crimen contra la humanidad».
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.