España reduce casi un 60% la superficie quemada por incendios
Los primeros meses del 2020 han esquivado en nuestro territorio la peligrosa combinación que acompaña al cambio climático y da lugar desde hace años a incendios de una virulencia nunca vista.
La cifra de incendios de más de 500 hectáreas se ha visto también reducido de los 11 del período del pasado año a los 5 que ha sufrido este 2020 nuestro territorio.
El pasado año 2019 se caracterizó por una actividad incendiaria global muy alta en términos tanto de severidad como de emisiones. El grotesco escenario que dejaron tras de sí las olas de calor prolongadas, las fuertes sequías y una mala gestión del suelo aún trata de recobrarse en zonas como Australia o el Amazonas.
“La peligrosa combinación de olas de calor prolongadas, sequías acumuladas y baja humedad unida a una vegetación muy seca y bosques sin gestión está generando incendios mucho más rápidos y de una virulencia nunca vista”, afirma el reciente informe de incendios 2020 Planeta en llamas de WWF.
Dentro de nuestras fronteras, 2019 también fue un año de fuertes incendios. Sin embargo, los datos de los primeros siete meses de este 2020 son muy positivos: España ha reducido un 58’2% la superficie forestal quemada por incendios respecto a los datos del mismo período del año pasado, resultado de una disminución del 40’6% en los incendios: 4.797 frente a los 8.078 del 2019.
La cifra de incendios de más de 500 hectáreas se ha visto también reducido de los 11 del período del pasado año a los 5 que ha sufrido este 2020 nuestro territorio. Así lo afirman los últimos datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), referidos al período del 1 de enero al 2 de agosto.
En total, las hectáreas calcinadas en lo que va de año son 24.923 respecto a las 59.662 hectáreas anteriores. Los datos del Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales en cuanto a número de incidentes, 2020 está a la par con el mejor año de este decenio, 2018, con 3.182 siniestros, 2.152 conatos y 1.030 incendios.
Incendios forestales y cambio climático; dos caras de la misma moneda
Esta reducción en el número de incendios ha sido achacada en parte al confinamiento de la población española durante el estado de alarma, así como al clima lluvioso que hemos disfrutado esta primavera. Así lo afirmaron el subdirector de Política Forestal, José Manuel Jaquotot, y la jefa de servicio del Área de Defensa de Incendios Forestales, Elena Hernández, según recoge el Periódico.
Durante el acto de presentación de los datos, Jaquotot explicó que "el confinamiento ha ayudado a que haya menos incendios porque el ser humano es la causa fundamental y, al no estar en el monte, es más difícil que se produzcan". Sumado a las favorables condiciones meteorológicas, las cifras de este año igualan por el momento los años más positivos de la última década.
Sin embargo, los expertos piden cautela y continuar con el refuerzo de las políticas y medidas contra los incendios de cara al resto del año, sobre todo en el período estival, cada vez más seco debido a las olas de calor que prevé la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Menos bosques, más riesgos de zoonosis
“Existe una relación directa entre los incendios, deforestación y pandemias: la destrucción de los bosques, en especial los tropicales como la Amazonia, Indonesia o el Congo, posibilita que los seres humanos entren en contacto con poblaciones de fauna silvestre portadoras de patógenos”, afirma WWF en el informe. En este sentido coincide también la Organización de las Naciones Unidas: “unos bosques bien conservados se convierten en la mejor vacuna contra zoonosis como el coronavirus”.
Una prevención integral es el único camino posible para las políticas contra incendios futuros. “Es un error seguir confiando en las políticas de extinción para apagar fuegos ya que han demostrado ser ineficaces frente a los eventos extremos”, afirma WWF.
El verde rebrota en Canarias
El 80% del terreno que se quemó en Canarias el agosto pasado, 10.000 hectáreas de terreno, ya se ha recuperado a nivel paisajístico. Las zonas de pastizales han tardado poco en reavivar su vigoroso paisaje, pero las zonas de matorrales tardarán aún meses. Este año la campaña contra incendios comenzó el pasado 15 de junio y se extenderá hasta el próximo 15 de octubre en una acción conjunta de Protección Civil y Emergencias.
En la línea de los expertos que piden cautela, el ingeniero forestal y jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, ha afirmado en declaraciones al diario Tiempo de Canarias que este verano “las condiciones son excepcionalmente malas” para un incendio en las islas. Además de los trabajos de recuperación, son cruciales los trabajos de vigilancia a través de cámaras de seguridad, refuerzo de cortafuegos y mayor formación del equipo de seguridad.
A nivel nacional, la puesta en marcha de las ya aprobadas “Orientaciones estratégicas para la gestión de incendios forestales” es un imperativo para el Gobierno y las comunidades autónomas. El reto de reconstrucción económica que se nos presenta se dibuja como una oportunidad única, según el informe, para “generar empleo en la gestión y adaptación al cambio climático de nuestra olvidadas masas forestales”, así como “reducir la siniestralidad, promover y poner en valor paisajes más resistentes al fuego y mejor adaptados al cambio climático y minimizar el riesgo”.