Olvídate de la huella de carbono: tu sombra climática es lo que realmente importa
¿De qué tamaño es tu sombra climática? Este concepto está surgiendo para sustituir a la huella de carbono, que, según los críticos, en el mejor de los casos lleva mucho tiempo y, en el peor, carece de sentido.
La enormidad de la crisis climática mundial es tan vasta que las acciones individuales pueden parecer insignificantes: ¿instalar iluminación LED en mi casa o mantener los neumáticos de mi coche inflados puede realmente ayudar a salvar a los osos polares?
Una herramienta popular para ayudar a las personas a evaluar su contribución al cambio climático son las calculadora de la huella de carbono, ofrecidas por Gobiernos o instituciones privadas. Hay cientos de calculadoras de este tipo en Internet, que permiten introducir datos como el tipo de transporte que se utiliza para ir al trabajo, la frecuencia con la que se come carne roja o si se lava la ropa con agua fría.
Pero los críticos sostienen que centrarse en la huella de carbono, en el mejor de los casos, lleva mucho tiempo y, en el peor, carece de sentido. En su lugar, la "sombra climática" ha surgido como una alternativa más holística.
Acuñada por primera vez por la escritora Emma Pattee, de Portland (Oregón, Estados Unidos), la sombra climática pretende describir la suma total de las elecciones de cada uno y el impacto que tienen en el planeta.
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¿Qué es una sombra climática?
En un artículo que escribió en 2021, Pattee detalló su concepto para medir el impacto de un individuo: "[Tu sombra climática es] una forma oscura que se extiende detrás de ti. Dondequiera que vayas, ella también va, contabilizando no sólo tu uso del aire acondicionado y el kilometraje de la gasolina de tu coche, sino también cómo votas, cuántos hijos decides tener, dónde trabajas, cómo inviertes tu dinero, cuánto hablas sobre el cambio climático y si tus palabras amplifican la urgencia, la apatía o la negación".
Cuanto mayor es la sombra, mayor es el impacto de un individuo a la hora de hacer el bien por el planeta.
Mientras que tu huella de carbono puede reducirse si colocas paneles solares en tu tejado, por ejemplo, tu sombra climática, por el contrario, crecería al hablar con tus vecinos sobre tus elecciones. Incluso el impacto social de la simple colocación de paneles solares influiría en el tamaño de tu sombra. Los estudios demuestran que tener vecinos con paneles solares presiona a los residentes cercanos a instalar los suyos.
En otras palabras, en lugar de incentivar acciones puramente individuales, tu sombra climática crece cuando esas acciones inspiran a otros, a sabiendas o no.
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El problema de la huella de carbono
Por su naturaleza, las calculadoras de la huella de carbono ponen de relieve las acciones individuales e ignoran el impacto de las grandes industrias o el papel que desempeñan los gobiernos para limitarlas. Los detractores de las calculadoras de la huella de carbono argumentan, por ejemplo, que han sido cooptadas por las compañías petroleras para desviar la culpa y la atención de ellas hacia los consumidores de a pie.
"La huella de carbono es una medida cuantitativa de la justicia", explica Katharine Hayhoe, científica jefe de The Nature Conservancy y profesora de la Universidad Tecnológica de Texas (EE. UU.). "Y la gente la utiliza para sentirse bien consigo misma, que es lo que todos queremos hacer cuando nos sentimos temerosos, asustados, preocupados e inquietos. Pero luego lo convierten en una medida para juzgar a otras personas".
Un aspecto especialmente problemático de cómo se calcula la huella es que muchas personas pueden tener huellas de carbono más grandes porque no tienen muchas opciones: pueden conducir mucho porque viven en una zona con un transporte público mínimo, o pueden subsistir con comidas que suponen un peaje relativamente grande para el medio ambiente porque viven en un desierto alimentario.
Ese desequilibrio molestó a Pattee.
"Lo que me quedó claro es que gran parte de nuestra huella de carbono se debe a fuerzas que escapan a nuestro control", explica. "No controlamos cómo están diseñadas nuestras ciudades, ni el transporte público. Ni siquiera controlamos en qué país nacemos".
Pattee sostiene que, al ir mucho más allá de acciones individuales como cuánto reciclamos o si utilizamos cápsulas de café no biodegradables, una sombra climática refleja con mayor precisión nuestro impacto más amplio. Greta Thunberg, señala, habría tenido un impacto positivo si hubiera decidido hacerse vegana, pero habría sido mucho menor de lo que ha sido si se hubiera detenido ahí.
La combinación de lo individual y lo colectivo, de lo tangible y lo intangible, atrae a Hayhoe, que fue una de las primeras defensoras de la sombra climática.
"La gente siempre discute y se pelea sobre si lo que necesitamos para solucionar el cambio climático son cambios individuales o cambios en todo el sistema", afirma. "Siempre que alguien me pregunta eso, mi respuesta es 'sí'. Necesitamos acciones individuales, pero las acciones individuales no son suficientes".
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Asumir la responsabilidad individual
Si la noción de una sombra climática parece nebulosa, no es del todo por casualidad. El objetivo no es crear un cuadro de mando de la sombra climática. Más bien, Pattee lo describe como "compartir mi propio ajuste de cuentas espiritual y moral".
Es, según ella, simplemente una forma de pensar sobre cómo vivimos nuestras vidas en medio de una crisis climática, y cómo elegimos vivir nuestras vidas para mejorarnos a nosotros mismos y a los demás.
Algunos ecologistas sostienen que, aunque imperfecta, la huella de carbono puede al menos proporcionar un marco para modificar el propio comportamiento de forma positiva. Es mejor, argumentan, considerar que la huella de carbono y la sombra climática son complementarias y no incompatibles.
Pattee, sin embargo, cree que la idea de una sombra climática sirve de puente entre quienes quieren tomar medidas individuales y quienes sostienen que la acción individual carece de sentido.
"Conozco a gente que se enfurece contra las empresas. Vale, genial. Conoceré a gente que está cambiando sus bombillas: también guay", dice. "No me preocupa que se peleen, porque no veo a ninguno de estos grupos por separado. Los veo como personas que se encuentran en distintas fases de un proceso más amplio. Pero, ¿no es hermoso que tu impacto pueda ser mayor de lo que imaginas?".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.