Combate el calor con estas originales alternativas al aire acondicionado
Desde soluciones rápidas a nuevas formas de diseñar nuestros hogares, estamos estudiando mejores maneras de mantenernos cómodos en un planeta que se calienta.
Un tejado verde cubre un edificio en Nueva York. Los tejados cubiertos de jardines y follaje pueden ayudar a mantener frescos los edificios, reduciendo la necesidad de aire acondicionado.
España ha vivido tres episodios de olas de calor en apenas 12 días. En consecuencia, es lógico que, además de buscar la sombra y mantenerse hidratados, millones de personas de todo el país estén recurriendo inevitablemente a sus aparatos de aire acondicionado. Y aunque el aire acondicionado puede ser un recurso esencial en momentos de calor extremo, su uso generalizado durante todo el verano tiene un coste.
Durante las horas más calurosas del día, sobrecargan las redes de energía, “lo que significa que lo que hacemos en los edificios dificulta que la red cumpla su función de suministrar electricidad asequible y fiable”, explica Amanda Smith, científica principal del Proyecto Drawdown.
También contienen refrigerantes, que son gases de efecto invernadero miles de veces más eficaces para atrapar el calor en la atmósfera que el dióxido de carbono.
Si no puedes permitirte el aire acondicionado o prefieres no usarlo, ¿cuáles son las alternativas?
De las más sencillas a las más complejas, he aquí una selección.
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Persianas, ventiladores y barbacoas: soluciones rápidas
En lugar de enfriar el aire caliente de tu casa, intenta evitar en primer lugar que el calor se acumule. Es más fácil decirlo que hacerlo cuando el calor es extremo, pero como primera medida, cierra las ventanas y corre las cortinas o baja las persianas, sobre todo en las ventanas orientadas al sur, durante el día. Vuelve a abrirlas por la noche para que salga el aire caliente del interior y entre el aire fresco de la noche.
Los ventiladores no enfrían el ambiente, pero al mover el aire pueden ayudar a evaporar el sudor del cuerpo, lo que refresca (los ventiladores de techo son especialmente eficaces.) Y si tienes terreno propio y espacio suficiente, plantar árboles es una excelente solución a largo plazo.
¿Otra cosa que puedes hacer para refrescar la casa?: cocinar fuera. “Cocinar es una enorme fuente de calor”, dice Eric Peterson, ingeniero civil de la Universidad de Leeds (Reino Unido). Así que, si cocinas algo que requiera calor, “hazte con una barbacoa portátil y ponla en el porche para cocinar fuera todo lo que puedas en verano”.
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La nueva tecnología de refrigeración entra en casa
Has cerrado las cortinas y estás sentado a la sombra. ¿Y si sigue haciendo demasiado calor?
Si vives en un clima seco, puedes probar con un climatizador evaporativo. Estos aparatos, también conocidos como enfriadores de agua, suelen estar disponibles como unidades de ventana o portátiles y hacen pasar el aire por unas almohadillas saturadas de agua. El agua se evapora y enfría el aire, que circula por la habitación. Como el aire refrigerado contiene gotas de agua, no son adecuados para ambientes húmedos.
Según el Departamento de Energía, estos sistemas de refrigeración son más baratos que los aparatos de aire acondicionado tradicionales y sólo consumen una cuarta parte de energía.
En algunos lugares, como la India, la refrigeración por evaporación también se aplica de forma poco tecnológica utilizando vasijas de barro y ha sido una estrategia de refrigeración eficaz durante miles de años.
Otra opción cada vez más popular (tanto que en EE. UU. se venden más que los hornos de gas) es instalar bombas de calor, que pueden calentar la casa en invierno y enfriarla en verano. Más de 30 países de todo el mundo subvencionan la compra de bombas de calor porque esta tecnología puede reducir a la mitad el consumo energético de una vivienda, lo que las convierte en una alternativa sostenible al aire acondicionado.
La mayoría de las bombas de calor toman el calor del aire exterior para calentar la casa o envían aire caliente al exterior para enfriarla.
En lugar de utilizar aire para enfriar (o calentar) la casa, algunas bombas de calor van un paso más allá y utilizan agua, que transfiere el calor de forma más eficaz que el aire.
Las bombas de calor geotérmicas, otra variante de las bombas de calor de agua, combinan la eficacia del agua con las propiedades refrigerantes naturales del suelo. Las temperaturas del aire en la superficie en verano son más cálidas que las del subsuelo, y estos sistemas entierran tuberías llenas de agua para mantenerlas frías de forma natural.
Diseñar mejores tejados
El calor puede escaparse por los tejados, sobre todo si el aislamiento del ático es inadecuado, y los tejados oscuros son igualmente responsables de absorber grandes cantidades de radiación solar y calentar la casa.
Los tejados verdes son tejados con vegetación. Son populares en algunas partes de Europa, especialmente en Austria, Alemania y Suiza, y en la ciudad suiza de Basilea son obligatorios por ley. Proporcionan sombra frente a la luz solar directa y enfrían el aire directamente mediante la evapotranspiración (absorben agua a través de sus raíces y la expulsan a través de sus hojas (esencialmente la misma física que utilizan los refrigeradores de pantano).
El inconveniente de los tejados verdes es su peso: suelen necesitar cubiertas reforzadas y requieren mantenimiento y conservación.
Una alternativa más sencilla a un tejado verde es un tejado frío. Y la forma más sencilla de conseguir un tejado frío, dice Peterson, es “pintarlo de blanco”. El blanco no sólo refleja la radiación solar de tu casa, dice, “sino que emite el 90% de la energía térmica al espacio”.
Algunas empresas están desarrollando revestimientos para tejados fríos de alta eficiencia, pero mientras tanto, dice Peterson, los propietarios pueden “hacer lo que hacen en Grecia y encalar todos los veranos”.
Replanteamiento radical de la construcción
El propio diseño de muchos de nuestros edificios no favorece una refrigeración eficiente, lo cual, según Salmaan Craig, profesor asociado de arquitectura y diseño urbano de la UCLA, es consecuencia directa de la existencia del aire acondicionado. “No tenemos torres de cristal de gran altura desde hace 50 o 100 años, porque no son posibles sin aire acondicionado”, señala.
En algunos aspectos, el camino a seguir consiste en recordar cómo algunas culturas de entornos tradicionalmente cálidos han adaptado sus edificios para que sean lo más frescos posible. Por ejemplo, hace miles de años se desarrollaron en Persia los atrapavientos, también conocidos como torres eólicas o palas de viento, que aprovechan las brisas frescas que envían a un edificio mientras expulsan el aire caliente.
También es característico de muchos edificios de climas cálidos los materiales de construcción que tienen lo que se conoce como mayor masa térmica. Esto incluye ladrillos, piedra, hormigón y adobe, que absorben el calor sin irradiarlo hacia el interior del edificio.
Craig señala que los edificios de entornos tradicionalmente cálidos se construyen “con lo que podríamos llamar una jerarquía térmica interna: las habitaciones están más orientadas hacia el interior, a menudo hacia un patio central, que puede tener sombra y agua de refrigeración, y luego hay un perímetro exterior de habitaciones para proteger el interior de la casa del calor exterior”.
La clave, añade Smith, es asegurarse de que el aire acondicionado no tenga que ser el primer recurso.
“Quiero que pensemos en el aire acondicionado mecánico más como una necesidad para la gente de climas extremadamente cálidos”, dice: “Es como una guinda en términos de confort”.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
