Así es la vida en el campamento base del Everest

Cada año, se construye una ciudad temporal al pie de la montaña más alta del mundo.

Por Freddie Wilkinson
Publicado 17 may 2019, 15:07 CEST
El campamento base del Everest
El campamento base del Everest, ubicado en el glaciar Khumbu, está rodeado de unos de los picos más icónicos del planeta. Miles de senderistas caminan cada año hasta el campamento base del Everest y por otros circuitos de Nepal sin ascender los picos.
Fotografía de Freddie Wilkinson, National Geographic

Cada primavera, cientos de alpinistas internacionales acuden al Everest con la esperanza de lograr ascender el pico más alto del mundo. Sin embargo, no pasan la mayor parte del tiempo escalando la ladera de la montaña. Lo pasan descansando, aclimatándose y preparándose en los dos campamentos base principales de la montaña, uno en el lado de Nepal y otro en el lado opuesto de la montaña, en el Tíbet. La vida en el campamento base es una extraña mezcla de domesticidad mundana, problemas logísticos y algún que otro drama de vida o muerte.

Lobuche

Taboche

Cholatse

Campamento

National

Geographic

Everest ER

Tienda "Big Dome"

de Climbing

the Seven Summits

Campamento SPCC

Lobuche

Taboche

Cholatse

Helipuerto,

sur

Campamento

National Geographic

Everest Link

Everest ER

Tienda "Big Dome"

de Climbing the Seven Summits

Helipuerto, norte

Campamento SPCC

(Sagarmatha Pollution

Control Committee)

Historia de dos campamentos

Hay dos rutas principales hasta la cima del Everest, cada una con su propio campamento base y con una experiencia única de la vida en una tienda. El collado Norte, en la parte tibetana de la montaña, ofrece un acceso más fácil, ya que es posible llevar vehículos hasta el campamento base. Muchas expediciones en la cara Norte salen de Katmandú, Nepal, y a continuación cruzan la frontera a China para llegar a la montaña.

Por su parte, se accede a la ruta del collado Sur por Nepal y, normalmente, se necesita una semana de caminata para llegar al pie de la montaña, aunque los helicópteros facilitan el acceso a la ubicación relativamente remota de esta parte de la montaña.

Ambos campamentos se encuentran en dos valles glaciares. Al norte, el campamento base del Tíbet se encuentra bajo la morrena del término del glaciar Rongok. Y al sur, el campamento base de Nepal se encuentra sobre el glaciar de Khumbu, cubierto de roca.

Acampar en los límites de la fisiología

Ambos campamentos se han establecido a 5.300 metros de altura por una buena razón. Entre los 5.500 y los 5.800 metros de altura, aproximadamente, el cuerpo humano entra en un estado de decadencia por encima del que la vida no es permanentemente sostenible. Una explicación científica sencilla: no te gustaría intentar vivir a más altura.

Un campamento base bien aprovisionado aporta a los alpinistas una base desde la cual pueden ascender la montaña durante tres a cinco días cada vez y volver para recuperarse en la relativa comodidad de un aire más denso.

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    Climbing the Seven Summits
    El servicio de guías Climbing the Seven Summits coloca su tienda abovedada en el centro de la ciudad temporal del campamento base del Everest.
    Fotografía de Freddie Wilkinson, National Geographic
    Climbing the Seven Summits
    Con paredes transparentes, la tienda de Climbing the Seven Summits tiene una de las vistas más épicas del Himalaya. Los clientes pasan la mayor parte del tiempo descansando y aclimatándose al campamento base, a 5.300 metros, para prepararse para ascender al aire enrarecido, donde el cuerpo humano no puede sobrevivir durante periodos prolongados.
    Fotografía de Mike Hamill

    Una experiencia a medida

    Según el popular bloguero del Everest Alan Arnette, el Ministerio de Turismo de Nepal ha emitido 375 permisos de escalada del Everest para la temporada de primavera de 2019. Supuestamente, habrá 144 escaladores extranjeros en la cara Norte. Es ilegal presentarse sin más en el campamento base con un permiso de escalada, colocar una tienda e intentar escalar la montaña. Todos los extranjeros deben escalar la montaña a través de una empresa de logística local autorizada, que suministra alojamiento en el campamento base, comidas y baños básicos.

    Por cada escalador extranjero, hay tres o cuatro trabajadores locales que viven también en el campamento base —ya sean sherpas que trabajan en la montaña o en el campamento base—, los cocineros, lavaplatos, camareros y directores de equipos que cuidan de los clientes guiados.

    La mayoría de los integrantes de este pequeño ejército de trabajadores del sector servicios son nepalíes, aunque no todos son sherpas étnicos, y son el motor que mantiene en funcionamiento el campamento base.

    ¿Qué hay para cenar?

    Se dice que un ejército marcha sobre su estómago y lo mismo se aplica al Everest. Las expediciones invierten una gran cantidad de esfuerzo y recursos para ofrecer la mejor comida a su clientela. La mayoría de las expediciones comerciales tratan de aportar tres comidas completas al día, que incluyen una fuente de proteínas, otra de carbohidratos y alguna fruta o verdura. Los alimentos básicos como el arroz, la pasta, los huevos, la fruta y la verdura en lata, y las pitas (conocidas localmente como chapati) constituyen el grueso de los ingredientes, pero un cocinero creativo siempre encuentra formas de crear una dieta interesante. Los productos frescos que se envían por yak, helicóptero o jeep son de gran ayuda.

    Entre las comidas, se dispone de bebidas calientes, fruta seca, chocolatinas y la omnipresente lata de Pringles como aperitivos.

    Una tienda-comedor independiente sirve comida nepalí (casi exclusivamente té y un estofado nepalí tradicional de arroz hervido y lentejas llamado dal bhat) a los trabajadores locales.

    Subash Magyar
    La cocina es donde ocurre la magia para el cocinero jefe Subash Magyar. Arroz, pasta, huevos, fruta y verduras enlatadas, y pitas (denominadas chapati) componen el grueso de los ingredientes de las tres comidas al día.
    Fotografía de Freddie Wilkinson, National Geographic

    Problemas de la gran ciudad

    En general, en los campamentos de expediciones se suele servir por orden de llegada. Algunos organizadores expertos envían a representantes locales para reclamar el terreno para los meses de la temporada alta con antelación. Con cientos de personas acampadas en unos pocos kilómetros cuadrados, los organizadores del campamento base se enfrentan a muchos problemas similares a los de los planificadores urbanos en ciudades pequeñas.

    En el campamento base nepalí del glaciar Khumbu, el Comité de Control de Contaminación de Sagarmatha garantiza que se mantengan los estándares de higiene básicos. Las autoridades chinas llevan a cabo la misma función en el campamento base del glaciar Rongbok. Las tiendas-baño se construyen de forma que los residuos puedan retirarse en barriles de plástico revestidos con bolsas, que se transportan a elevaciones inferiores y se eliminan. La basura se recoge y se elimina de una forma similar. Aunque estas prácticas garantizan una limpieza relativa en los campamentos modernos, si uno se desvía de los caminos podrá descubrir grandes montones de basura, los restos de expediciones de épocas anteriores y menos iluminadas. En la cara nepalí, existen iniciativas en curso para retirar la basura de forma gradual. Este año, con el objetivo de limitar la cantidad de basura y desechos, las autoridades chinas restringieron el acceso al campamento base del Tíbet a expediciones de escalada y prohibieron las visitas turísticas.

    Comodidades
    Para llegar al campamento base del Everest en Nepal es necesario caminar durante una semana, pero una vez allí, los visitantes pueden mantenerse en contacto con el mundo gracias a las tarjetas prepago con Internet de Everest Link, una empresa nepalí. El nivel de lujo que eligen los clientes depende del servicio de guía que escojan. En el nivel más alto de la escala, los clientes pueden disfrutar de las comodidades del hogar, como duchas calientes, una tienda de yoga y películas después de cenar.
    Fotografía de Freddie Wilkinson, National Geographic

    Glamping de altura

    Como en todas las ciudades, hay algunos «barrios» que son mejores que otros, es decir, que no todos los equipos del Everest disfrutan del mismo alojamiento. ¿Qué distingue un campamento de lujo del alojamiento más económico? Los proveedores más elegantes ofrecen tiendas con camas, electricidad ilimitada mediante generadores a gasolina, duchas calientes, una conexión Wi-Fi potente y fiable, proyectores para películas después de cenar e incluso tiendas dedicadas a yoga y estiramientos. Pero dichas comodidades no son baratas. Los operadores más lujosos cobran casi 90.000 euros, mientras que los más económicos cuestan entre 22.000 y 36.000 euros.

    Pero no busques bolas de discoteca ni fiestas épicas en el campamento base del Everest. La mayoría de los equipos permanecen aislados y se acuestan temprano, al menos hasta que alcanzan la cima.

    Al final de la temporada, la mayor parte de los escaladores guiados se van derechitos a casa lo antes posible, pero al personal del campamento base aún le quedan semanas de trabajo para desmantelarlo todo y transportarlo valle abajo para almacenarlo. Muchos operadores alquilan espacios de almacenaje en aldeas cercanas para evitar el largo viaje de vuelta a Katmandú.

    Emergencias en el campamento base

    Muchas grandes expediciones llevan sus propios médicos dentro del equipo. De lo contrario, los servicios médicos organizados son limitados en ambas partes de la montaña. Si se tiene un problema médico grave, es obligatorio abandonar el campamento base lo antes posible y descender a una altitud inferior.

    En el campamento base del glaciar Khumbu, las «urgencias del Everest» de la Himalayan Rescue Association ofrecen servicios sin cita previa, pero los pacientes con problemas graves son evacuados en helicóptero a Katmandú lo antes posible. En el campamento base del glaciar Rongbok, hay atención médica primaria en Tingrit, a cuatro horas de viaje en un vehículo con tracción en las cuatro ruedas.

    O te encanta o lo odias

    Para algunos, el campamento base es una especie de purgatorio, un refugio temporal donde pasar cuatro o cinco semanas a cambio de la oportunidad de escalar el Everest. Para otros, es el campamento de verano definitivo, un lugar y comunidad sin parangón en la Tierra. Sea lo que sea, estos son los dos puntos de partida de quienes quieren ascender al lugar más alto del planeta.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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