Un equipo íntegramente negro rumbo al Everest
Sólo 10 alpinistas negros han hecho cumbre en el Everest. Esta histórica expedición espera duplicar esa cifra.
El equipo de la Expedición Full Circle al Everest, compuesto íntegramente por escaladores negros, espera hacer cumbre siguiendo los pasos de anteriores intentos alpinos con la esperanza de inspirar a una nueva generación de exploradores.
Desde que Edmund Hillary y Tenzing Norgay alcanzaron la cima por primera vez en 1953, al menos 4000 personas han hecho cumbre en el Everest, la montaña más alta del mundo, con sus 8849 metros. Pero sólo 10 de estos escaladores eran negros.
El equipo de la Expedición Full Circle al Everest, compuesto íntegramente por escaladores negros, tiene previsto duplicar esa cifra durante la temporada de escalada de 2022. Hasta ahora, un equipo de expedición íntegramente negro aún no ha llegado a Chomolungma, el nombre tibetano del Monte Everest, que significa "Diosa Madre del Mundo". Este grupo ascenderá siguiendo los pasos de anteriores intentos alpinos con la esperanza de inspirar a una nueva generación de exploradores.
"El Everest es un icono", dice Philip Henderson, líder del equipo y uno de los únicos instructores negros del Khumbu Climbing Center (KCC) de Nepal, que entrena a algunos de los principales alpinistas del mundo. "No puedo precisar cuándo dije exactamente que esto iba a ocurrir: la idea se fue gestando a trozos".
La mayoría de las expediciones al Everest suelen intentar hacer cumbre entre la primera y la tercera semana de mayo, cuando las tormentas de nieve son menos probables y la velocidad del viento suele ser inferior a 80 kilómetros por hora.
Algunos miembros del equipo ya han establecido primicias aventureras: Abby Dionne fue la primera mujer negra de Estados Unidos en tener un gimnasio de escalada; James "KG" Kagambi fue el primer africano negro en hacer cumbre en el Denali de Alaska (Estados Unidos) y en el Aconcagua de Argentina. El equipo de tres mujeres y ocho hombres, con edades comprendidas entre los 29 y los 60 años, incluye a un científico de datos, un profesor de psicología, un profesor de química de instituto y un técnico en electrónica marina.
A finales de marzo, el grupo se reunió en la capital de Nepal, Katmandú, y voló a la ciudad de Lukla. Desde allí, empezaron a ascender unos 1000 pies cada día (alrededor de 304 metros) a través del valle del Khumbu para llegar al campo base del Everest Sur (con una altura de 5363 metros), donde ahora esperan que el tiempo sea óptimo para iniciar la ascensión final. La mayoría de las expediciones hacen cumbre entre la primera y la tercera semana de mayo, cuando las tormentas de nieve son menos probables y la velocidad del viento suele ser inferior a 80 kilómetros por hora (las velocidades seguras suelen ser inferiores a 48 kilómetros por hora).
Ahora, tras años de preparación, este equipo de alpinistas espera que su éxito cambie la percepción del alpinismo como un deporte no inclusivo y convenza a más personas de raza negra para que abracen las aventuras en la naturaleza.
Cambiando la cara de la escalada
Cientos de escaladores aspiran a la cima del mundo cada año, pero el ascenso es notoriamente arriesgado y el éxito nunca es seguro. La "zona de la muerte" de la montaña (el punto de elevación por encima de los 7924 metros en el que la falta de oxígeno, la capacidad de decisión comprometida y las condiciones meteorológicas impredecibles alcanzan su punto álgido) ha contribuido a la muerte de cientos de personas, incluidos escaladores occidentales y sherpas.
A principios de abril de 2022, los miembros del equipo Full Circle Everest subieron al Campo Base del Everest en Nepal para aclimatar sus cuerpos a la gran altitud.
(Relacionado: Cómo los escaladores se enfrentaron a la 'zona de la muerte' en una de las montañas más altas de la Tierra).
Sólo el uno por ciento de la comunidad de escaladores se identifica como negra, según un informe del American Alpine Club de 2019. No fue hasta 2003 cuando el sudafricano Sibusiso Vilane se convirtió en el primer hombre negro en hacer cumbre en el Everest. Tres años más tarde, Sophia Danenberg se convirtió en la primera y única estadounidense y mujer negra en hacer cumbre en el Everest, un acontecimiento que pasó ampliamente desapercibido hasta hace unos años.
Pero, poco a poco, el panorama está evolucionando. Henderson afirma que en los últimos cuatro años ha visto más gente negra en eventos de escalada y alpinismo que en los 20 años anteriores juntos.
Atribuye a las redes sociales el hecho de que la gente de color sea más visible, así como el impulso de la industria de la aventura al aire libre para diversificarse. "Creo que el sector lo está intentando. Se están dando cuenta de que 'no estamos contando las historias de estas personas de color y no las estamos invitando a entrar".
El equipo de Full Circle Everest logra espera las condiciones meteorológicas adecuadas para iniciar la caminata hacia la cumbre de la montaña.
Fred Campbell, científico de datos de Microsoft y miembro de Full Circle Everest, reconoce que el aumento de la visibilidad conlleva una mayor responsabilidad. "Estaría bien limitarse a escalar [el Everest], pero estamos representando a los negros", dice. "Por mucho que sea una carga extra, creo que tendrá un impacto positivo".
Conrad Anker, alpinista profesional y fundador del KCC, añade: "Cuando los niños de todo el mundo se vean reflejados en esta expedición totalmente negra, ellos también experimentarán y formarán parte del conjunto de valores que supone el alpinismo."
La importancia del trabajo en equipo
El alpinismo se considera cada vez más un deporte de equipo que requiere un fuerte liderazgo y confianza entre sus miembros. A diferencia de los grupos que se reúnen en el campamento base del Everest, el equipo de Full Circle Everest entrenó conjuntamente en el monte Rainier, en el estado de Washington, y en las montañas cercanas a Bozeman (Montana), para prepararse para los retos a los que podrían enfrentarse.
(Relacionado: Los sherpas, los hombres invisibles del Everest)
Henderson añade que hay un nivel extra de comodidad que proviene de formar parte de un equipo en el que la gente se parece a ti y se ríe de los mismos chistes. "Tener ese tipo de apoyo en un esfuerzo como el de intentar hacer cumbre en una montaña es importante", dice. "Se trata más de ese viaje que de escalar una montaña".
El equipo de Full Circle llegó al campamento base del Everest Sur el 17 de abril y se unió a otros cientos de aspirantes a la cumbre en la colorida ciudad de tiendas de campaña situada en lo alto del glaciar Khumbu. Cada día de su viaje de dos meses se ha planificado para la aclimatación gradual a la altitud y para maximizar la salud y la cohesión del equipo.
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Durante las últimas semanas, se han acostumbrado a una rutina mundana de comer, descansar, aclimatarse, hacer excursiones rápidas a la montaña y reflexionar sobre los retos logísticos que les esperan. La espera es la parte más difícil, dice Henderson.
Su primer intento en la montaña, hace una década, terminó en el campo II (a 6400 metros de altura) cuando sus niveles de oxígeno bajaron peligrosamente, pero la prueba le enseñó la paciencia que intenta transmitir a sus compañeros de equipo. "El Everest es un lugar peligroso y hay un alto riesgo", dice. "Hay que ir despacio".
Melba Newsome es una galardonada escritora independiente con sede en Charlotte, Carolina del Norte.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.